La Antígua Cestería — Restaurant in Real Sitio de San Ildefonso

Fatal fatal fatal. Pedimos el menú cochinillo para dos personas con dos entrantes. Judiones de la granja y gazpacho. Voy a explicar el porque de esta valoración plato por plato. Judiones de la granja, los tuvimos que devolver, según nos los trajeron a la mesa nos dimos cuenta de que la presentación dejaba mucho que desear, estaban muy desmenuzados y demasiado deslavados, el olor también dejaba bastante que desear pero les dimos una oportunidad y los probamos...gran error, sabían horrible y estaban avinagrados y pasados por lo que pedimos que nos lo cambiasen por unas judias verdes, tiernas pero de un sabor raro también, los trozos de jamón con los que venían parecían goma pura y espolvoreadas con una cosa rara que le conferia un aspecto mohado, pero pensamos que era ajo en polvo. El gazpacho aguado y con poco sabor, los tropezones que lo acompañaban cortados del día anterior y sin ningun tipo de higiene, trozos de piel de la cebolla, trozos enteros de pimiento llenos de pepitas, pan revenido... vamos que cualquiera de los de bote están mejores. Y el cochinillo, la gran decepción, dónde ha quedado eso de que se pueda cortar con el plato de lo tierno que está? en este caso, casi ni el cuchillo podía cortarlo, soso, seco, duro, y quemado, además se supone que venia acompañado de patatas, muy escasas, creo que nos tocaron 5 tiras a cada uno. Pero esto no es todo, estábamos a mitad del segundo cuando aparece la camarera a darnos la carta de postres... (en todo el restaurante estábamos comiendo 5 personas) muy raro todo.... obviamente ni postre ni café, ni nada más por miedo a otra sorpresa desagradable Todo ello con el pan y una botella de agua de litro y medio (lo unico que se salvó) 35€ Cero recomendable. Si podéis, evitarlo a toda costa. Añado además que efectivamente la comida estaba en mal estado ya que he pasado una noche horrible sin salir...

Hemos venido por equivocación y hemos caído en uno de los peores restaurantes de España. La diversión ha sido lo mejor, como dicen muchos, hemos estado un rato buscando la cámara oculta. Ponemos una estrella porque es lo mínimo, pero corroboramos todo lo que se dice en las anteriores reseñas. Hemos esperado 10 minutos a que prepararan una mesa q no estaban preparando (nos ha dado la oportunidad de ver cómo echaban el arroz con leche con violencia sobre vasos de refresco, con la mitad fuera de estos). Cuando por fin hemos bajado, nadie se ha acordado de la comanda hasta que se lo hemos recordado nosotros (a la media hora de nuestra primera comanda se han puesto manos a la obra a calentar los platos ya preparados para los turnos de ayer y esta mañana). La mesa no estaba limpia, las cucharas llegaron sucias, la comida fría y en recipientes viejos y pequeños. El agua: del tiempo. Los sopa de tomate con pasta de macarrones, un terror. El pollo inmerso en caldo del que se ha hecho el resto del menú, no lo hemos encontrado. Las dos patatas; ahogadas. Hemos tenido miedo de pedir el postre, por eso hemos decidido que lo más seguro es pedir café; nos hemos atrevido y se ha salvado (cada uno en una taza de distinto tamaño). El edulcorante debieron de cogerlo de la cocina del cercano palacio de Felipe V (se nos pegaba en la mano, pero hemos conseguido despegarlo y adjuntamos foto). El pan: el mayor manjar. El personal en continua trifulca. La camarera que nos ha servido, con la mascarilla bajada y bufando encima de nuestros platos criticando al resto del personal. El baño con salvaslip utilizado pegado en la basura a disposición del usuario. Chicote, ¡a qué...

Pongo una estrella porque no puedo quitarlas. Hicimos reserva a las 12 de la mañana en el restaurante el Esquinazo, menú de 18 euros, para 11 personas el domingo pasado. Fuimos con tiempo para no tener problemas, jajajajaja. Al llegar a las 14,00 horas nos trasladaros a la calle de al lado a este local. Nos ubicaron en un paso hacia el aseo, donde cada vez q pasaba alguien se golpeaba la cabeza con una viga y una lámpara, terminamos tomándolo con humor y avisando a cada persona q iba al baño para q no se golpearse. Los vasos, sucios y pequeños, pedimos copas para el vino, y el camarero nos dijo que él no era camarero, q le llamaban cuando había mucho lío, y q no tenían vasos ni copas ni nada. Incrédulos y buscando la cámara oculta, empezamos a pedir los platos. El pan congelado, (menú 18 euros) y después de una eternidad llega la propia cocinera, q sale del restaurante y baja la calle con los platos en la mano hasta nuestra mesa. Los macarrones eran sopa de tomate, las ensaladas una inmensidad de lechuga sola, las judías verdes mejor ni las comento. Los segundos no fueron mejor, digamos q la carne llevaba tiempo allí. De postre solo había flan (menú 18 euros).Todo esto entre las continuas bajadas de clientes al baño. No he visto sitio tan caótico y desastroso jamás. Si no podéis coger tantos comensales, coger menos, pero atenderlos dignamente....