Guachinche Don Trino — Restaurant in Santa Úrsula

No suelo hacer reseñas porque trabajo en hostelería desde hace años y sé lo que es que comenten a la ligera, pero en este caso me veo obligada. Anoche mi amiga y yo fuimos a cenar, queriendo probar este sitio porque tenía muy buena pinta la verdad. Antes que nada, decir que no tenemos ningún tipo de queja con la comida, todo lo que comimos estaba riquísimo, todo sea dicho. El problema es que al llegar, el camarero nos comenta que son un “auténtico guachinche” y que solo tiene agua, vino y 7up; nos canta la carta, explicando muy bien lo que lleva cada plato y dando todo lujo de detalles y al indicarnos que hay champiñones rellenos de almogrote, sus palabras fueron “les voy a traer un poco de almogrote y así lo prueban para ver si les gusta”, gesto que nosotras le agradecimos de buen gusto. Al pedir, le comentamos que queríamos medias raciones de entrantes, para poder probar la carne, siendo la comanda esto: 1/2 queso blanco, 1/4 de escaldón (ya que él nos dijo que si ponía 1/2 sería mucho), 2 champiñones rellenos y un bichillo. Repito que toda la comida estuvo genial, la carne increíble, pedimos un postre y genial también. La sorpresa viene cuando traen la cuenta, 9€ la ración de queso (nosotras pedimos 1/2), 6€ los dos champiñones (3€ por champiñón me parece algo desorbitado cuanto menos) y el pan se nos cobra a 5€ al añadirle el almogrote; esto último ya fue lo que realmente nos molestó ya que si tú tienes la cortesía de invitar a algo, es un gesto feísimo cobrarlo después, es tan fácil como indicarlo y así nosotras decidimos si queremos o no el almogrote, jamás lo pedimos y salió de él “para que lo probáramos”. Los 22€ del bichillo se puede entender y los aceptamos de buen grado puesto que era una pieza grande, habíamos felicitado al parrillero por el sabor de la carne y venía con guarnición incluida, pero lo del almogrote y los champiñones… no puedo dejarlo pasar. Sé que lo primero que deberíamos haber hecho era hablarlo con el mismo camarero que nos atendió en el momento, pero siendo sincera nos dio más vergüenza a nosotras que a ellos reclamar por esos precios y la fealdad del gesto. ¿Mi sorpresa? Al leer ahora las reseñas veo que hay una previa que coincide exactamente con nuestra experiencia, así que veo que lo de cobrar ese precio por unidad de champiñón o tener una cortesía y después cobrarla es algo que no tienen pensado cambiar. Sintiéndolo mucho dudo que volvamos, aunque es una experiencia que nos sirve para no pedir nada más en sitios que no tengan una carta con sus correspondientes precios, ya que quisimos darle una oportunidad a este sitio y salimos escaldadísimas, 54€ dos personas habiendo pedido una media ración de queso, 1/4 de escaldón, 2 champiñones, un bichillo y un postre no nos parece un precio adecuado, teniendo en cuenta que es un supuesto...

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ Absolutely Amazing!

Don Trino exceeded all expectations! From the moment we walked in, the atmosphere was warm and welcoming. The food was absolutely amazing — full of flavor, perfectly cooked, and beautifully presented. Every dish we tried was a hit!

What really made the experience stand out was the incredible staff. Friendly, attentive, and clearly passionate about what they do. Their service added a personal touch that made the meal even more special.

To top it all off, the views were breathtaking — the perfect backdrop for an unforgettable meal. Whether you're visiting during the day or at sunset, the scenery adds so much to the overall experience.

Highly recommend Don Trino to anyone looking for a memorable dining experience. We’ll...

Visitamos un guachinche ubicado en Santa Úrsula y no podemos más que calificarlo como extraordinario. Desde el primer momento, la atención fue impecable: el personal muy atento, amable y rápido en responder a cualquier requerimiento. Incluso el propio dueño se acercó a nuestra mesa para conversar y asegurarse de que todo estuviera a nuestro gusto.

La comida fue simplemente espectacular. Comenzamos con una tabla de quesos que incluía queso asado, madurado y de cabra, todos deliciosos, acompañados de mojo rojo, mojo verde y mermelada de arándanos. Un entrante sublime.

Después llegó una ensalada mixta presentada en una cesta crujiente, compuesta por lechuga, rúgula, aceitunas, tomate cherry, pera, manzana, dátiles, granada, frutos secos y dados de queso, todo aderezado con una vinagreta de aceite de oliva y vinagre balsámico. Deliciosa y muy fresca.

El plato principal fue un bistec de cochino negro asado con papas fritas caseras. Tierno, jugoso y perfectamente cocinado. Con una sola ración comimos tres personas, ¡y aún sobró!

De postre, nos deleitamos con una tarta de queso (una con topping de Nutella, otra de pistacho) y una exquisita panacota de mango.

Acompañamos la comida con un vino de la casa que, sin duda, está entre los mejores que hemos probado.

El ambiente es inmejorable. El comedor está rodeado de jardines floridos y con vistas a la finca donde cultivan sus propias parras. Espacio amplio, mobiliario cómodo y un clima muy agradable.

Recomendaciones importantes: Es imprescindible reservar, ya que sin reserva podrías esperar más de una hora. El lugar también dispone de parking, lo cual se agradece.

Precio: 76€, muy bien considerando la calidad de todo lo ofrecido.

En resumen, una experiencia gastronómica y humana inolvidable. ¡Repetiremos sin dudarlo y lo...