Sanmiguel Restaurante & Gastrobar — Restaurant in Ourense

DESASTROSO RECUERDO DE UN GRAN RESTAURANTE. Acudi a este mitico restaurante ourensano a una cena de menu cerrado, por primera(y última vez) desde que reinició su andadura con nueva dirección. Inexplicablemente, nos tuvieron en plena calle hasta que llegó el horario contratado de las 22:30 horas, y a continuación nos hicieron entrar en el comedor por un pasillo angosto y lleno de dificultades para personas con discapacidad. No reciben a la gente con amabilidad ni con un vino o aperitivo. En mesa, mas de 30 minutos para que comenzaran un servicio desastroso lle o de errores y falta de profesionalidad. El protocolo indica la pauta en la que se debe servir los mariscos (primero el que se coma con las manos y luego el que necesite cubertería para su disfrute) pues NO; sirvieron vieira(chilena congelada y con poco aliño) y a continuación unos gambones pasadisimos de cochura(seguro que por realizár una plancha y luego horno de convección ) que nadie repitio. El bacalao al horno, mas de lo mismo, pasado de coccion, patatas chiclosas y muy salado. Las carrilleras al mencia estaban bien aunque escasas de salsa. Un coulant de chocolate con helado de mandarina que fué otra decepción ya que era un auténtico bizcocho seco. Ni se preocuparon los camareros al ver los platos de vuelta, ni realizaron un buen servicio (todos los platos en servicio inglés con 3 platos cada vez) ni se molestaron en servir el vino(ya abierto en las mesas) y todos calientes(blanco Ribeiro, tinto mencia y agua mineral). Para completar el desastre, café en termos, e infusiones directamente en la taza sin cubrir y sin tetera. En resumen, una cena de los horrores en un local que quiso mantener el nombre de un lugar mítico en la gastronomía gallega sin mantener ni su calidad ni su prestigio. Local - 0 Ambiente- 3 Servicio...

Fue la segunda vez que comí desde que cambió de imagen. Me sorprendió gratamente el reservado, preciosas paredes de piedra y una amplia mesa invitaban a una rica comida. Pedimos las bebidas y empezaron los peros... En la pecera no hay bogavante, pero no avisan de su inexistencia antes de elegir la comida. Llegan los primeros a compartir, de las dos raciones de pulpo llega una... y casi 15 minutos después la segunda. La parrillada de verduras variada y rica, ligeramente fría para venir de la parrilla. Los langostinos crujientes un descubrimiento que se mereció repetir. El pulpo bueno, pero sin más y excesivamente caro para el tamaño de la ración. Parecía que el desaguisado del inicio se había desvanecido. Llegan los segundos... las carnes casi frías, una lástima porque el punto era bueno pero despreció su sabor la escasa temperatura. De los dos pescados a compartir, el rodaballo delicioso; la dorada sin poder valorar porque la primera tuvo que volver a la cocina y su sustituta nunca llegó a la mesa. Es cierto que recibimos disculpas, que tuvieron varios detalles para tratar de compensar el error y eso se agradece mucho. Personalmente la torrija no me gustó, demasiado caramelo; aunque he de reconocer que el pan con el que la elaboran es delicado y muy agradable al paladar En definitiva, un lugar agradable pero deslucido por la cocina variable y por la imprecisión entre la carta y la oferta real. Lástima que la imagen del lugar y de su maitre no se corresponda con la calidad del conjunto de la...

Salimos decepcionados. Local muy bien, comida bien, atención mal. Como llegamos antes de la hora, empezamos tomando un vermut en la mesa indicando que después pediríamos. No trajeron aperitivo alguno (al menos unas patatas o unas aceitunas). Enseguida nos tomaron nota, y sorprendentemente empezaron a traer los entrantes casi al mismo tiempo que los vermuts... En cuanto al servicio, muy mal. El que suponemos era jefe de sala, mientras nos tomaba nota de la comida estaba mirando hacia la puerta, e incluso nos paró a mitad para ir a sentar a otra mesa. El otro camarero un desastre: no sirvió el vino ni el resto de bebidas, nos dejaba los cubiertos y los platos en medio de la mesa "y ya repartís vosotros", luego nos cortaba la conversación para pedirnos que le pasásemos los platos vacíos a él, trataba a la gente de todas las mesas de tú, etc. Nos tuvieron bastante abandonados, sin estar pendientes de traer más pan, pasando más de media hora entre segundo y postre... Desde luego son cosas que un sitio de esta categoría han de tenerse en cuenta, y con una cuenta de 47€ por persona no se pueden pasar por alto como si fuese un establecimiento de menú del día. La comida en sí no estaba mal pero para nosotros no va en consonancia con el precio. Hay bastantes restaurantes del estilo en Ourense a los que sí merece la pena ir. La verdad es que nos dio la sensación de que el servicio quizás sería de sustitución por vacaciones o algo por el estilo. Tampoco aceptaban pagos con TheForkPay, supuestamente...