Casa Cámara jatetxea — Restaurant in Pasaia

We were really looking forward to visiting Casa Cámara, having read so many glowing reviews online. Unfortunately, it didn’t quite live up to expectations.

We visited on a Friday evening, arriving as one of the first diners at 8:30 pm. The restaurant filled up within an hour, but the atmosphere remained muted - no background music, and diners speaking in hushed tones, which made the space feel a bit lifeless.

The food was the biggest disappointment. Given the restaurant’s reputation for seafood, we expected vibrant, fresh flavours, but most dishes were overly oily and bland. We ordered the Razor Clams special, but they were watery and tasteless. (We’d had razor clams at Ganbara earlier that day, which were bursting with flavour - and cheaper!). The artichoke stew with seafood was another miss. The artichoke base was flavourless, and the seafood mix included mussels, clams, oysters, and an unidentifiable membrane that we left untouched out of caution.

For mains, we had the Roasted Monkfish, which was served and cut at the table. Sadly, it was swimming in oil and completely lacked the fresh, delicate flavour you’d expect - especially at €58 per kg. The sides were a mixed bag: the potatoes were probably the best thing we ate, while the roasted peppers were overcooked and bitter.

The village of Pasai Donibane itself is beautiful and quaint, though parking is tricky, so plan to arrive early. There’s a small boat that crosses the harbour, but limited parking on that side put us off. We visited in the evening in late February, so it was pitch black outside - but I imagine the view would be lovely on a sunny summer day, so lunch might be a better option.

The service was friendly, and the setting has potential, but the food just didn’t deliver - especially given the price. Sadly, we...

Primero que nada, me gustaría decir que llevo más de 20 años visitando casa Cámara y este pasado mes de junio lo hice por última vez. Y si, cuándo digo por última vez, quiero decir que no volveré... Era sobre el año 2000 que fuí por primera vez, recomendado por un compañero de trabajo de aquel entonces y he de decir que siempre he comido muy bien. Es un sitio que no es barato, pero siempre he comido producto de mucha calidad, sobre todo, la langosta. Este pasado mes de junio fuí con mi pareja, teníamos reserva a las 21:00 horas y llegamos a las 20:45, ya que solemos llegar con tiempo....dentro del restaurante tenían 3 o 4 mesas con gente y el resto estaban preparadas. Hasta aquí, todo correcto, pero entramos y nos atendió un chico muy amable y le dijimos que teníamos reserva a las 21:00 y se acercó la propietaria y le dijo que si teníamos reserva a las 21:00, aunque sólo faltaran 10 -15 minutos, teníamos que esperarnos fuera...de manera muy amable le dijimos que fuera hacia muchísimo calor y que nos gastaría sentarnos en nuestra masa, para pedir bebida, ya que llegamos muy acalorados....pues su respuesta fue tajante, no! Le pedimos si nos podía servir una cerveza para esperar aquellos 10 minutos fuera y nos dijo que no...nos sorprendió esta soberbia, pero nada, nos fuimos a un bar que había a escasos 50 metros y nos bebimos una cerveza, ya que hacia mucho calor y en la calle no se podía estar...(he leído en algunos comentarios que también les pasó lo mismo...) A las 21:00 en punto volvimos y para nuestra sorpresa, muchas de las mesas que tenia vacías ya estaban con sus comensales sentados y bebiendo algún refresco.....desconozco porqué estos si pudieron pasar y con nosotros no tuvieron la deferencia de dejarnos entrar diez minutos antes.... Una vez pasado este mal rato, teníamos la esperanza que se nos olvidaría con una buena comida, pero tampoco... Pedimos, cómo siempre, una langosta, que evidentemente estaba deliciosa, ya que la cogen de la jaula y la ponen a la plancha y de la plancha al plato (el precio es 149,75€/kg, creo que muy excesivo, pero bueno....). La nuestra pesó 0,690kg, nos costó 103,33€. También nos pedimos una zarzuela (49€) y era muy pequeña, con una gamba para los dos, dos cigalas muy pequeñas, tres almejas, un trozo de sepia y un trocito de rape, todo muy pequeño, sin gusto y congelado....no había manera de pelar la gamba, la piel estaba pegada a la poca carne que tenia, cómo si no hubiera un mañana....otra cosa a destacar, para mal, es que me parece que un lugar especializado en comer langosta, sólo te saquen un cascanueces para romper las pinzas y patas de la langosta, no tienen utensilios adecuados, cómo en otros sitios... Es cierto que el lugar, des de que empecé a ir hacer más de 20 años hasta ahora, se ha vuelto mucho más turístico y siempre tienen la clientela asegurada, pero eso no tiene porqué significar que bajen la calidad de la comida y del servicio de la manera que lo han hecho....aún recuerdo cuándo estaba la señora mayor que regentaba el restaurante, tan delgada y subiendo la jaula de las langostas (siempre hacíamos broma con ella y era mucho más simpática y humilde que sus sucesores) y con una calidad de toda la comida infinitamente superior a la de ahora. Cuándo el camarero, muy amable y de trato exquisito, nos preguntó que tal todo, le dijimos que la zarzuela dejaba mucho que desear, ya que era muy pequeña, todo congelado y sin gusto....nos dijo que ya se lo comentaría al jefe de cocina.....en fin, que pagamos 209€ por una langosta, una zarzuela, una botella de cava y dos cafés....hasta el pan era congelado....para mi sorpresa, Casa Cámara ha salido de mi lista de restaurantes favoritos... Por último, la acústica del restaurante hace que para poder hablar con tu pareja, tengas de gritar cómo si estuvieras dentro de una discoteca.... Me he pasado más de 20 años recomendando este restaurante, pero ahora por ahora, m recomendación es clara, si podéis ir, no lo hagáis...es equiparable a los restaurantes de las Ramblas de Barcelona....turísticos y...

We had been looking forward to dining here from the reviews. We had reservations on Tuesday evening at 8:30. It was raining and our driver walked with us to the restaurant. It was 8:15. When we arrived, there were no lights on outside or inside , except a small one upstairs .. we knocked and knocked, the rain was now heavier We realized , after the long drive , that no one was there or answering the door We started to walk back, saw a small bar open. Carlos our driver went inside to ask about the restaurant. A woman seated at the end of the bar , curtly tapped repeatedly on her watch and said it opened in 15 minutes. Would not look at us and turned back to her friends at the bar.. I would understand to wait , but when the outside and inside lights are off and no servers in sight getting ready.. we felt unwelcome and surprised to find no reception.. I would think twice going there, especially for the long drive from our hotel the Maria Cristina, to be treated ungraciously by a staff member sitting at the neighborhood bar fifteen minutes before the restaurant was to open! I called the next day and the proprietor was apologetic at least.. Melinda Winet...