La Torino — Restaurant in Madrid

En un rincón de la pintoresca Plaza Mayor de Barajas encontramos este restaurante inspirado en la célebre y celebrada tradición de parrilla argentina. La decoración nos lleva a las vastas llanuras pampeanas, hogar y pasto de las más renombradas razas bovinas: Shorthorn, Hereford, Aberdeen-Angus y Charolés. Nos recibe una carta variada que, sin renunciar a la esencia del sitio, permite al visitante encontrar acomodo en sus preferencias culinarias, pecuniarias y dietarias, con alternativas que se mueven entre ensaladas variadas (no se pierdan la ensalada Cobb o la provolone), empanadas argentinas y carne a la parrilla dispuesta según los cortes clásicos de la gastronomía del país del tango y Maradona. La carne a la parrilla requiere 3 preceptos en su concepción y elaboración: calidad en la materia prima, paciencia en su preparación y un parrillero con talento y buen hacer, que sepa dar el punto justo a cada corte. Son muchos los restaurantes argentinos que podemos encontrar en Madrid y alrededores, algunos con una fama (¡y precios!) muy por encima de sus atribuciones. No es el caso de La Torino. Este restaurante guarda toda la pureza de las buenas parrillas argentinas, toda la esencia. Uno pide la entraña y parece viajar al Gran Buenos Aires, a uno de esos lugares de la periferia donde los amigos se reúnen en torno a un buen asado para resolver los grandes asuntos de Estado: la economía argentina y el papel de Messi en la albiceleste. Y es que, cuando uno está a gusto y come bien, los problemas se resuelven a golpe de bife, entraña y Malbec de Mendoza. Hablando de Malbec, la oferta de vinos no desmerece el resto de la carta: variedad y calidad para los paladares más exquisitos. El Malbec hace sitio a los mejores tempranillos de estas latitudes. A gusto del consumidor. El servicio es atento y esmerado, profesional en el mejor sentido de la palabra. Uno se siente atendido, bien atendido, y nunca atosigado. Naturalidad, simpatía y respeto. ¡Se come bien a gusto acá, pibe! Y es que, entre empanada y carne bien “parrillada”, se nos han hecho las 5 de la tarde, hemos comido como reyes, resuelto el problema de la deuda pública y el del gol de la selección argentina, que ahora sentimos tan adentro como la española. Para la próxima ocasión nos reservamos probar las “pizzanesas”, una creación de la casa que consiste en edificar los mejores “outputs” de la parrilla sobre los cimientos de una base de ternera empanada, tomate y mozzarella. Qué podemos decir... de ahí solo puede salir algo entre muy bueno y excelente. Nos lo guardamos para la próxima, que será muy pronto. Solo nos queda recomendar efusivamente este sitio con la seguridad de que van a quedar tan felices y encantados como nosotros. De paso, igual hasta consiguen una receta para salvar la economía...

El Torino in Madrid is an excellent restaurant that should not be missed. The location is fantastic, easily accessible and has a lively atmosphere. The food is outstanding, with a diverse menu that boasts delicious dishes.

The exceptional customer service at El Torino is what sets it apart. The staff is friendly, attentive, and goes above and beyond to ensure a memorable dining experience. Their knowledge of the menu and willingness to provide recommendations make the visit even more enjoyable.

In conclusion, El Torino is a must-visit for anyone looking for exceptional food and excellent customer service. The overall experience is unforgettable, leaving a lasting impression on all who visit. I highly recommend stopping by and enjoying the flavors of Madrid...

No suelo escribir reseñas negativas pero en esta ocasión creo que es de recibo. El local es bonito, bien decorado y de estética cálida, pero en la reforma debieron de olvidarse de poner calefacción, hace un frío tremendo, en verano igual es un punto pero en invierno es algo que echa a perder todo... y de verdad que salir de comer con ese frío... Mención aparte las sillas... El tapizado muy bien pero son malas como pocas y se menean como gelatinas, da cosa... Ya de entrada ver un salón vacío a las 14:30 un sábado da que pensar... Hicieron 4 mesas en total contando la nuestra... Y al final entendí el motivo... Los motivos: La camarera nos des-recomienda la parrilla (se supone que debía ser uno de sus platos estrella) diciendo que se mezclan los sabores (será por qué no lo hacen bien) para recomendarnos el ojo de bife directamente, vistos otros comentarios parece ser lo habitual y uno piensa que tal vez apunta claramente a un intento de incrementar la cuenta. Sobre los platos, la empanada cumple, las verduras a la plancha frías, escasas, unas pasadas otras casi crudas (parecía un reciclado de otros platos), la parrillada habría estado bien de no ser por que ponen la carne demasiado hecha y la traen con carbón que, aunque no dura mucho, la cuece del todo y acaba matándola... Una idea original pero mal ejecutada. El remate ha sido que siendo nosotros una pareja en una esquina del salón y teniendo todo el salón vacío, nos coloca una mesa mucho más grande literalmente encima que entre la conversación y demás... Pues eso... Sin necesidad ninguna teniendo el salón vacío... En cuanto a los precios... Altos, muy altos para la relación calidad y cantidad, excesivos y no justificados... dejo la cuenta para que sirva como referencia, algo más de 60€ dos personas y sin pedir nada de la parte alta de la carta, ni vino o similares... Demasiado caro, insisto, para un local que ofrece buenas intenciones pero que no las termina de materializar en nada, ni servicio, ni cocina, ni local, ni precio. En definitiva, no es un lugar para odiar pero tampoco para volver, nada te lleva a ello... La próxima vez......