Gran Pic restaurante — Restaurant in Sallent de Gállego

This is one of those places I am never going to forget - it was just that spectacular. I tried the tomato salad (oh my god the tomatoes!), the beef sweetbreads (juicy, crispy deliciousness), the croquettes and the brioche (don't ask - just order this) and one "flavour highlight" chased the next. Service was incredibly helpful, guided me through the menu as well as off-menu items and patiently answered all my inquiries. After the starters, I finished with the best paletilla I have ever had the pleasure of eating - it was just a dream. Go there, eat the lamb, be in heaven!

Update: Came back a year later. Still the best lamb shoulder in the world. To boot, the brioche with pulled beef and lime is also stellar, and the carilleras are very nice as well. A surprising additional highlight was the roasted pimientos with the lamb. Perfectly succulent and...

Comienzas en un pueblo precioso, con un río y unos paisajes brutales y llegas a este rincón donde te reciben con una sonrisa y un trato qué parecía hasta familiar. Nos ofrecen varias mesas en un local increíble, con una decoración llena de detalles y un buen gusto que te hace trasladarte a tus mejores sueños. Aún añoramos esos sabores que nos marcaron. Las croquetas de jamón, crujientes y cremosisimas por dentro. Un sabor a jamón intenso, brutal. Mira que hemos probado croquetas y para nosotros las mejores que hemos probado. El brioche, de verdad, por favor, no os vayáis sin probarlo. El mejor bocado de mi vida. Vaya suavidad y sabor en la carne y todo en un pan que de verdad, es una sensación que se rompe en la boca. Es espectacular. Probamos también el tartar de sandía y tomate con burrata y qué maravilla. Fresco, original y con muchísimo sabor y contraste. De verdad, no esperaba que fuese tan especial. Qué deciros de la tosta en pan de cristal con escalivada en su punto, natural, crujiente y a la vez se deshacía, brutal. Además, la sardina ahumada sin palabras, dando un toque excelente. De verdad un bocado que no os podéis perder. Y encima, si todo este placer gastronómico insuperable, te lo maridan con unas cervezas caseras de una aldea cercana, y en su punto de temperatura bien conseguido para su punto álgido, y encima espectaculares de verdad...., No hay palabras. Encima, la tarta de queso, de queso local, BÁRBARO. Es una sensación que te hace vibrar. No hemos probado un postre igual ni una tarta de queso tan cremosa y con ese sabor tan potente y suave a la vez. De verdad, tanto fue el tremendo trato y de verdad, tan impresionantemente rico estaba todo que avisamos a una amigos para que reservaran de forma instantánea. MIL GRACIAS por hacernos vivir una de las mejores experiencias gastronómicas que recordamos. Tenemos un grupo y web de reseñas de locales, por lo que, hemos visitado muchos sitios por todo el mundo. Tenéis que ir, de verdad. Cuando un lugar se crea con ese mimo y con esas ganas y trato y encima, con esos platos...de verdad, no es viable...

El que va a la montaña es devoto de la naturaleza y peregrino de costumbres, y volver a Sallent, implica volver al Gran Pic. Hay sitios que están en comunión con su entorno, que dan alimento que sacia hambre y alma. El caminante que llegue y se siente, va a encontrar el reposo del día en sus mesas, atendidas por un servicio que le hará olvidar la fatiga de la jornada.

Un menú breve y sucinto, acompañado por unos pocos fuera de carta, es suficiente para entrever que aquí las cosas se hacen con cabeza y corazón. No va a encontrar un plato que no cuadre con lo que haya visto durante su paso por los valles de la zona. Si gusta de vino, le aconsejarán con mucho entendimiento ofreciéndole etiquetas singulares que seguramente quiera volver a cruzarse en el futuro.

La comida una vez en la mesa le entrará por los ojos y le abrirá el sentido del olfato. No recuerdo la última vez que comí pan tumaca y pudiese paladear el tomate solo con olerlo sin haber siquiera masticado. No sé si coincidiremos en qué es la cocina Correcta, pero para mí, este sitio es una definición de libro.

Cualquier tortilla que pida será buena, todos los guisos le van a reconfortar y su selección de carnes le recordarán que está usted en tierras montañosas. Si solo busca un bocado, hágase el favor de probar unas patatas bravas más, pues estas son sin duda las mejores de la región y nada tienen que ver con ningunas en derredor. Acompáñelo de un arroz si lo hubiera o quizá de un brioche. Yo lo hice y aún me arrepiento de no haber pedido dos.

Y por favor, no se vaya sin haber probado algún postre, el que sea, no hay uno malo. Si es usted de los que no come dulce porque le empalaga, dese una oportunidad. Aquí saben lo que hacen, y no hay dos postres iguales. Su flan de nata es la cosa más delicada y rica que yo haya tenido el gusto de probar.

Si ha pasado por la misma experiencia que servidor, saldrá del restaurante pensando en lo feliz que ha sido desde que se sentó hasta que puso otra vez los pies en la calle, y, con suerte, echará andar pensando cuándo hará su...