La decadencia de lo que fue un lugar clásico en Roquetas. Experiencia nefasta la que viví ayer con mi familia. Este lugar ha cambiado de dueño y ahora ha bajado de categoría, de ser un restaurante de toda la vida en el puerto de Roquetas a ser un sitio de tapas escasas y de baja calidad. A pesar de ir a almorzar el camarero se niega a poner un mantel en la mesa, que estaba muy sucia, pero que él limpió ¡pasando la palma de su mano varias veces!!!! (la higiene en este lugar brilla por su ausencia). Al no ser restaurante ya no tiene carta, por lo que solo hay tapas modestas, más la obligación de tener que ir pidiendo bebida todo el rato. Ya no tienen sus excelentes frituras de pescado y no te puedes salir de las tapas, como nos dijo el camarero de manera muy desagradable. Pedimos migas, que vinieron crudas y húmedas. Solo nos pusieron una tapa, las demás vinieron 20 minutos después tras reclamarlas varias veces (poca coordinación de camareros). Segunda tapa "pescado frito", pero era morralla con raspas y sin limpiar, para dar salida a pescados que no se venden en la pescadería. En una cesta, sin plato. Tuvimos que dejarlas porque solo había raspas (pescados baratos). Todo 36 euros. Nos fuimos sin comer, sentados en una mesa sucia y sin mantel, ya que a las 15:55 nos dicen que la cocina ya cierra. Hasta cierto punto puedo entender que el local ha bajado de categoría para adaptarse a otro tipo de clientela poco o nada exigente, y que se conforma con tapas escasas de morralla barata, pero ya está en nuestra lista negra. Por la falta de higiene, por la mala atención y por la comida que deja tanto que desear. Por si fuera poco toda la tarde nos encontramos bastante mal ya que el aceite utilizado en esas fritangas obviamente no era de oliva, nos ha durado bastante la indigestión de lo poco que comimos. Una pena que se estén perdiendo esos sitios clásicos...
Read morePedimos un par de refrescos, un par de cañas y con cada consumición una tapa (se paga suplemento). Los calamares y la fritura no estaban mal pero eran escasas. El pulpo a la gallega, bastante ramplón. El problema estuvo con la cuarta tapa, croquetas de jamón. Al probarlas notamos un fuerte sabor agrio porque estaban malas así que las devolvimos a la cocina. Comimos el resto y en vista que habíamos acabado y que ni la camarera ni el camarero nos decía nada sobre la croqueta entré a pagar a la barra. Cuando la camarera me vio me dijo que había quitado la croqueta de la cuenta. Justo después un hombre que quizás fuera el dueño o el encargado me lo repitió y me dijo que ese era el sabor propio de la croqueta. Le pregunté si él la había probado y me dijo que lo habían hecho en cocina. Pregunté a los cocineros quién la había comido pero ninguno contestó. De repente el hombre dijo que él también la había probado. Le pregunté si él había comido esa y me dijo que justo esa no, pero que las solía comer. Le respondí que si era costumbre del bar recibir comida devuelta de clientes sin probarla y me repitió que la croqueta estaba buena. También le pregunté si era normal que el personal no saliera a hablar con la clientela en esta situación ni se disculpara. Irónicamente me dijo que si yo quería, salía y se me pedía perdón de rodillas. Le pregunté que si no le parecía que al menos debería ofrecer una alternativa a la tapa e, irrespetuosamente, me dijo que si me parecía bien me invitaba a todo. En vista del trato tan lamentable, pagué y nos marchamos. Imagino que habrá bastantes bares en Roquetas que frían como ellos (y probablemente mejor), pero dudo que haya un empleado más...
Read moreEstando de vacaciones en Roquetas de Mar, el chico de recepción del apartahotel donde estuvimos alojados nos recomendó este sitio localizado por la zona del puerto y la experiencia fue increíble. Nos tocó esperar unos minutillos para tener mesa (lo cual dice de la calidad del sitio), pero la espera mereció la pena. Tienen la ventaja de que, para pedir, te pasan un QR con el número de mesa en la que te pones para poder pedir todo de manera telemática. Ofrecen una grandísima variedad de tapas diferentes para acompañar tu bebida, algunas de ellas con un pequeño suplemento al pedirlas dado el producto que pides, así como la posibilidad de pedir raciones o medias raciones. Además, puedes pedir tapas extra (sin necesidad de pedir bebida) por 2.50€ (salvo que esa tapa lleve el suplemento comentado). En nuestro caso, pedimos una brocheta de rape y langostino (vimos que la tenían muchas mesas de alrededor y nos llamó la atención. Estaba muy buena) y una tapa extra de calamar frito (muy rico también, muy tierno y nada frito). Además, pedimos para compartir media ración de adobo y media ración de chipirones fritos. Ambas estaban muy buenas, nos llamó especialmente la atención el tamaño de las mismas (para bien, pues nos pareció mucha cantidad de plato para tratarse de media ración). En el caso del adobo, venía servido junto a una especie de picadillo de lechuga y pico de gallo que lo acompaña a la perfección. En definitiva, un lugar más que recomendable si te encuentras en Roquetas. Me quedo con ganas de probar alguno más...
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