Mar Plato — Restaurant in Sant Lluís

We booked in advance and specifically requested a nice table, as it was a special occasion. We called several times to let them know we were running ten minutes late, but no one answered until the fifth attempt: oddly enough, when we arrived, the terrace was far from full and waiters were mostly idle.

Still, they sat us at an isolated table, even though a clearly better, and empty, one available. We had to request, and wait, and finally we got that table but that didn't feel like good customer service for an establishment that seems to care for every detail.

The place is stunning, but there were more staff than occupied tables, which led to an overwhelming level of attention: it was hard to hold a conversation without someone interrupting every few minutes to ask if “everything was okay.”

The food was a mixed bag: the croquette had excellent flavor but was nearly liquid inside; the presa tartare, despite its appealing name and how it was sold to us by the waiter, was completely bland so we needed extra olive oil; and the steak, surprisingly tasteless, which made us ask for salt, and far too cooked.

Only one red wine option by the glass. Surprising as we saw more options in the menu, but this was the only open bottle...

The bill, in the end, was easily twice what the experience was worth. Yes, the setting is very nice, but nowhere near enough to justify the price.

The Andalusian waiter, however, was the highlight of the evening. We genuinely enjoyed chatting with him, and his warmth stood out in an otherwise disappointing night. We will not return nor...

Me sabe mal escribir esta reseña, pero creo que es justo que la gente que se plantea ir a este restaurante la lea, para tener en cuenta varios elementos que voy a explicar con detalle a continuación... íbamos con las expectativas altas por una recomendación y por las reseñas leídas en google... que me atrevería a decir que muchas son falsas, visto lo visto y vivido lo vivido.... una decepción

Restaurante cerca de Binibeca, con aires de grandeza y orientado a la jet-set, cosa que ya no tiene demasiado sentido si la idea es que los clientes se sientan a gusto. Al entrar, éramos 3 grupos esperando que nos llevaran a la mesa, pero el encargado parecía no tener ninguna prisa por sentarnos, y mucho menos excusarse por tenernos ahí de pie esperando 10 minutos. Añadir que, de espaldas a los clientes que estábamos esperando, había otro hombre en la barra (dándonos totalmente la espalda como si no fuera con él lo de atender clientes) haciendo ver que contestaba llamadas de reservas. Cuando terminó la llamada, se esfumó como si no fuera con él lo de ver a los clientes de pie esperando sin ser atendidos. Me pareció un gesto de mala educación, más teniendo en cuenta que se supone que es un restaurante de alto nivel. Saquen sus propias conclusiones.

Después de 10 eternos minutos, el encargado nos acompaña a la mesa.... wow, la peor mesa de todo el restaurante, en el rincón de pensar, dónde los repudiados, como quien dice. Eso sí, el restaurante estaba prácticamente vacío. Evidentemente, le pregunte si no podía darnos otra mesa (estaban todas las de 2 libres, unas 20 mesas) pero me dijo que no (mentira!!!). Le tuve que soltar que no había ido a cenar a un supuesto restaurante así para cenar en el rincón de los perros. Parece que lo captó y dijo que intentaría cambiarnos. Tardó otro otros eternos 15 minutos en los que aun no nos habían servido la bebida y al final, al ver mis cara de poker, se decidió a cambiarnos a una mesa mucho mejor, que evidentemente no estaba reservada previamente por nadie más. No logro entender esa forma de organizar las mesas en las que pones a los clientes en las peores, teniendo la mayoría libres (cuando nos fuimos quedaban varias mesas buenas vacías aun).

Pasando al tema de la comida.... Se dice que tratan el atún como nadie, o eso he leído en otras críticas.... ejem, ejem....pues mi pareja y yo, que hemos probado bastantes tipos de atún diría yo, no apreciamos nada que denotara esa supuesta gran calidad: el tartar de atún que pedinos estaba muy marinado y no llegaba a penas a notarse el sabor del mismo. Le daría un 5. Las ostras con atún (16 euritos cada una) no tienen sentido, lleva tantos taquitos de atún que no se nota el sabor de la ostra. El atún del tártár es exactamente el mismo atún a tacos que te ponen en la ostra (si nos lo hubieran dicho, pedimos la ostra sola, que era bastante más económica, y le añadimos un poco de tártar, hubiera sido exactamente lo mismo😅)

El mejor plato, el ajoblanco de sardinas, aunque creo que solo llevaba una sardina. Buscamos entre la salsa de ajoblanco (muy rica por cierto), pero no encontramos más😅

Los camareros, algunos majos y otros soberbios, ambiente de esnobismo cansino. Te hacen sentir incómodo desde que entras por la puerta, aunque vayas a pagar una abultada cuenta. No percibí (salvo un par de camareros) ninguna vocación al cliente.

PD: al rato llegó otra pareja, que sentaron en el rincón donde nos habían sentado a nosotros inicialmente, y la chica puso la misma cara de fastidio que yo.... pero no dijeron nada y allí se quedaron, en el rincón de pensar. Vaya tela ir a un restaurante con vistas y que te sienten en el rincón de los marginados.

PD2: no tiene vistas a la puesta de sol, de hecho queda del lado contrario de la isla.

Creo que se tienen que cambiar demasiadas cosas si quieren que realmente funcione el sitio. Para empezar, poner atún bueno de verdad si es su sello insignia, que el cliente no es tonto.

Overoriced total, el peor restaurante donde comimos en Menorca pero el más caro con diferencia, y el peor servicio....

We came across Mar Plato our first night in Minorca since it was just a short walk from our Airbnb, and wow - what a gem! The ambience is so charming and elegant. We sat outside as the sun set and it was truly magical.

The food was absolutely spectacular. Sometimes we weren’t quite sure what we’d get (my Spanish is pretty broken 😅), but every single dish was perfect. Highlights for me were the tomato with ice cream (so unique and delicious!), the croquettes, and the mix of plates at our table that we got like the fish and steak - each one excellent. Both the desserts we got were so good that halfway through I already knew I’d be coming back before leaving the island.

The staff made the experience even better. They were attentive, funny, and incredibly kind. On our last night, my boyfriend and I came back because we couldn’t resist, and once again it was perfect. As a bonus, they even helped us get a taxi when we were struggling to lol.

Between the food, the people, and the atmosphere, this place is a 10/10. We’ll definitely be back whenever we return to Minorca....