Hoy visité un restaurante exclusivamente porque tenía una calificación alta (en ese momento, 4,9 estrellas, lo cual, seamos sinceros, genera expectativas como si hubiera venido a cenar en un templo culinario). Siendo alguien que visita regularmente restaurantes chinos, y últimamente habiendo recorrido varios en Tenerife, me considero suficientemente informado como para saber qué pedir y qué dejar para los más aventureros.
Sin embargo, hoy decidí no experimentar y me incliné por algo sencillo: una sopa de pollo. Mi amigo, por otro lado, se sintió audaz y pidió dos platos diferentes. Lo primero que llamó la atención fue la lentitud en el servicio, a pesar de que solo había dos mesas ocupadas (parejas disfrutando tranquilamente de su noche). El ritmo del servicio era como si los camareros estuvieran participando en una maratón de baile lento.
Hicimos el pedido guiados únicamente por las imágenes del menú, ya que las explicaciones del camarero brillaron por su ausencia. Y así comenzó nuestra aventura gastronómica.
A los diez minutos, llegó a la mesa el primer plato de mi amigo: un rollito envuelto con verduras frescas (col y zanahorias). Hasta aquí todo bien, salvo por el pequeño detalle de que el tenedor no estaba del todo limpio (afortunadamente, había servilletas, porque siempre podemos hacer de la necesidad una virtud). Algo que nos sorprendió fue que en la foto del menú, el rollito tenía pinta de ser de carne, pero nos trajeron uno puramente vegetal. Estaba bueno, eso sí, pero no era lo que habíamos pedido. Y aunque en la imagen venían cuatro rollitos, aquí solo había uno. Quizás estaban implementando una política de porciones minimalistas.
El siguiente plato era una generosa ración de piel de cerdo con huesos, grasa y setas. Francamente, no supimos si esto era comida o una obra conceptual llamada “Reencarnaciones de la carne”. Mucho, grasiento y, lamentablemente, no muy sabroso. Tal vez sea un plato para paladares más específicos, pero nosotros no pudimos con él.
Después de una hora, llegó la estrella de la noche: una gran olla de sopa caliente. Al servirme una porción, me encontré con vísceras de pollo, pequeños trozos de carne medio cruda y un puñado de hierbas flotando en lo que solo con mucha generosidad se podría llamar caldo. El sabor... bueno, digamos que no era lo que uno esperaría de una sopa. Más bien me recordó a los días de mi infancia, cuando alimentábamos a nuestro perro con vísceras de pollo (eran baratas y abundantes). Eso sí, nuestro perro lo disfrutaba mucho más de lo que nosotros disfrutamos esta sopa.
Al final, me quedé con hambre y con la satisfacción de no haber tenido que pagar 25 euros por ese “caldo”. En resumen, esa calificación de 4,9 definitivamente no corresponde al día de nuestra visita. A partir de ahora, seré fan de otros restaurantes, porque...
Read moreAsí como se dice que los de Bilbao nacen donde les sale de los coj....es, también se puede decir que no todo lo que nos venden como comida china realmente lo es.
No es el caso de " Huaqiao ", ya de entrada su nombre, es una acertada declaración de intenciones de lo que allí nos vamos a encontrar, un trozo de china en el extranjero. Llevo tiempo queriendo probar comida china fuera del canon europeo, salirme del arroz tres delicias y la ternera en salsa de ostras típicos y hace poco pude almorzar en este restaurante.
En todo momento el trato es agradable y cordial, el servicio de sala es bueno, siempre bien dispuestos, te orientan y aconsejan de forma muy agradable, tanto sobre la composición de los platos y especialidades, como del tamaño de las raciones.
Nosotros probamos los fideos fritos "especialidad de la casa", wantung frito, torreznos de Soria al estilo chino, pollo frito con salsa teriyaki y pato "Pekin" (indispensable siempre), podría decirse que no nos alejamos mucho del canon europeo , pero nada mas lejos de la realidad, quedamos gratamente sorprendidos.
Sin tener punto de referencia, me atrevería a decir que esto si es una muy buena aproximación a la comida china tradicional. De postre helado frito y plátano frito. Aparte, si eres de los de ," un digestivo" después de comer como yo, te diría que no puedes dejar de probar el "narancello de la casa"
Para dos, a priori puede parecer casi demasiada comida, cosa que siempre nos advirtieron desde un primer momento, pero nosotros somos de buen comer, y es que ,como me dicen bastante a menudo, "... casi vale más la pena comprarme un traje, que invitarme a comer..."
Nuestra experiencia ha resultado muy favorable. Invito a que cada uno juzgue por si mismo y al menos lo pruebe una vez, saliendo del standard al que nos tienen mal acostumbrados.
Mi valoracion es altamente favorable, personalmente pienso repetir, y posiblemente convertirlo en nuestro " chino en ultramar"...
Read morePues empecemos con lo mejorable, el señor “peninsular” debería practicar más la atención telefónica, pues, 1) la comida es muy buena, como para que parezca que no quieren vender. 2) los precios son más que decentes –de los pocos lugares que nos quedan, donde se puede ir regularmente–. 3) recomendado 100% e ideal para llamar y pasar por allí, llevártelo a la playa, el monte o estar de domingo por casa.
justamente por eso - practicar la atención es mas que imprescindible, entiendo perfectamente la política de pedir y pagar al recoger… no me imagino las incidencias que pudieron haber tenido; pero aprovechando que al llamar te atienden en perfecto castellano; solo hay que practicar la frase hasta que no suene “borde”. Sería muy pero muy injusto que la gente se pierda el darle una oportunidad y descubrir ese sitiazo en mitad de Añaza porque al llamar por primera vez parece todo lo contrario… Aunque si vas al restaurante, nada más lejos, sí que quieren trabajar, sí que quieren emplatar y todo bien, es que la comida está perfecta + jamás ningún error en los pedidos, lo dicho de los precios y la chica morena que te cobra 🫶🏻🥳… me quitó la sensación de que debería haber pedido en el McDonalds. Vale la pena, repito, 100% recomendado, pero eso si, que aprovechen que ella te atiende súper bien y le enseñe al caballero como comentar que los primeros pedidos los pagas allí y te toca esperar 10 minutos de nada y ya está; es que luego encima te guardan en la agenda y desde que llamas, lo de siempre, van preparándolo y pasas a por ello si vas justo de tiempo, pagas como siempre y encima todo recién hecho, tanto que tuve que esperar un rataazo en casa de lo caliente que estaba. Qué ganas de volver a ir, para llevarme algo de comer al curro y que sea la hora del descanso y no haga falta más que desconsolar a los demás. Ideal para celebrar cumpleaños con buena...
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