Lamento mucho tener que poner esta calificación frecuentando tantisimo el Handyman, porque siempre nos ha gustado en todos los aspectos.
Este sábado 18/nov estuvimos cuatro personas y después de realizar una consumición total entre comida y copas de unos 180 € hasta ese momento (como se puede justificar por los tickets que tenemos) nos tuvimos que ir muy desencantados con el trato recibido en el turno de la tarde.
Estaban preparando las mesas para el siguiente turno y pensamos que debiamos "molestar" para ello al encargado del turno (tal vez, porque no nos comentaron nada) y trajeron un televisor a la terraza muy cerca de donde estabamos (a 1,5 m aprox.) y subieron el volumen al máximo, cuando en la terraza solo había 1 mesa ocupada y nosotros, el resto vacías, y no existía ningún ruido ambiental que justificara tal volumen. Esto impedía que pudiéramos oír nuestras conversaciones.
Anteriormente habíamos solicitado si podían podian poner los calefactores porque hacía frío. Lo puso el camarero al que se lo pedimos y al poco tiempo los apagaron.
En resumen, emplearon unas técnicas poco elegantes e inapropiadas para tratar a clientes para echarlos del local cuando a alguien le interesa en ese momento.
Nos preguntamos que si por casualidad esa mesa estaba reservada para el siguiente turno, ¿Por qué no nos lo comentaron y nos hubiéramos ido o pasado a la barra para seguir consumiendo? (hay que respetarlo al local sin ningún tipo de problema, es un negocio del que viven) no utilizar estas técnicas descritas de bajo estilo profesional.
Siempre nos ha gustado este local, en especial por la agradable atención y buen servicio de todo su personal en general, pero creo que el encargado de ese turno no está a la altura de este local, ni tampoco de ningun otro, con esta actuación.
A partir de ahora, por la experiencia tenida, no creo que vuelva, a pesar de que lo haya frecuentado tantísimo hasta ahora. Lo lamento.
La dirección del local debería cuestionarse si resulta favorable para sus intereses tener a un encargado así en...
Read moreIMPORTANTE a la atención del PROPIETARIO, que es quien paga los impuestos y todos los costes que supone hoy en día mantener un negocio y contar con el "milagro", que puede llegar a ser , que alguien decida acudir a tu negocio / Ayer pretendíamos pasar un rato agradable en este local, donde hemos estado otras veces, se come y bebe bien, por calidad y precio / llegamos sobre las 17 hrs, había futbol a las 20 hrs, por lo que había mesas reservadas para el evento, le planteamos a quien creo que es el encargado , un hombre de poca estatura, calvo, que éramos 5 personas y si nos podía dar una mesa, nos dijo que la que queríamos estaba reservada ( para las 20 hrs, faltaban 3 horas,,,,) , sin mas ; en vez de darnos una opción , por ejemplo, de "sentaros en esta mesa y cuando vengan os cambio a la otra mesa", lo que hubiera conseguido es que hubiera facturado durante esas tres horas que la mesa estaba vacía ( todas menos dos lo estaban) 245€, que es lo que pagamos 5 personas en otro irlandés del barrio, en "Gran vía de Hortaleza", por comer y beber ese tiempo / Las repuesta de parte del encargado, al indicarle si podía darnos la mesa y luego nos movíamos fue : "esta reservada o es que no lo entiendes" / me pareció de escasa educación, alguien un tanto limitado,,,,claramente no sabe el esfuerzo que significa hoy en dia, mantener un negocio abierto y es una pena el daño que hace a quien le...
Read moreSi no fumas, tienes un problema, y este es la entradita al local, seguido muy de cerca por algún que otro miembro del personal.
Es el lugar que los clientes y los miembros del personal usan como zona de fumadores como si se tratase del exterior. Cada vez que alguien entra o sale, incluídos los trabajadores para servir a las mesas del exterior, todo el humo acumulado entra en abundante cantidad y es realmente molesto.
Al principio pregunté por si aquel local era uno apto para fumadores, y el camarero carcajeó y aseguró que venía de fuera. Poco después descubrimos que era mentira, sobre todo al salir, porque tuvimos que atravesar la entradita a modo de pasillo y esta se encontraba repleta de humo de tabaco junto a sus correspondientes responsables (otro miembro del personal y un cliente) que, previa charla con el camarero, dejaron constancia del orgullo de su acto frente a nosotros.
Una vez fuera, me reencontré con el camarero y le pregunté si de verdad aquel lugar (que no contaba siquiera con un triste extractor) se consideraba como exterior, a lo que respondió afirmativamente mientras se aguantaba la risa sin éxito y sin muchas ganas. Después, regresó a mofarse de la divertida historia con sus amigotes de la entrada.
Sí señor, bravo. Incumplimiento de la normativa de Sanidad y encima falta de respeto hacia tus clientes.
Falta añadir que nosotros...
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