Restaurante Morales — Restaurant in Mazarrón

Low key restaurant in the port surprises with exceptional flavor combinations, perfect cooking, and well done dishes all around. Oil toasted bread with paprika arrives with ali oli after some crunchy snacks. We started with a local excellent heirloom tomato and tuna escabeche salad that was beautiful and flavorful. Continuing on to a unique combination of braised artichokes with garlic-chile-olive oil clams is a savory heavenly match, especially when sopping up the oil with the bread. Fresh in the shell sea scallops with torched kimchi mayo were perfectly cooked, but could have used a little less mayonnaise on top. Crema de orujo with coffee was a perfect ending. Attentive, friendly and helpful service, great plating. Decor needs some help, and hard straight back wood tall chairs could be softened, but we still had a great time....

Pesadilla en la cocina. Podría ser el título de la reseña... comento lo sucedido: sábado 16/08, pleno puente de mitad de agosto, llegamos 2 comensales poco antes de las 22h sin reserva y solamente 3 mesas ocupadas (una dentro, dos fuera). Nos sentamos sin problema en una mesa para dos preguntando antes por si debido a la fecha había problema de mesas disponibles/teservadas. Pedimos de salida una cerveza tostada sin alcohol, una coca cola zero, ensalada de ventresca, calamar andaluza, media de pulpo, y unas croquetas...nada de complicada elaboración. Nos sirven de inmediato las bebidas y dos bolitas de ensaladilla rusa de cortesía (muy buena, por cierto). Tras 10 minutos de espera nos marchan la ensalada (muy rica y bien presentada, con buen genero, pero raciones a mí entender muy justas para su precio), y a continuación la media de pulpo (mala elección: más "cachelos" que pulpo, que está recalentado, gomoso, y trozos pequeños)...y hasta ahí la cena, porque tras esperar 40 minutos y tener que pedir otra cola y una caña para hacer tiempo, y ver cómo se servía cena a otras mesas que llegaron después que nosotros, e incluso en algunos casos pidieron platos similares, y amablemente reclamarles los platos que faltaban hasta en dos ocasiones (más otra que nos preguntaron antes nuestra incredulidad qué faltaba por servir), decidimos levantarnos, pedir la cuenta, e irnos. Para no armar ningún espectáculo entré a explicar lo sucedido, con amabilidad para que entendiesen porqué dejábamos la mesa, a lo que él encargado para mí sorpresa respondió con un grito desde la barra a la cocina "¡¡no sale la comida, la gente se nos va!!". Ante mi incredulidad le pedí tranquilidad (aún así todos los comensales se giraron a mirar qué sucedía). Al final, la ensalada, media de pulpo, 2 Cocacolas, un tercio sin alcohol y una caña...39,40€, humildemente creo que precio elevado para lo consumido, máxime por la situación del local, sin vistas al mar ni otro emplazamiento que justifique sus precios, y limitado tamaño de las raciones que nos sirvieron en la ensalada y media de pulpo. No suelo poner reseñas negativas, y puede que el "tapón" lo tengan en cocina, camareros con poca experiencia... saturación de mesas y comandas no habia. Me gustaría ir en otra ocasión y desquitarme de la sensación, porque la comida que se sirvió a otras mesas tenía buena...

Dos ocasiones diferentes y las dos acaban en decepción.

En lugares con muy buena valoración, si no me va bien una primera vez, intento dar una segunda oportunidad. Ha sido mi caso con este restaurante.

LA COMIDA es buena, considerando que comimos una ensalada (no hay mucho donde marcar la diferencia) y un arroz (el 99% de los arroces del puerto de Mazarrón son excepcionales, considerando que la materia prima suele ser el pescado de la bahía)

EL LOCAL está falto de mantenimiento, las copas manchadas de cal, cubiertos igual, con muy mal aspecto, las sillas desencoladas (ojo que yo peso 90 kg y pasé un mal rato pensando si me caería). Tampoco destaca la limpieza. El menaje es escaso, tuvimos que esperar que otra mesa desocupara una cubitera, que a la vez nos quitaron para otra mesa en cuanto acabamos de comer.

EL SERVICIO ha sido lo peor las dos veces. En las dos ocasiones había dos camareros, uno más senior (por decirlo de algún modo) y otro completamente nuevo.

No nos recibieron, nos sentamos en la mesa porque vimos nuestro nombre en una nota. Tardaron casi 15 minutos en darse cuenta que habíamos llegado y pedirnos las bebidas (mientras preparaban mesas para otros con mucha parsimonia), nos trajeron el vino rosado sin cubitera, la comida la anotaron y salió más o menos a tiempo. Nos apuntaron el postre y después de 30 minutos esperando, preguntamos qué pasaba... "NO LES QUEDABAN TORRIJAS" Señores, si no les llegamos a preguntar, cierran el local con nosotros ahí sentados esperando la puñetera torrija.

Por último, la cuenta es una pasada, un rejón en toda regla. 2 adultos y un niño, vino de la casa y sin postre 85 PAVAZOS... Ole vuestras narices!!! Eso para rematar...

Nos vamos sin postre por si acaso nos toca esperar otra media hora y no tienen.

Considerando que las dos veces... La comida ha sido correcta, como en otros miles de restaurantes de alrededor, NADA ESPECIAL... El local es poco acogedor y descuidado y el servicio es un desastre... Y la cuenta que no hay por donde cogerla... No se me ocurrirá... volver, recomendarlo a nadie, ni por supuesto, llevar a nadie.

No entiendo la puntuación que tiene este local, lo he intentado dos veces y por eso doy una estrella, porque no volveré y...