I enjoyed their smashed burger (the Brickell Dirty) quite a lot. The Brickell Original and the Brickell Dirty are both their smashed burgers. The Dirty one has egg and bacon.
Service was also nice! The restaurant has three different areas: High tables at the entrance A spacious room with regular tables A pleasant patio for outdoor meals
We ordered two starters: Avocado fingers Super yummy! Trully worth it Cheese balls They were too salty, in my opinion. But one of my friends loved them along with the tomato jam on it.
Brickell Dirty If you have tried some smashed burgers, they use to come with the meat, cheddar cheese and a special sauce, and you maybe wanna add bacon, pickles and/or tomato. The Brickell Dirty has all these ingredients on it plus an egg. The flavour of the meat could be lost a bit. So maybe the best option to try their smashed burger is ordering the Brickell Original. But it was pretty good! I liked the brioche quite a lot as well!
Brickell Chicken Crunchy A good slice of crunchy chicken with simply tomato, lettuce, Cheddar cheese and the Brickell sauce. This one is OK but I have tried better chicken crunchy ones in other places.
We also ordered a dessert: Dvicio cheese cake. Pretty amazing! We really loved this one! As you may know, I’m a huge fan of cheese cakes and this one...
Read more"Lo suficientemente rápido"
Antes de entrar en los saludos. Sitio cada vez más decadente, patatas blandas y poca cantidad (antes ponían), carne pasada y de calidad...mejorable, para el precio elevado que pagas.
A la encargada rubia majísima (léase con ironía). Espero que esta reseña te llegue "lo suficientemente rápido", como el comentario tuyo, que en vez de apaciguar, aviva más. Pero... Empecemos por el principio. He ido en varias ocasiones a este lugar, las primeras ocasiones nos sentimos observados por la persona que nos atendió (hay que tener en cuenta que eran los lunes de invierno que poca gente sale y menos en una sitio tan apartado). Luego mejoró.
Vamos al día de hoy. Hemos ido sin reserva, porque no estaba previsto quedar. Al llegar, los que estaban esperando antes que nosotros ya tenían un poco cara de hartazgo, luego ya hemos entendido por qué. Un caos para sentar a la gente, porque se supone que más medio salón estaba vacío (supuestamente reservado) y la camarera que no ha sido valiente para traer la cuenta, solo sabía mirar la PDA.
Al llegar nuestro turno y decir, mesa para tres, se lo ha tenido que pensar y mejor le pregunta a su responsable, la cuál nos traslada que nos podemos sentar en el último sillón (más de medio salón vacío) y que a las 22:30 tenemos que estar fuera porque hay una reserva (eran las 21:25) a lo que yo le respondo, si la misma prisa que me piden a mi la van a tener ellos. Puesto que ya de entrada han tardado 10 minutos en sentarnos. Ella muy lúcida y mordiéndose la lengua (por no echarnos) nos dice que afuera tiene una mesa alta que no tiene reserva (claro cariño donde hacéis esperar a los delivery, hace un vendaval y chispea, pero afuera mejor). Finalmente nos sentamos dentro, sin que nos acompañen, como van a tener esa molestia si nos han sentado en la otra salida del local. Y le tengo que preguntar a la encargada (para hacerla que haga su trabajo y nos acompañe), dónde nos has dicho? Según nos sentamos, nos toman las bebidas (la de la PDA) y al momento estaba con ellas y por internar pillarnos nos dice que sí sabemos ya que pedir o espera (CON SORNA). La pobre, no se esperaba la respuesta positiva (conocemos el local y la carta). Pedimos la comida (debido a la rapidez que teníamos que tener [recordemos, solo una hora] no hemos podido pedir los nachos que siempre pedimos [dinero que no quieren ingresar en la cuenta]). Pues en menos de 5 minutos ya estaban allí las hamburguesas, junto con el maravilloso comentario de la encargada de "lo suficientemente rápido" y dicho bien alto, que se note la autoridad competente del la. Comentario que demuestra las ganas de apaciguar los ánimos que tiene la querida encargada. Por no seguir con la fiesta, he preferido hacer caso omiso al desagradable comentario y decir que todo estupendo.
