⭐⭐⭐⭐⭐ LA JAIMA DE SAN JOSÉ – UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE PARA LOS AMANTES DEL BUEN PESCADO (Y LOS GATOS)
Después de muchos veranos recorriendo la costa almeriense en busca del lugar perfecto para entregarse al sabor del mar, La Jaima se ha ganado, sin duda, un puesto de honor en nuestra memoria (y en nuestras papilas gustativas). Este restaurante no solo cumple: emociona. Y lo hace desde el primer bocado hasta el último sorbo.
El pescado a la parrilla... ¡qué maravilla! Jugoso, sabroso, con ese punto de brasa que solo se consigue cuando el producto es de primera y el fuego lo maneja alguien que sabe lo que hace. El aroma te atrapa antes de que llegue a la mesa, y cuando lo pruebas, te das cuenta de que estás ante algo especial.
Pero si el pescado es espectacular, la pata de pulpo es directamente una obra de arte marina. Crujiente por fuera, tierna por dentro, con ese sabor intenso pero perfectamente equilibrado que solo se consigue con materia prima excelente y una cocción precisa. Lo pedimos “para probar” y acabamos pidiendo otra más.
Y el calamar… ¡Ay, el calamar! Fresquísimo, carnoso, hecho a la plancha con un cariño que se nota en cada mordisco. Nada de esa textura gomosa que uno teme: aquí se deshace en la boca, acompañado de un aliño sutil que lo ensalza sin robarle protagonismo.
Y qué decir de las gambas al pil-pil… ¡Ay, amigo! Están tan buenas que no puedes dejar de mojar pan… hasta que te acuerdas de que el “pil-pil” no es un apodo cariñoso, sino una llamada de atención al paladar. ⚠️ ¡Pican! Pican como si las gambas hubieran hecho un máster en defensa personal. No es un picante que arruine el plato, no; es un picante con carácter, de los que te hacen sudar un poquito pero te hacen feliz. Vamos, que sales con la boca ardiendo y el alma contenta.
Los niños comieron de maravilla, que ya es decir. Entre el pescadito, unas papas bien hechas y un trato paciente y cariñoso por parte del personal, salieron encantados. Comer fuera con niños a veces es una odisea… aquí fue una fiesta.
El precio, además, nos sorprendió para bien: muy acorde con la calidad, la frescura del producto y la cantidad servida. No es el típico sablazo de zona turística: aquí se paga con gusto lo que se recibe, y uno sale con la sensación de haber invertido en una experiencia memorable.
Ahora bien, quien disfrute de la compañía felina, va a gozar como un loco. Porque los gatos de la zona rondan por el restaurante con esa elegancia callada tan suya, esperando alguna sobra amable o simplemente observando desde una sombra. A nosotros nos pareció un encanto añadido, como si el restaurante tuviera su propio elenco de extras. ⚠️ Pero ojo: si los gatos no son lo tuyo, este no es tu sitio. Están presentes, no molestan, pero no se esconden. A quien no le gusten, lo va a pasar rematadamente mal.
Un único pero, más anecdótico que grave: el baño necesita un poco más de intimidad. La cortinilla que hace de puerta es algo transparente y no ayuda a relajarse precisamente. Con una puerta más opaca o reforzada, el sitio ganaría muchos puntos.
Los camareros, de matrícula de honor. Simpáticos, atentos, rápidos y con ganas de agradar. Te recomiendan, te orientan y te hacen sentir como en casa. Nada forzado, todo natural. Así da gusto.
Conclusión: Si estás en San José y te gusta el pescado fresco, bien cocinado, en un entorno relajado, con buena atención, precios razonables y ese aire auténtico de chiringuito con alma, La Jaima es una parada imprescindible. Nosotros, desde luego, ya la hemos apuntado como “sitio al que siempre se vuelve”.
(Y sí, volveremos: por el calamar, por la pata de pulpo, por los camareros, por los gatos… y por esas gambas al pil-pil que arden como dragones y saben a...
Read moreLLegamos aquí porque queríamos comer en El Jardín ya que soy vegana. Es difícil ver desde fuera que ha cerrado y son un negocio diferente en el mismo local porque hasta las escaleras siguen diciendo "el jardín", no se si quieren rescatar a los clientes del negocio anterior pero desde luego deberían mostrar más claramente que es un negocio nuevo y completamente diferente. La única opción vegana del menú era una hamburguesa que valía 5 euros más que la hamburguesa no vegana. La han servido mucho más tarde que el resto de la comida de la mesa, sin ningún tipo de salsa o aderezo solo una rodaja de tomate y lechuga dentro del pan seco 😅Al final nos han ofrecido chupitos de frappe de cortesía pero tampoco veganos así que no lo puedo recomendar como un lugar vegan friendly. El camarero iba muy lento para las 3 mesas que había cuando estabamos sentados y vino hasta tres veces a preguntar qué era lo que habíamos pedido o equivocándose con los platos, me ofreció queso (no vegano) en la hamburguesa VEGANA... En fin un poco drama todo. Conocimos a una chica y un chico que entiendo serán los dueños/encargados que se nota ponían mucha ilusión y empeño en atender bien a los clientes. Me encantaria poder darles 5 estrellas porque los dueños han sido MAJISIMOS, pero claramente no soy el perfil de cliente para este bar. Mucha suerte con el nuevo emprendimiento y ojalá os vaya bien pero recomendaría que os diferencieis claramente del negocio anterior que tenía mucho público vegano y vegetariano y su experiencia no será buena en...
Read moreBendita, adjoining, had a good couple of singers playing but was full so we tried this place. Everything was really good, the food, the copas de tinto, the staff and the Swiss couple on the next table that we chatted to. They were only staying one night in San José but after we enthused about it decided to stay a few days longer. The meal at Jaime Puerto was under €30 each. This is a good place to try, whereas we avoided other restaurants near our apartments with...
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