I ate here last night as part of a group and had a terrible experience.
First, I am unable to eat gluten. There are gluten-free options, but they don’t have gluten-free soy sauce, so a lot of what I ordered was bland and without flavour.
Second, the service was terrible. The staff don’t tell you what they are serving, they just put it on the table. Because I was part of a large group, I sometimes didn’t know which orders were mine and which weren’t, and I accidentally ate something that had gluten which resulted in me feeling ill after. Also, if you order two of the same dish at the same time, they just give you a double order of that dish on one plate. As a result, I didn’t get the sashimi I ordered because it was served on a single plate, so my friend had a huge order of sashimi while I waited for my order, which didn’t arrive.
Third, there were orders we made that never arrived. The system is incredibly complicated, the tablet used to order turned off at one point and we had to figure out how to turn it back on.
Fourth, during our meal I went outside for a cigarette. As I was walking outside, I slipped and almost fell over because someone had left a wet dishcloth on the floor. I could have been very seriously injured.
This evening was supposed to be a special occasion for a very beloved friend, but I felt that the poor service, poor attention to detail, and complete disregard for basic safety ruined the experience for me.
I won’t be returning, and I will actively recommend to others not to visit Sushisom. In all of my years here in Murcia, this was by far the worst dining experience...
Read moreA primera vista, Shusisom parece un enclave prometedor para los amantes de la gastronomía asiática: una propuesta de buffet ilimitado durante 180 minutos en un entorno moderno y supuestamente dinámico. Sin embargo, lo que debería haber sido una experiencia culinaria placentera, se convirtió en una decepcionante lección de lo que ocurre cuando la logística, el servicio y la honestidad no están a la altura de la oferta.
La primera gran falta de este establecimiento es la omisión de información crítica: aunque se ofrece un servicio de cena durante tres horas, la cocina cierra a las 23:15. Este detalle, que condiciona totalmente la experiencia, no se comunica ni verbalmente al cliente al ingresar ni se indica de forma visible en el local o en la carta.
De los 15 platos que pedimos, tan solo 8 fueron servidos. El resto —incluyendo piezas básicas como makis y nigiris— se esfumó entre excusas tácitas y miradas evasivas por parte del personal. Al notificar la incidencia a los camareros, la respuesta fue el silencio más absoluto: ninguna disculpa, ninguna solución, ni siquiera una mínima atención hacia una queja legítima. El servicio, francamente, raya en la indiferencia, y deja claro que, una vez pasada cierta hora, el interés del establecimiento no está en atender al comensal, sino en que se marche sin hacer demasiado ruido.
Uno no acude a un restaurante como Shusisom esperando alta cocina, pero lo mínimo exigible es coherencia entre lo que se promete y lo que se entrega. No es solo una cuestión de platos no servidos, sino de expectativas manipuladas y una atención al cliente que roza el desprecio. Como resultado, tras más de dos horas sentado a la mesa, me he ido sin haber cenado adecuadamente y con la sensación de haber sido engañado.
Shusisom no solo falla en ejecución, sino en ética. En su modelo actual, no es más que una máquina mal engrasada que prioriza la rotación de mesas sobre la satisfacción del cliente. A cualquiera que valore mínimamente su tiempo y su experiencia gastronómica, le recomiendo buscar alternativas más transparentes y respetuosas con el comensal. Porque aquí, ni hay buffet, ni hay cena, ni...
Read moreSu vergüenzas. Buffet “ilimitado”… de arroz, espera y cara dura
Fui con mis amigos a este buffet con ganas de comer bien y reírnos un rato… y al final lo único que comimos fue arroz y paciencia.
El sistema “5 platos por persona por ronda, rondas ilimitadas” suena bien. Éramos cinco, pedimos 25 platos en la primera ronda… y ya empezó el show. Algunos platos llegaron, otros nunca, y entre uno y otro podías envejecer tranquilo. Cada 15-20 minutos venía uno o dos. Estuvimos a punto de llamar a la arqueología para que excavaran nuestros sushis perdidos.
Segunda ronda… igual. Más espera, más platos fantasmas. Lo gracioso: cuando íbamos a pagar, nos empezaron a traer platos de la primera ronda. Sí, como si vinieran del pasado. Claramente lo hacían para jugar con el tiempo: el buffet tiene límite de 3 horas, y lo que hacen es marearte hasta que se acaba tu tiempo comiendo aire y enfado
La comida: muy floja. Sushi diminuto, con arroz en cantidades industriales y pescado casi inexistente. Literalmente parecía un sushi fake hecho con arroz y una estampita de salmón encima. Si querías proteína, te ibas con las manos vacías y el estómago lleno de tristeza
Y los camareros… sin vergüenza total. Nos dijeron que la cocina estaba cerrando, y que les faltaba para traerlo ahora ya no pedir más, pero 15 minutos después seguían sirviendo sushi a otras mesas. Nos querían echar en toda la cara y sin disimulo. Una falta total de respeto. Ni una disculpa, ni una sonrisa. Te hacen sentir como si molestaras por haber venido a comer.
Y para rematar: el sitio estaba sucio. Bonita decoración, sí, pero el suelo lleno de papeles, de billetes tirados (los típicos papelitos donde apuntan los platos), basura por todas partes. ¿Limpiar? Eso debe ser parte del buffet, pero solo si lo pides como plato extra
Mi nota: 3/10. Y eso solo porque me reí con mis amigos. Si quieres ver cómo es un buffet que te llena más de rabia que de comida, este es tu sitio. Yo no vuelvo ni...
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