He comido varias ocasiones en La Gitana. La primera vez me llevó mi gran amigo Alberto, un fanático de la carne. Pues bien, solo le he visto comer pescado aquí. Todo lo que he probado es de una calidad excelente. Rodaballo, atún, rape. Los entrantes o primeros platos igual. Lo siento, no puedo decir nada del marisco, nunca lo hemos pedido. En cambio siempre optamos por fritura de pescado. Nada aceitoso, totalmente fresco, elijas lo que elijas. Mención especial al tomate. No es nada más que tomate, sal y aceite. Nada más y nada menos. Tremendo. La terraza es muy grande, agradable y muy tranquila. Las mesas están a la suficiente distancia entre sí. Había leído malos comentarios acerca del servicio. Son camareros de toda la vida, gente profesional y que se nota que están en el oficio desde siempre. No toman ninguna confianza si tu no les das pie. Personalmente siempre he estado muy cómodo. La cantidad de las raciones es la apropiada, no me siento identificado con aquellos que escriben que son pequeñas. Y de precio, pues si alguien me ha leído, siempre opino que todo es relativo. Pagar 40 euros es caro para algunos y barato para otros. Otros confunden cantidad con calidad. Por ejemplo, hoy éramos dos. Una cerveza, una botella de albariño, dos servicios de pan, una fritura de pescado para dos, dos lomos de atún rojo, un café y una copa de licor. Hemos pagado 105 euros. No es barato pero estás comiendo muy bien y a gusto. La única pega es que aquí también tienen la mala costumbre de poner los precios sin iva en la carta. Nunca lo entenderé.