Di Paolo — Restaurant in Oleiros

He ido esta noche con mi pareja y es espectacular.

El servicio super atento y amable, personalmente dudaba entre la pizza calabrese y el pollo al pepe verde, el camarero (con gran acierto) me recomendó el pollo, al final acabamos pidiendo una ensalada cesar como entrante, la cual es realmente abundante, con salsa casera, pollo cocinado al punto, picatostes caseros y bacon bien hecho sin llegar a quemarse, probablemente la mejor ensalada cesar que he comido.

De plato principal y siguiendo la recomendación del camarero, pedí el pollo al pepe verde, viene acompañado de patatas fritas (de nuevo, caseras) y ensalada. La racion es abundante, una persona de buen comer, como es mi caso, quedará mas que satisfecha, dos personas que coman poco, pueden compartir el plato perfectamente. El pollo, independientemente de la salsa, está jugoso y bien sazonado, junto a la salsa, el sabor es increible y me parece una apuesta segura al visitar este restaurante.

La pasta de mi pareja, del mismo modo que mi plato, era bastante abundante (lo cual me resultó una sorpresa, porque los restaurantes italianos tienden a ser escasos con las raciones de pasta) y cocinado al punto perfecto, las zamburiñas impregnan el plato y le dan un sabor a marisco muy intenso que acompaña fenomenal los vegetales y la pasta.

El servicio es inmejorable, ambos camareros super atentos, amigables y ayudan a que te sientas a gusto desde que entras por la puerta.

La relación calidad-precio, me parece buena, no es un telepizza, tanto pagas, tanto obtienes, entrante, dos bebidas por persona, ensalda para compartir y un plato para cada uno, un total de 58 euros, no me parece caro para la calidad que sirven, especialmente si lo comparamos con otros restaurantes de índole similar.

Honestamente, no se me ocurre nada malo que decir de este sitio, sin duda repetiremos, mas...

Un local luminoso, tanto en lo interior, con gran altura de luces y espacio desahogado, como en la natural que proviene del exterior, gracias a unos ventanales tipo muro, un acierto que dota de calidez cuando las jornadas están coronadas por el gris de las nubes. La decoración interior es asimismo alegre, y ya con los motivos navideños instalados, un punto más. Tanto el propietario como su equipo son cercanos y raudos en la atención, también detallistas, pues me pusieron un plato adicional para depositar en él las cáscaras de los bivalvos presentes en el plato encargado, algo que en otros locales debo pedir. Amables, pues también comentaron que podría tomarme mi tiempo, algo de lo que no abusé, pero opto por comentarlo, pues da la medida del ( buen ) talante que encuentras en el establecimiento. Pedí un espresso, rico, mientras ojeaba la variada carta. También tomé un Aperol Spritz tradicional, sin florituras, más propias de la hora de los cócteles ; al mediodía o primeras horas d la tarde prefiero el genuino, aunque sobre cuál es...aún haya debate ; pero esa es otra historia. Tomé unos muy sabrosos Spaghetti allo Scoglio, que distingue a este enriquecido plato por el núcleo de bivalvos y langostinos que acompañan a la pasta, siendo los mejillones y almejas también "socios" de la sepia - presentada en pequeños cortes -, lo que facilita la "ardua" labor de...disfrutar del completo plato. En fin !, un deleite, que premiaría con un 4,5 como nota más justa y cercana a la realidad. Rematé con otro espresso, aromático, espeso, profundo, algo para mí tan importante como el plato principal. El local dispone de una pequeña terraza exterior, cubierta, para días, supongo, menos fríos que...

La experiencia gastronómica en el restaurante italiano Di Paolo ha sido, en lo que a cocina se refiere, excelente. Platos bien elaborados, ingredientes y sabores que transportan a Italia. Sin embargo, el punto débil fue el servicio; deja mucho que desear, personal poco profesional y con comentarios fuera de lugar, que desentonan completamente con el ambiente del local.

Lo que realmente elevó la velada fue la actuación del violinista Anderson Quintiliano, sin duda lo mejor. Anderson es mucho más que un músico de restaurante: es todo un símbolo de superación en A Coruña. Después de años tocando en la calle, se ha convertido en el violinista más famoso de la ciudad. Ha logrado ingresar en el Conservatorio Profesional de Música de A Coruña, y ya antes de eso recibía formación de músicos de la Orquesta Sinfónica de Galicia e incluso del propio Carlos Baute. Su talento, humildad y entrega al público son dignos de admiración y aportan un valor inmenso a la experiencia en Di Paolo.

En resumen, una comida deliciosa que merece una atención más cuidada por parte del servicio, con el añadido inigualable de poder disfrutar del arte de un verdadero virtuoso como Anderson.

Solo por escucharlo en directo, ya merece la pena...