Doce Torres — Restaurant in Ponferrada

Ponferrada era una de esas ciudades por la que había pasado un montón de veces, pero nunca había estado.

Así, pues, un día de las vacaciones en el que amenazaba lluvia, y de hecho llovió, pensamos que lo mejor era ir a visitar una ciudad. Y a Ponferrada que nos fuimos desde la comarca de Laciana.

Cuando fuimos a visitar el castillo templario, eran las dos e iban a cerrar. Así, pues, lo mejor era buscar sitio para comer.

Justo delante de la puerta de acceso del castillo, nada más cruzar la calle, ahí esté el restaurante Docetorres. Entramos pensando que no iba a haber sitio. El jefe nos invitó a esperar unos quince minutos. Y mereció la pena la espera.

Nos encontramos con un salón amplísimo, tanto que permitía que las mesas estuvieran basntante separadas unas de otras. Algo que es muy de agradecer y que no es frecuente.

La atención fue maravillosa y muy ágil. Los platos que probamos: Primeros: Ensalada de brotes tiernos, queso fresco, langostino ,fruta de temporada, aguacate y vinagreta de anchoa, mostaza y cebollino. Salmorejo con virutas de jamón y huevo cocido. Combinado de ensaladilla, tomate de huerta y empanadilla de atún Segundos: Rape con salsa vizcaína y mejillones. Costilla a baja temperatura en adobo casero. Hamburguesa de vacuno con cebolla caramelizada, pepinillo y queso de cabra. Postres: Sorbere de limón. Brownie de chocolate con helado de vainilla. Helado artesano de queso con maracuyá. Nos resultó todo exquisito. El ambiente muy familiar. La limpieza de diez. Los camareros: matrícula de honor.

Restaurante más que recomendable. Y, si vuelvo por Ponferrrada, no duraré en dónde iré a...

Tras una dura caminata de varias horas por el Camino de Santiago, llegamos a Ponferrada casi a mediodía buscando un restaurante donde comer. Nos recomendaron este de Doce Torres y la verdad es que fue un gran acierto. El restaurante está bien ubicado justo frente al castillo de los Templarios. Hay dos comedores, uno de ellos bastante grande, decorados con sencillez pero agradables. El restaurante suele estar siempre bastante lleno, por lo que es mejor reservar, especialmente los fines de semana. En el restaurante tienen carta, y hay también dos tipos de menús. Un menú del día con varios primeros, segundos y postres a un precio de 20 euros. Aunque yo aconsejo el menú berciano, que cuesta 25 euros/pax y que fue el que nos pedimos nosotros. En este menú el entrante es un plato con diversos productos de la tierra, y el plato principal es el botillo, acompañado de patatas y verduras. El botillo es un plato tradicional del Bierzo elaborado con diversas partes del cerdo, como rabo, morro y costillas, todo adobado con pimentón y orégano. Todos los ingredientes envueltos en el intestino del cerdo y cocido durante varias horas a fuego lento. Un plato que estaba espectacular, bien elaborado y con buenas materias primas de cercanía y calidad. Tienen una carta de vinos no excesivamente grande aunque con unos vinos del Bierzo muy interesantes. Nosotros nos pedimos un Losada, un vino de uva mencía con un sabor intenso y muy bueno. El servicio del camarero que nos atendió fue bueno, amable y atento en todo momento. Un restaurante muy recomendable con una excelente relación...

Éramos dos personas y un bebé. Fuimos con reserva. Llegamos y al inicio todo correcto , la comida muy rica y bien hecha,las cantidades correctas. La pega que voy a decir es lo que nos descolocó todo,sino hubiera sido una grata experiencia. Por eso no pongo más estrellas. El aire acondicionado lo tenían muy alto. Y nos dieron una mesa justo debajo del aire directo. Lo comentamos para nos movieran la mesa más a un costado que no había nadie y se podía pasar perfectamente. Y el camarero nos decía que el aire lo apagaban y encendían cuando no le estábamos pidiendo explicaciones sino que nos movieran la mesa un poco más allá y tema solucionado. Pues tres veces se lo comentamos . Mi bebé de 6 meses estaba tosiendo. Ya nos molestamos. Me tuve parar de la mesa alejarme del aire acondicionado y comer el postre rápido ,pagar e irnos lo antes posible. Al día siguiente mi bebé le sonaba el pecho pff. Vamos que nada agradable esto último. Podría haberse solucionado fácilmente pero lo...