Llamamos para reservar y nos dicen que va por orden de llegada. Un vez allí, pedimos mesa y nos sentamos en la terraza. En principio el personal, parece amable y servicial. Nuestra sorpresa llega cuando al sentarnos y pedir una caña junto con un paté de salmón, buenísimo por cierto, nos comenta que no podemos pedir los platos de uno en uno, que tenemos que pedir toooooda la comida a la vez. No ponemos problema alguno, puesto que teníamos claro lo que queríamos comer, así que pedimos toooooda la comida al tomarnos la comanda, pensando en que al ser Restaurante CON UN TENEDOR nos servirán la comida despacio para poder degustar bien todos los platos pedidos. Nuestra sorpresa viene cuando nos sirven todos los platos a la vez sin pausa ni espacio alguno, por lo que comentamos a la camarera que "POR FAVOR, NOS SIRVAN MÁS DESPACIO YA QUE NO TENEMOS ESPACIO EN LA MESA Y LA COMIDA SE NOS VA A QUEDAR FRÍA" , a lo que la camarema nos responde "TENEMOS MÁS MESAS ESPERANDO Y NO PODEMOS". Le comentamos que vaya más despacio por favor, que no cabemos en la mesa, insistiendonos ella de nuevo en que hace hueco en la mesa. Cuando de repente, nos trae el resto de platos sin atender a nuestra petición, sin espacio para los mismos y teniendo que comernos la comida fría por ser servida toda a la vez... La comida toda riquísima, eso sí. Una vez casi finalizadas de comer, nos quedamos con un poco de hambre, y nos decantamos por pedir algo de carne... Cuando llamamos a la camarera para pedir y nos dice que está complicado, que primero tiene que atender a otras mesas, comentándole que no tenemos problema, que esperamos, nos recalca que lo va a Intentar... Tras 20 minutos de espera para tomar nota, me tengo que levantar y pedir la cuenta e irnos. La cuenta, eso si, me la dan al momento. Belén Lema y Míriam fueron las camareras que nos atendieron. Tras 10 días por Galicia, el peor personal que hemos experimentado. Impresentables, pasotismo, y dejadez al cliente. No volveremos a repetir.

La foto es, tras recogernos los platos a las 14.50, se les cae, justamente al lado, pensamiento NINGUNO DE RECOGER LAS CONCHAS, QUE ME CAYERON JUNTO AL PIE.