Lizarran Barajas — Restaurant in Madrid

If you’re in the mood for some delightful tapas and a nice glass of wine, Lizarran Barajas is the perfect spot to check out! Located near Madrid-Barajas Airport, this place offers a traditional Spanish vibe with a modern twist.

One of the things that really stands out at Lizarran is their amazing selection of "pintxos," which are tasty little snacks that are bursting with flavor. Whether you're a fan of the classic Spanish tortilla, fresh seafood, or cured meats, there’s something here for everyone! And don’t miss out on their fantastic wine selection—it pairs beautifully with the food. While the prices might lean toward the higher end, the generous portions and top-notch quality definitely make it worth it.

The atmosphere is warm and inviting, with a cozy interior that might feel a bit snug, but it’s all part of the charm! Unlike some of the busier tapas bars in Madrid, Lizarran offers a relaxed experience where you can really take your time and enjoy your meal without the chaos.

What really makes Lizarran shine is the friendly and attentive staff. From the moment you walk in, you’ll be greeted with a warm smile, and the service stays just as fantastic throughout your visit. Even with prices that are a bit above average, the overall experience—including the complimentary “napa” (a lovely little tapa that comes with your drinks)—makes it a must-visit!

So, if you find yourself in the Barajas area and craving some high-quality tapas in a chill atmosphere, Lizarran is definitely worth popping into. With great food, good wine, and a welcoming vibe, it’s a spot you...

Es la tercera vez que voy porque me han invitado y a cual peor, por lo que no volveré ni de invitada, siendo ésta última vez (17/11/2024 por la noche) con faltas de respeto por parte de una camarera que dijo llamarse Raquel (cosa que no me creo y por eso pongo fecha, por si sus jefes leen ésto y les interesa saber quien era comprueben quien trabajaba ese día, a esa hora) Nada más llegar no nos dejaron sentarnos dentro estando vacío porque según el camarero y la tal Raquel luego lo tenían que limpiar, por lo que nos preparó la mesa fuera, acto seguido la pregunto a la otra camarera que había que si de verdad no podíamos sentarnos dentro y me dijo que claro que sí, pero enseguida el camarero se puso a hablar con ella para decirla que no porque sino luego tenían que limpiarlo, cosa que ésta camarera le recriminó y empezó a atendernos ella muy amablemente, pero fuera, en la terraza. Posteriormente, por desgracia ésta señorita terminó su turno, se fue y nos dejó con su compañera, la que dijo llamarse Raquel, pues mi suegro, un señor mayor de 80 años de buena manera y sin maldad la dijo que si esa ración de bravas era media porque la vio pequeña para ser entera y Raquel ya de mala manera le contestó que era entera a lo que mi suegro respondió que era muy cara para ser tan pequeña, que en su barrio son el doble de grandes y más baratas (a lo que doy fé que es verdad), todo de buena manera y sin faltar el respeto pero la que dijo llamarse Raquel ya subió el tono de voz y le contestó que era lo que había, que si le gustaba bien y sino que se largara, cosa que tuvimos que hacer ya que ibamos a pedir más raciones porque nos habiamos quedado con hambre y se puso tan brava que dijo: Vale pues entonces nada más y os traigo la cuenta. Pedimos hoja de reclamaciones y nos sacó tres fotocopias que tuvimos que escribir a mano en cada una de ellas y a lo que nos dijo suerte que no vais a conseguir nada. A cualquier cosa que deciamos nos contestaba de mala manera hasta el punto que empezaron los gritos y hasta las terrazas de al lado miraban. Esta persona, por llamarla de alguna manera, no se callaba ni aunque la hubieramos metido debajo del agua. Es una mala representante de su empresa. No sabe aquello de que el cliente siempre tiene la razón. A toda costa su respuesta era, esque en mi país...... no se si con intención de que la dijeramos algo para podernos llamar racistas, en lo que no caímos porque no somos de ese tipo de personas. Al irme, de buena manera y sin ninguna intención la dije: venga relajate ya, a lo que estando yo ya en la calle, de forma muy chulesca, porque es muy CHULA, a gritos volvió a contestarme que me relajara yo por lo qué volví a entrar y la dije MUY TRANQUILAMENTE para intentar conversar bien con ella que si no veía como era para estar en un negocio de cara al público y no voy a seguir contando (porque estoy cansada de escribir) todas las impertinencias y gritos por parte de Raquel que vinieron después. Moraleja: no vayais allí. Raciones pequeñas, caras, mala calidad y sobre todo UN PÉSIMO SERVICIO. He decidido editar la reseña porque acabo de leer alguna de las demás reseñas que hay y parece increíble que la empresa no haga nada, puesto que hay muchísimas que hablan de la mala educación y atención de cierta camarera. Cuando hay tantos comentarios iguales por algo es. Intentaré la próxima vez leer las reseñas antes de ir a algún sitio pero por mi parte, la cadena LIZARRAN está descartada...

Myself & husband went for dinner here. It was the worst service I’ve ever experienced in a restaurant in Madrid. There seemed to be only 2 waitresses on for a busy restaurant, so we were prepared to wait but getting their attention was impossible. Eventually, we managed and ordered drinks. She had the personality of a dog! Usually the Spanish welcome foreigners making the effort to speak Spanish, mine is passable but she was pure ignorance. When we went to order food, after many failed attempts to get the attention of either waitress a gentleman from the next table got up and told a waitress we had been trying to get her attention. She came down and took our order. But again this waitress was lacking in basic manners. It took 45 minutes for my meal to arrive and another 10 minutes for my husband’s. The food was only average - not worth the wait. But combined with the wait, hassle to order and ignorant staff - I wouldn’t...