Bocca Miranda — Restaurant in Miranda de Ebro

Salimos a las 15'00, llegando a Miranda a las 21'30.

Nos hospedamos en el Albergue Juvenil junto al resto de asociaciones del Camino de Santiago, para participar ese fin de semana en la 33ª Asamblea de la Federación de Amigos del Camino.

Mientras nos dieron habitaciones que si pitos que si flautas nos pusimos a buscar donde cenar a las 22'30 largas, nos hablaron que al ser jueves se celebraba los "PINCHOS POTES".

Y finalmente nos recomendaron entrar en BOCCA, tampoco podíamos ir con muchas exigencias puesto que estaban a punto de dar las 23'00, y era jueves.

Preguntamos en barra, dijimos que éramos 16, y que entendíamos que ya la cocina estuviese cerrada o a punto, que no les daríamos mucho trabajo, y que nos pusieron aquello que tuvieran más "a mano".

GRACIAS!! El trato que nos tuvieron fue GENIAL. Pese a que sus gestos eran "madre mia estabamos cerrando, cocina casi limpia...venga va entrad a ver que podemos ofreceros". Nos repartieron las cartas y nos recomendaron cosas.

Servicio rápido pero MUY ATENTO en todo momento pese a las horas. En cocina encendieron horno y fogones y nos dieron de cenar esto. Además el sitio en sí era muy acogedor. Estaba en tre sala de fiestas y restaurante. Luego ya no solo no se limitaron a servirnos sino que también hablaron con nosotros, nos explicaron cosas de la ciudad, etc.

No puedo recordar a pies juntillas los nombres de todos los platos, pero creo que fueron: Croquetas caseras de jamón y leche fresca rabas de pollo con salsa de miel y mostaza patatas bravas con salsa picante y ali oli chipirones de anruelo al estilo Pelayo con alga wasame callos y morros de ternera al estilo tradicional oreja de cerdo adobada, parmentier y aceite de empeltre ("la salsa" exquisita!!)

En postres sacaron varios a compartir entre ellos tarta de queso.

Creo que tras la atención, y el buen trato era justo darle la enhorabuena al cocinero al cual hicimos salir. Es bueno reconocer el buen trabajo y más tras toda una...

Para ser sincero… después de un día chungo de trabajo lejos de casa, no tenía muchas ganas de probar pero al final me he decidido. No puedo estar más contento de mi decisión.

Entras en un sitio con música agradable ambientado moderno tal vez con toque industrial. Muy acertada la decoración y los grifos de cerveza preciosos. Me pregunto qué empresa los decorará 😉

Una carta moderna. Sencilla con un poco de todo.

Te atiende (en mi caso) una señorita con acento no sé si argentino o uruguayo (no quisiera ofender) que ya te empieza envolviendo y con una mirada profunda que hace que le prestes atención y quieras que te explique toda la carta. La próxima vez le preguntaré su nombre.

Atención y consejo excelente. Mi cena (soy de buen comer) Tartar de langostino. Sencillo. Cítrico. Toque picante. Tremendo. Placer en boca. Croqueta de txangurro. Intenso. Con una salsita con su toque picante. Para mojar pan, los dedos, los codos y comerte el plato entero. Finalmente una hamburguesa de contramuslo empanado (con el empanado justo e ideal) de pollo con queso y un pesco de avellanas creo que era. Tremenda. Descomunal. Incomparable.

Tras revisar los postres pedí consejo declarándome fan de las torrijas pero mostrando mi curiosidad por el arroz con leche. Finalmente caí en la tentación del arroz. Un pedazo de plato más para compartir que para uno. Gracias por no echarle canela. Gracias por saliros de lo normal y dar ese toque asturiano de azúcar requemado sobre el postre. Le da el toque justo de dulzura que lo hace irresistible.

Consejo. El arroz tiene tal punto de dulzura que hace al café solo demasiado amargo.

Sin duda. Un lugar para volver en cada viaje. Mil gracias.

Visitadles. Disfrutar. Y que sigan muchos muchos años.

Segunda visita. No defrauda. Digno de probar. Se me pasó preguntar el nombre de la chica. Seguro vuelvo. Lástima que no habrán de lunes a miércoles...

Un 10.En este sitio entran en juego varios factores. Lo primero el local; es un sitio moderno a la vez que acogedor. Durante toda la cena estuvimos muy a gusto y el ambiente fue inmejorable.

Lo segundo el personal, SUPER amables, atentos y agradables. La atención es de remarcar que es sobresaliente por parte de todo el equipo que nos recomendaron, estuvieron atentos durante toda la cena y se nota que disfrutan el trabajo que hacen.

El tercer y último factor, por su puesto, es la comida. Tiene dos partes: la parte del bar, y la parte del restaurante. Como primera vez, elegimos la parte de restaurante y todos los platos que comimos la verdad que exquisitos. Las croquetas japonesas, un concepto diferente. También los chipirones que estaban muy muy tiernos y tenían un sabor increíble, es el plato que más nos gustó con diferencia, no dejamos ni la salsa en el plato. Para completar la cena pedimos los canelones y la hamburguesa de buey que estaban también muy buenos. Para finalizar, la tarta de queso ¡ESPECTACULAR! y la ración es grande también lo que es de agradecer.

Para terminar la noche, según salimos del restaurante nos quedamos en la zona de bar que pasa de ser un sitio de cenas, a un sitio donde hay buena música y buen ambiente.

Volveremos seguro porque hay cosas que nos quedamos con...