Restaurante La Terrazza da Paolo — Restaurant in Ourense

I recently had the pleasure of dining at this hidden gem of a pizza restaurant in Spain, and I must say, it was an unforgettable experience. Located on the second floor above IKEA, finding it may require a bit of detective work, but the effort is absolutely worth it.

The standout feature of this place has to be the pizza ovens. They work their magic to create a perfectly crispy and delicious crust that sets this pizzeria apart. I opted for the Bordetella and ham pizza with pistachios, and it was a flavor explosion like no other. The combination of flavors was unexpected but delightful, with the pistachios adding a unique crunch and nutty undertone to each bite.

While the location might be a bit tricky to find, the extraordinary pizza more than makes up for it. If you're a pizza enthusiast, this spot is a must-visit in Spain. Your taste buds...

Que pena! Fuimos por primera vez hace una semana mi pareja y yo, y la verdad que nos gustó mucho. Reservé para este fin de semana para celebrar mi cumpleaños, éramos 9 personas y reservé para las 21:30. Por cosas de la vida, los primeros llegamos a las 21:38 de reloj...es impuntualidad por diccionario pero me parece un margen que podríamos llamar "de cortesía". Pues bien, nada mas indicarnos nuestra mesa el posible "jefe de sala" ya nos llamó la atención por llegar tarde, 8 minutos. Soy consciente pero me parece exagerado ya de entrada. Le indiqué que nosotros podíamos ir pidiendo por los que faltaban, suponiendo que por la demora de los que faltaban supondría un retraso para disponer de nuestra mesa para otra posible reserva, y nos dijo que no. Nos comentó que al esperar por los que faltaban que se demoraba la toma de comandas, el servicio.... La cosa empeoró un pelín más. Mientras los que faltaban no llegaban tampoco nos pidieron bebida. Cuando llegaron las dos personas que faltaban ya eran las 22 ciertamente, tampoco nos vinieron a pedir las bebidas, ni las comandas, nos atendieron a las 22:20. Cuando ya nos parecía un poco vacile, llamé al camarero y le pregunté si nos iba a atender, y me contestó en tono vacilón "ahora venía", y por encima, se tomó la confianza de tocar en el hombro a uno de mis invitados dándole varios toquecitos y diciéndole "la media hora de cortesía eh". La verdad es que era para levantarse e irse, ese gesto de colega vacilón ya me pareció fuera de lugar. La tensión se palpaba y alguno de mis invitados se crispó. Intenté explicarle al camarero que entiendo perfectamente que no fuimos puntuales, que asumo que llegar tarde a una reserva puede suponer retrasar otros servicios o que nos atiendan más tarde, pero que le ofrecí la opción de ir pidiendo por los demás y la rechazó, y que lo suyo sería irnos preguntando qué queremos tomar de bebida. Nunca me ha pasado nada igual. Los primeros llegamos 8 minutos tarde, y podíamos ir adelantando por los demás. Que me llamen la atención por 8 minutos... Y lo peor es que la mesa no les hacía falta. Cuando nos fuimos los últimos comensales ya procedían a cerrar el servicio. Es una pena. No vamos a volver. Y fuimos con ilusión de celebrar un cumpleaños. El camarero se pasó de vacile y tener educación no es decir las...

Este fin de semana fui a cenar con unos compañeros, pues era el cumpleaños de una de mis amigas y al haber ido ella otro día y quedar contenta decidió repetir. Por motivos laborales y que me costó encontrar el local (no está justo en la carretera sino algo escondido) me retrasé 10 minutos. Cuando llegué la mayor parte del grupo (éramos 9) ya estaba allí y me comentaron que les habían echado la bronca por llegar 8 minutos tarde. Ya desde el primer momento la persona que les atendió fue desagradable. Nos sentamos y le pedimos que si nos podía atender hasta en 4 ocasiones. Nos respondió el camarero con un “ahora vengo” nada convincente. Le pedimos que nos tomara comanda de los que faltaban para ir adelantando y no retrasar más a cocina, ya que éramos conscientes de que nos habíamos retrasado un poco. Nos dijeron que no. Lo peor vino cuando llegaron las dos personas que faltaban y desde ese momento, vi perfectamente cómo gente que estaba llegando era atendida. Les tomaban comanda y les ponían platos y servían la bebida. Por cuarta vez le preguntó mi compañera que cuándo nos podía atender y el camarero, de forma muy desagradable le contestó con un “pues ahora”. Eso fue 40 minutos después de haber llegado y 20 minutos después de haber llegado las dos últimas personas. Y aún encima el camarero le dijo a uno de los clientes, de forma vacilona y dándole toquecitos en el hombro, que “es la media hora de cortesía”. Ahí, concretamente intervine yo que trabajo de cara al público y jamás se me ocurre tratar a los clientes así ni reprenderlos aunque hayan cometido un error. Le pregunté directamente al camarero que si nos había retrasado la comanda por haber llegado tarde y literalmente me dijo que si. Vamos , que como llegamos tarde decidió atender a todo el mundo y dejarnos para el final, como si fuera un castigo. Y encima se puso a discutir conmigo y sin ni siquiera escucharme. Una vergüenza de trato que realmente deberíamos habernos ido. Eso sí, una vez que pedimos la comida llegó rápido y estaba correcta. Pero desde luego no...