Ese tipo de comentarios, te pueden costar una hoja de reclamaciones y los puedes hacer en tu casa, pero no con un cliente, cariño (Cliente que solo te ha pedido lo mismo que tú a él). Que he trabajado cara al público hasta hace bien poco y conozco los límites. Al pedir la cuenta (sin poder pedir las dos tartas de queso que pedimos siempre [más dinero que no quieren ingresar en la cuenta]) ninguna de las dos, ni la encargada, ni la de la PDA han tenido a bien de traerla, lo ha traído la única cámara eficiente que he visto y no tiene culpa de nada. Por no montar un pollo en el salón y decirle a la encargada "lo suficientemente rápido" para que tengas la mesa libre para tu ansiada reserva. He preferido salir por la puerta que teníamos al lado y morderme la lengua (no me he envenenado como a ti tu gustaría, querida encargada).
Espero recibir un mensaje que apacigüe, puesto que lo contado aquí, es tal cual ha ocurrido, sin quitar ni una coma. Otro día hablamos de los botes recargables y su higiene. Pero eso en una hoja de...
Read moreBrickell es un barrio de Miami. Es el centro financiero y una zona residencial al mismo tiempo. Hay muchos bancos y oficinistas y los restaurantes de la zona están pensados para ellos y para los ocupantes de los pisos caros en los que algunos viven. Brickell The Original Burger es el nombre que ha elegido este restaurante de Majadahonda que propone “un viaje joven, fresco y cosmopolita, por una cocina que alinea los platos típicos de la cocina norteamericana con la más alta calidad del producto gastronómico para satisfacer los paladares más exigentes”. Es posiblemente un spin-off de dos inversores de renombre apoyados en un cocinero con mucha experiencia.
Analizando su presencia en Internet, se llega a la conclusión de que Brickell no es un restaurante, es otra cosa. ¿Una sala de fiestas? Quizás, porque en su apellido destacan fútbol, música y cócteles. Y las fotos de sus platos son menos que las de su clientela vacilando, riendo o charlando.
Hemos ido un día entre semana para probar la cocina y hacer abstracción de otras cosas que se encuentran si vas por la noche o en fin de semana: Ladies Night, Remember Party, Jazz & Margaritas…
El local es magnífico, como sus vecinos. No muy grande, luminoso, decorado con intención y estilo, con las mesas suficientemente separadas. No hay música a esta hora, la temperatura es agradable y se puede charlar sin molestias.
La carta es corta, menos de 40 entradas, bien organizadas y descritas con criterios de marketing. Como es habitual en los restaurantes de cocina americana en general, y en las hamburgueserías en particular, abundan los alimentos procesados, las frituras, los ingredientes altos en grasa y las cuartas y quintas gamas. Si buscas comida saludable solo un ceviche de corvina puede satisfacerte, pero no se viene a una hamburguesería impunemente y el cliente es rey.
Verás que en la carta informan de que “Todas nuestras hamburguesas son Smash, sin punto de carne y servidas con patatas fritas”. Además de por seguir al chef Javier del Castillo, esta era la otra razón para venir. La Smash Burger es una hamburguesa que se asa poniéndo un peso encima para aplastarla mientras se cocina en la plancha. Dado que la capa de carne queda fina, no se pueden hacer poco hechas, se suelen poner dos por ración y para que no quede seca se usa carne más grasa de lo habitual.
Ha coincidido la visita con el III Campeonato de España de hamburguesas en el que Brickell compite con su BRICKELL ORIGINAL compuesta por “una mezcla secreta de carnes de buey y vaca vieja con lechuga, tomate y cheso cheddar” que resulta ser simplemente correcta, con la carne pasada y el sabor anulado por la salsa y un pan dulce. La misma tónica en las otras hamburguesas que probamos y en los entrantes, entre los que destaca un original aguacate empanado con Panko que sabe a pan frito en aceite ignoto. Ningún interés tienen las patatas fritas, con piel, blandas y húmedas.
Muy buen servicio, precios aceptables. Puedes comer por unos 30€ lo que está muy bien para la zona, pero de "alta calidad del producto gastronómico para satisfacer los paladares más exigentes", nada de nada. Aunque tampoco lo pretenden. Estoy seguro de que lo saben hacer mucho mejor.
En resumen, un espacio multiusos donde se puede comer y que no mejorará la hoja de servicios de un chef...
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