Pollos a la brasa sabor peruano — Restaurant in Santander

ATENCIÓN PÉSIMA COMIDA MAL ECHA ( no fresca algunos platos) PERSONAL MAL EDUCADO Y RACISTAS La peor experiencia que podido tener el mal rato que me pasado no se lo deseo a nadie fui con mi pareja y dos amigos y llamamos para reservar nos dijieron que tenían mezas de sobra q no reservaban vale ! Llegamos y nos pasaron a la mesa nadie venía eso lo primero !! Luego tuvo q acercarse un amigo a pedir algo de beber a la barra ya q no venía nadie había gente pero no como para decir q no te puedan atender luego nos preguntan qué queríamos beber y nos traen las cartas menos los refresco sin decirnos q tenían y q no, cuando nos querían tomar la comanda decidimos y es hay donde nos dicen q no tenían varias cosas de las q pedíamos pos cambiamos de platos y es hay cuando mi pareja le dice pos me Traes primero los entrantes y luego poco a poco la comida y nos responde no hay orden de salida de comidas sale como salgan !!!! Bueno le dije a la camarera q no me vaya traer la comida de hora en hora y bueno !!!! Sin embargo luego de 45 minutos vemos q estaban sirviendo a otras mezas antes q la nuestra (conocidos de ellos ) que habían llegado después ,le dijimos y a los 5 minutos sacaron un pollo a la brasa , pos mi amistades comían y yo y mi pareja mirábamos ya q nuestras comidas no llegaban pasó media hora más y empezó el problema sale la camarera le exigimos los refrescos q aún no traían se puso toda malcriada y dijo q así funcionaba pues le exigimos una hoja de reclamación para q luego vino la madre le volvimos a pedir los refresco y enfadada por q exigíamos la comida y los refrescos se alteró y nos trató mal gritándonos y todo q había mucha gente y q su hija estaba mal (la camarera ) y q no teníamos por q decirle nada a ella al final tuvimos q echar dos platos para atrás q eran entrantes ya había pasado más de una hora y 1/4 era una vergüenza q hasta salió el cocinero y me dijo tú eres peruana tú sabes cómo va esto lo cual le Respondí y le dije esto no funciona así en ningún sitio sacan un plato y luego de una hora sacan otro Me dijo solo tengo pollos le dije pos ábrelo dicho del principio . Sin embargo entro y nos trajo la comida mal echa y desabrida y no solo fue eso que al ir al pagar la señora q era dueña La madre de la camarera estaba hay diciéndole a mi pareja q era un malcriado por el simple echo q reclamaba algo q estábamos en nuestro derecho un servicio q pagaríamos le dije yo q por favor nos cobre q queríamos marcharnos y la hija ósea la camarera soltó pedazo de frase SON ASÍ POR QuE SON ESPAÑOLES Y SE CREEN SUPERIORES algo un poco fuera de lugar ese comentario racista si señores no lo hacia a alguien de afuera sino hacia alguien del lugar donde ellos habitan actualmente para mí fue una vergüenza de las grandes haber llevado a mi pareja que es español al igual q mi amiga y un amigo boliviano !!! Mi pareja le pidio una hoja de reclamación y la haré llegar este tipo de cosas no deberían de existir y dar este tipo de servicios a esta familia q si no son capaces de atender ni servir al público como se debe que no lo hagan q faltando al respeto a la gente y un país q no es de ellos no debería ser así !!!!! Es una pena por eso generalizan al resto de peruanos que somos así cuando hay gente en este caso con poca educación !!! Y q no sirven para servir al público con...

He acudido a muchos restaurantes peruano, llegamos con buena imagen por publicidad que había visto y las reseñas que supongo que habrá sido de ellos mismo. Pedí un arroz chaufa mixto y tenía un pelo muy largo bien revuelto en el arroz, a lo mejor dirán que era de mi acompañante que iba con el pelo suelto, pero no. La carne sabía como a “jabón “, todo muy raro y desagradable. No dijimos nada porque pensamos que iba a ser el único inconveniente. La carne del arroz tenía clavado un pincho de plástico azul, no se me ocurre de dónde podía haber venido. Uno de los vasos olía mal. Empezando por ahí ya teníamos muy mala cara, la camarera estaba viendo pero en ningún momento se acercó a preguntar si estaba todo bien. También habíamos pedido un choclo con queso que ni bien ni mal, pero ya estábamos con el mal sabor de boca. Por último pedimos unas mollejas sin haber probado el arroz y el choclo, de haber sabido que estaba malo no pedíamos un tercer plato . Las mollejas estaban duras, con un sofrito salado tirando a amargo. Demasiado condimentada o re cocinada del día anterior. Era nuestro primer día en Santander y era la primera comida del día y comimos lo poco por pura hambre, pero de resto todo mal. El precio tampoco fue excesivo, pero fueron los 32€ peor gastados que he tenido. Salimos con la misma hambre y muertos de rabia. Realmente no dijimos nada porque no queríamos ser groseros o que pareciera que quisiéramos que no nos cobraran o algo por el estilo. Suelo colocar reseñas de cualquier sitio al que voy, no por nada, pero es lo primero que uno suele mirar cuando va a un sitio, y se agradece saber a lo que se puede atener uno, por eso hago esta reseña y se eviten el mal trago. Espero esto sirva de...

Lo tengo al lado de casa, quería probar a ver qué tal estaba y fui a cenar con mis padres (yo ya había estado en un restaurante peruano antes, pero no este). Nos llevamos una decepción enorme. Para empezar, a nuestra mesa no pusieron mantel cuando las demás lo tenían, pero bueno se puede pasar ese detalle. Pedimos la comida, mi madre y yo arroz chaufa cada una y mi padre otro plato (filete de ternera con patatas, arroz y ensalada). Cuando ya nos trajeron la comida, pudimos comprobar que estaba todo más que precalentado, el arroz estaría hecho el día de antes o algo, la carne tampoco estaba fresca en mí plato. Mí madre se lo pidió con langostinos y de eso solo llevaba en nombre, un par de gambitas pequeñas y la pota de calamar que estaba durísima. Al ver el plato de mí padre que era el más "decente", pensamos que lo mismo no estaría tan malo. Pues nada, el filete de ternera casi transparente de lo fino que era y el arroz otra cosa igual, precalentado y hecho a saber cuándo. Ninguno de los tres nos acabamos el plato, se quedaron llenos. Cuando pedí la cuenta el camarero preguntó que si queríamos el postre, como que si después de no poder comer íbamos a confiar en el postre. Después preguntó que si nos había gustado y la respuesta era un no rotundo con la explicación, a lo que él solo se había molestado en sonreír, decir lo siento y cobrarnos casi 40€ por una cena PÉSIMA de calidad. Siempre he visto este sitio lleno de gente, pero la verdad es que no me lo explico. Será que he tenido esa mala suerte y nos pusieron las sobras de otros días, o que la gente come por comer y no se preocupa ni por lo que les ponen...