Restaurante Villa de Ferias — Restaurant in Medina del Campo

Respecto al local es precioso, muy limpio, y la decoración está muy cuidada y han creado un ambiente muy bueno, además con buena música de fondo. La atención fue muy correcta y profesional. Primero tomamos algo en la terraza con vistas al Castillo de la Mota con unas tapas muy ricas, dudamos de cenar en la terraza. Finalmente pasamos al comedor y allí cenamos. Tomamos el vino que fabrican los dueños del hotel, un Caraballas, es un rueda ecológico muy bueno!! Además vino acompañado con una tapa de la casa con raciones de queso puro de oveja riquísimo. Para cenar pedimos salteado de boletus con virutas de jamón, que llevaba una salsa que no dejaba saborear el boletus y el jamón; también mollejas de lechazo que tenían un rebozado muy grueso. Y finalizamos con magret de patología con salsa que...

La experiencia que he tenido en el restaurante del hotel ha sido excepcional comida exquisita, servicio muy atento y el ambiente acogedor. El restaurante cuenta con una gran variedad de platos que en cualquier sitio no tienen la misma calidad, tiene salones para todo tipo de eventos como bodas, comuniones, etcétera, una cocina que es inmensa para que la calidad del plato salga también inmensamente bueno y poco se habla de su magestuoso vino de la finca Caraballas también en posesión del hotel, se nota que es un vino muy cuidado y hecho con la paciencia y el esfuerzo que se merece para que salga con ese sabor tan de Caraballas e inigualable por otros viñedos de su alrededor. En conclusión, recomiendo cien por cien que la gente disfrute tanto como lo he hecho yo en...

Comimos un rodaballo para 2, espectacular. También probamos helado casero de mandarina. El servicio perfecto y la comida riquísima. Además el comedor da a un patio interior muy bonito. Por ponerle un pero, éramos dos con un bebé de 10 meses al que le dimos de comer el pescado y nos cobraron 3 servicios de pan, cuando solo habían puesto dos panes. Detalle feo pero lo pagamos con gusto y dejamos propina ya que fueron encantadores incluso cuando el niño no paró de corretear de un lado a otro (el comedor estaba medio vacío...