Mesón Fortaleza — Restaurant in Requena

What an absolute gem of a find. The food was absolutely fantastic, especially the duck and would highly recommend. Move on seventeen months and we returned. We were expecting a similar experience but as usual being an airhead I forgot to book our table of four, we arrived to find it was absolutely packed out with a sign saying fully booked! We had a chat with a lovely man at reception and eventually he said we could have a table, a massive smile came over my face and put my arms around him saying thank you as we wanted other family members to enjoy what we previously had. Well, no surprise it was as fantastic as our previous visit and certainly didn't disappoint in any way the food, service and atmosphere was brilliant. Thank you so very much for everything. Obviously we will return at some other time we are...

I rarely leave negative reviews, but my experience here was unacceptable.

We arrived hoping to get a table, but the staff told us there were no free tables available. However, several empty tables and chairs were visibly stacked outside, clearly unused. When we politely asked if they could set one up for us, we were rudely rejected without any proper explanation. The tone was dismissive and unwelcoming, which made the whole situation even worse.

It wasn’t about the wait – it was about basic hospitality. A simple explanation or effort would have gone a long way. Instead, we were turned away while perfectly usable tables sat unused just meters away.

Based on this experience, I won’t be returning, and I would not recommend this place to anyone expecting...

Escribo esta opinión después de haber acudido a este restaurante 6 veces por lo menos en los últimos 4 años:

Si no tienes intolerancias, es recomendable. A mi marido le encanta y vamos desde Valencia por el Gazpacho Manchego, el morteruelo y el ajo arriero. Los preparan muy bien según él.

Por mi parte, siempre advierto que soy celíaca, y de las 6 veces que he ido 3 me he llevado una intoxicación de postre. La primera vez fue por el queso frito que me aseguraron que estaba hecho con harina de garbanzo y a la siguiente vez me dijeron que no, que no era apto para mí. (llamé esa tarde al local y la dueña Helena, me dijo que se llamaba, me dijo que si volvía que tendría un detalle por las molestias ocasionadas, a pesar de preguntar por ella cada vez, nunca ha salido).

La segunda no sé por qué, porque pedí pollo a la brasa con patatas (en teoría sin gluten). Y nada más. Que estaba muy bueno, pero no deben controlar bien la contaminación cruzada porque no me sentó bien.

Y la última ha sido hoy. He pedido crema de verduras y salmón con patatas (en teoría sin gluten) y me han asegurado y reasegurado que era apto para mi. Pero aquí estoy unas horas más tarde descartando este restaurante para siempre. A mi marido le encanta, pero desde luego si vas con un celíaco mejor no vayas.

A parte hay varias cosas que mejoraría del servicio. Hemos tenido que pedir el pan varias veces (que por cierto hoy no había sin gluten), el postre 2 y los cafés otras 2. Las camareras son simpáticas pero no tienen visión global de las mesas, van del punto A al punto B apenas sin mirar a los comensales y toca estar haciendo señales de humo para que te vean o atiendan.

Por último había mucha corriente en el local, los 4 teníamos frío, no sé si sería el lugar donde estaba ubicada nuestra mesa, pero a pesar de pedir que subiera la calefacción, hemos salido helados.

El señor de recepción siempre muy atento, y en general un ambiente agradable y limpio.

Cómo conclusión, un buen sitio para comer si no tienes intolerancias. Pero si las tienes,...