Restaurante El Espigón — Restaurant in Roquetas de Mar

Reservé mesa el día anterior para mi familia y dejamos dicho cómo queríamos la paella para que tardasen menos en hacerla. El chico que me atendió ni me enseñó la carta, ni se quedó con mi nombre, ni creo que le pillase en un día bueno porque su amabilidad brilló por su ausencia. Pues aún con eso, tuvimos que esperar casi 1 hora hasta que nos la sirvieron. Mientras esperábamos nos dijeron si queríamos algo para picar y pedimos unas gambas a la plancha. La cantidad fue de dos gambas para cada uno de los que fuimos, esperamos media hora hasta que nos la sirvieron, además de traérnoslas casi crudas ya que tuvimos que devolverlas a cocina para que las hicieran más, lo fuerte vino cuando vimos el precio de 12 gambas. Pensamos que era una broma, pero no.

Llega la paella y sinceramente, si me cobras 17,50€ por un plato de paella, un plato por no decir medio, porque con lo que tiene la paellera no da para repetir, me haces esperar una hora para esa miseria, me sajas por unas gambas y tu trato no es el mejor. No esperes que vuelva ni que se lo recomiende a nadie.

Lo único bueno es un señor mayor que nos invitó a unos chupitos, que menos por dejarnos tres riñones, un bazo, dos pulmones y el pancreas para...

Teniendo en cuenta que a las tres de la tarde hace un calor que te mueres estuvimos bien porque tienen toda la terraza cubierta, se hubiera agradecido algo que diera un poquito de airecito o humidificadores o algo.

En cuanto a las paellas eso es otro mundo, estaba buenísima y la repelamos hasta con pan (por cierto el servicio de pan es 1,50€), la ensalada estaba también buena pero una ensalada sin más. Los precios de las paellas muy bien, incluso más barato que en otras playas, lo que nos pareció bastante caro fueron los precios de los entrantes por lo que solo acabamos pidiendo una ensalada.

En cuanto al servicio de los camareros muy bien, la chica que nos atendió estuvo atenta a nosotras todo el rato. Lo único que había un señor (también camarero) llamando la atención todo el rato a otro de los camareros y eso delante de los comensales pues queda un poquito mal.

Pero por lo demás todo fetén, ojalá podamos...

Este restaurante se encuentra muy bien ubicado, en pleno paseo marítimo. Fuimos a comer 3 amigos a finales de julio, al llegar estaba lleno, pero pudimos esperar dentro en la barra tomando algo donde estaba el mismo dueño que derrochaba amabilidad y buen hacer, nos puso una generosa tapa que estaba deliciosa!. Ya en la terraza, un buen mantel y unos bonitos platos, cuidan cada detalle, posteriormente el camarero nos aconsejo y nos contagio con su alegría, aunque estaba lleno y no paraban no le falto nunca una sonrisa! La comida absolutamente deliciosa y bien presentada. El marisco y el pescado muy rico. Se ve que es un negocio tradicional y familiar donde se esfuerzan en agradar a sus...