Miyaki — Restaurant in Santa Marta de Tormes

El servicio por lo general fue muy lento, pese a que llegue la 1ª al servicio de cenas, no empecé a comer hasta pasado 15-20' y eso que para empezar pedí cosas que se hicieran rápido, como piezas de nigiris y makis. La comida: Nigiris - Tamaños ridículos, con el pescado tan fino que se transparenta y se rompe, para ser lo más fácil tardan muchísimo en salir. El de atún realmente es bonito. No están boleados a mano sino que los hacen con algún tipo de molde. Tempura de verduras - De 5 trozos, 4 eran pimiento (3 de rojo y 1 naranja). Tempura de langostinos - Industrial, secos y sin quitar la tripa Ternera picante - 4 trozos de ternera y todo lo demás verduras, por lo menos va ganando picor con el paso del tiempo. Pollo con almendras - Al igual que la ternera solo 4 trozos de pollo, reaprovechado porque estaba rebozado y frito, con 4 trozos de calabacín pasados de cocción. Almejas - Más que abiertas a la plancha son fritas a la plancha, o mejor dicho refritas, porque te llega una cosa dura, pasada y sin gracia. La salsa secreta, es un teriyaki empalagoso que tapa el poco sabor que le pudiera quedar a las almejas. Dimsum - Da igual que sean de pollo o de gambas saben todos a los mismo, preparado ultraprocesado con bien de intensificador de sabor. Takoyaki - Aceptables, producto ultra congelado que solo se tiene que echar a la freidora, aún así también tarda mucho en salir. Mucha espera entre los plato, había ratos que entre ronda y ronda me estaba 15' sin comer nada. No puede ser que haya que esperar 10' para pedir la siguiente ronda y que la comida tarde el doble porque al final te aburres. Luego las rondas no llegan enteras, van saliendo a trompicones me llegaron cosas que había pedido en la 1ª ronda cuando ya estaba comiendo la 3ª y así es muy difícil controlar que estas comiendo todo lo que quieres. Esta muy desorganizado. Por ese mismo desorden, me trajeron 2 platos de fideos que yo no había pedido y cuando le dije que se había equivocado la camarera me intento colar otro de ternera picante diciendo que había pedido 2ud, le dije que no, que solo 1 que justo se acaba de llevar su compañero vacío y ella aún así me aseguraba que era erro mío, hasta que miró la tablet y vio que solo había pedido 1ud, ya entonces se excuso con qué había sido el error del chef que había impreso el tique 2 veces; pero yo no estoy dispuesta a comerme algo que no he pedido sobre todo teniendo en cuenta que la penalización por no terminarte el plato a subido a 5€. Pero vamos me hizo sentir muy incomoda, queriendo culparme de un error de su mala gestión, me la quería liar. Los robots te acercan 2 chuminadas, porque no son nada prácticos y meten unas hostias contras las mesas increibles. Los que más los disfrutaron unos niños que había jugando por el restaurante que los vacilaban como querían y les ponían las bolas del parque para que las llevarán. Bolas que acababan por el suelo entorpeciendo el paso y que no vi a ningún camarero agacharse a recoger para evitar que alguien se pudiera tropezar, es más al chico de la recepción parecía hacerle...

La primera sensación nada más entrar en Miyaki ha sido estar frente a un restaurante de enormes dimensiones con todo limpio, bien colocado y decorado.

Nos han atendido rápido porque teníamos reserva y porque eran a las 13,30. Para comer más tarde se ha formado una cola bastante maja.

El funcionamiento es sencillo: te sientas, pides la bebida y te explican cómo pedir por la tablet. Rondas de 5 platos por comensal con espacios de tiempo de 10 minutos entre comanda y comanda. Truco: pedir cuando haya pasado ese tiempo aunque tengas comida en la mesa.

Los camareros están pasando constantemente para entregar y recoger platos con la inestimable ayuda de un robot muy felino que es el centro de atención de los niños y de los mayores.

No he encontrado problemas con la temperatura del local aunque es cierto que las mesas de la entrada, como.em cualquier restaurante, en días fríos pueden ser algo más incómodas.

En cuanto a la comida me imagino que la cocina tendrá días mejores y peores pero hasta donde yo sé y por lo que he comido he de decir que está muy por encima de muchos buffetes y kaiten sushi que he probado en diferentes ciudades.

Repito: entre semana hay una excelente relación calidad / precio. (La bebida y postres van a parte).

Hay un espacio infantil para los críos con un parque de bolas.

La atención por parte de los camareros ha sido muy servicial y amable. En todo momento han sido atentos y simpáticos.

Cosas que aconsejo cambiar:

El wasabi no puede ser un plato más de los que se piden en cada ronda.

La salsa de soja está, evidentemente, diluida con demasiada agua.

Limpien la pantalla de la tablet con un desinfectante delante del cliente y antes de cada servicio.

Separen mejor la zona para pagar o cobren en la mesa pero que no sea en el mismo sitio donde están esperando los nuevos clientes.

Ajusten el espacio entre los sofás grandes y la mesa porque queda muy lejos para comer de forma cómoda.

No he encontrado bien señalizada la/las salidas de emergencia.

Arreglen el sistema de reservas on-line

Suban una foto a su perfil de Google con los horarios y los precios del menú.

Enhorabuena a la dirección y a todo el personal por su trabajo. Nos volveremos a ver muy pronto y espero que sigan esforzándose...

Nunca había puesto una reseña antes, pero después de la experiencia en Miyaki me siento en la obligación de hacerlo. Hoy hemos ido para comer unas 5 personas y al principio nos han traído bastante rápido la comida. Debió de pasar media hora después que nos dimos cuenta de que cada vez tardaban más en traer cualquier cosa que pudiéramos a la mesa y que traían lo fuera de cualquier ronda de comida anterior. Por ejemplo,pedíamos cosas en la ronda número 7 y nos las traían antes que cosas pedidas anteriormente que se estaban esperando. Yo entiendo que el local estaba bastante lleno, pero es que parecía que a nuestra mesa no llegaba nunca nada y solo pasaban carros llenos de platos que nunca paraban en nuestra mesa y cuando nos traían comida y algo debía estar caliente/recién hecho nunca lo estaba, por lo que no justifica la tardanza de los platos a la mesa. Además, tienen los gatos-robot-camareros que prácticamente iban vacíos de mesa en mesa, no sé cómo estaran programados pero mandar al robot con un plato a una mesa me parece ridículo y perdida de tiempo. Para rematar, la bebida se nos estaba quedando caliente y como vimos que se podía pedir hielo decidimos pedirlo. Pasó media hora, y solo nos traían alguna cosa de comida. Poco después, seguíamos esperando el hielo y pensamos que si lo volvíamos a pedir nos lo traerían, pero nada. Una hora y cuarto después seguíamos sin nuestro hielo y se lo pedimos a un camarero que al principio no escuchó lo que le pedíamos porque iba escuchando algo por el pinganillo/auricular y se lo tuvimos que repetir. Después de eso, no se nos trajo el hielo y acabamos desistiendo. Hacían 40° en la calle y aunque cuando nos fuimos se puso a llover, nos hubiera gustado beberlo frío y quitarnos el calor que teníamos cuando llegamos. La comida estaba muy bien, y eso hay que destacarlo. Es una pena que del servicio no se pueda...