He ido en varias ocasiones, siempre para comer allí mismo. El local es pequeño y modesto, ambiente "de estar en casa" pero muy limpio. La relación calidad precio es INMEJORABLE, de lo mejor que he visto, las raciones muy muy abundantes por precios muy muy económicos y la comida muy rica! He probado: arroz frito tres delicias, tallarines con ternera y pollo al curry con arroz. Siempre he quedado satisfecha con la calidad de los platos, muy superior a lo esperable por el precio (sin ser tampoco comida de restaurante oriental de lujo, obviamente). El servicio amable y además te ponen unas rodajas de naranja para aliñar la comida, una agradable sorpresa!

Para mi, es la mejor opción para comer o cenar en el barrio por poco dinero de forma recurrente, un lugar de confianza que no recomendaría para grandes eventos o para impresionar a una cita pero que es el lugar al que quiero ir cuando llego cansada del trabajo / clases y no me apetece cocinar... Y creedme, es mucho más difícil encontrar un buen lugar (que sea económico) para lo segundo que para lo primero.