Restaurante Copacabana — Restaurant in San Fernando

Esta historia comienza ya con la petición de las bebidas. Pero vayamos por partes: hemos acudido a comer por las buenas reseñas que habíamos leído y le damos una estrella por no poder dejar sin ella. Hemos pedido mesa para 6 y lo primero que ha hecho el camarero ha sido poner mala cara mirando el reloj (14:45), pero nos ha colocado en una mesa para 5. Como íbamos con niños no hemos tenido problema. Pedimos una botella de vino tinto y una de casera de limón y el camarero comienza a cortocircuitar porque no comprende la idea de hacernos nuestro tinto de verano y a ver como lo iba a explicar para que lo entendieran en la barra1. El universo nos mandaba señales pero no fuimos capaces de verlas. De comer pedimos una ración de croquetas, una de ensaladilla de pulpo (que nos dan a elegir entre la normal de pulpo o la de pulpo a la gallega y elegimos la normal). Pedimos también ensalada cesar, patatas con 3 salsas y carne al toro. Nos recomiendan que pidamos también la ensaladilla con gambas al ajillo, que es un top ventas del local. Le hacemos caso. Recuerden que veíamos os las señales del universo. A las niñas le pedimos un par de menús infantiles y a su favor tengo que decir que los nuggets son filetes de pollo empanado, que es de agradecer. Cuando llevábamos cerca de una hora esperando, vino el camarero para informarnos que las patatas con 3 salsa debía ser con 2, pues no les quedaba una. No nos importa. Al rato largo (la hora de espera cumplida) aparecen las croquetas (al carbón) que eran de queso azul y cebolla caramelizada, pero solo encontrábamos cebolla sin caramelizar. Tiempo después llegaron las patatas. Una ración normalita, de las cuales sobró la mitad. Ya se pueden imaginar el motivo. Empezamos a darnos cuenta de las señales. La ensalada, lo mejor la salsa de bote. En ese momento se nos acercan para decirnos que no podían darnos la media ración de carne al toro porque no había, pero que si una tapa y no nos la cobraban. De agradecer. Llegan con las ensaladillas. Échenle a la hora y media de la llegada: dos de gambas al ajillo. Se le dice al camarero que una era de ajillo y la otra de pulpo normal. Se la lleva y cuando la trae de pulpo -sin ser gallega-, es la de pulpo a la gallega, que no la habíamos pedido. Llevábamos una hora y tres cuartos y no queríamos seguir allí, por lo que no hemos dicho nada, pero ha sobrado junto con la ensalada cesar. La verdad es que ha sido un despropósito continuo y no entendemos de donde sale la puntuación que se le da aquí. No entendemos como se puede tardar tanto en ofrecer unos platos que eran fríos la mayoría de ellos, uno solo calentar y otros freir unas patatas y...

Un descubrimiento..

Avisar ante todo, que sinno reservar con varios días de antelación es muy probable que no puedas sentarte a comer. Fuimos sin reserva y despues de esperar un buen rato, conseguimos sentarnos por que una reserva no apareció. Desde el primer momento, nos trataron espectacular, en mi caso no coincido con otras reseñas donde tuvieron mala experiencia con el servicio pues a pesar de no tener reserva hicieron todo lo posible por sentarnos y atendernos de 10, claramente cada uno ha tenido su experiencia propia.

Mi experiencia en este restaurante me ha dejado maravillado uno, por la atención de su personal y del gerente, el que considero un currante y te recuerda a los restaurantes de toda la vida, ciudando a sus clientes y haciendote probar sus platos mas especiales, el trato hacia su equipo y como eso hace funcionar tan bien tanto la sala como a su cocina, la cual no pienso comentar nada sobre lo que comimos y lo dejo a manos de cada uno, pero es un acierto, dejate llevar por sus reconendaciones y disfruta.

Sin ninguna duda, volveremos a repetir, no soy de La Isla pero ni hay nada igual por los alrededores, calidad, gran servicio y un precio extremadamente competitivo.

No cambieis, eso es lo que os hace especiales, mis 10 a la cocina, vivimos un espectáculo en el paladar...

Debo comenzar diciendo que precio/calidad bueno, pedimos la noche anterior fritura de pescado y bastante bien, no creo que llegase al kg como indicaron pero sinceramente muy correcto. La sorpresa ha sido al volver a medio día del día siguiente, una camarera muy amable me indica que para pedir tardarían en salir 45 minutos, por lo que decidí avisar a mi pareja e ir al sitio directamente. Al llegar al Bar nuestra sorpresa es que ya nos indican que fuera no daría tiempo a sentarnos, y nos fuimos para dentro lo cual a regañadientes nos sientan, para posteriormente y de muy malas formas decirnos de forma literal " señores no hay la mitad de las cosas y pedid rapidito que en breve cerramos cocina", a lo que nos levantamos de la mesa y nos marchamos. Nos sentimos ninguneados y las formas fueron terribles, no son formas de tratar a nadie. Podemos comprender que fuimos los últimos, pero el bar estaba lleno y una pareja comiendo comen más rápido y dan menos ruido que muchas familias reunidas, no son formas de dirigirse a la clientela y si no pretendías darnos de comer no nos trates así, dinos qué la cocina estaba cerrada y listo, aunque...