Bar Berberecho — Restaurant in Sanxenxo

Teníamos muchas expectativas al llegar, pero lamentablemente nuestra cena en este restaurante fue profundamente decepcionante. Desde el principio, la calidad de los ingredientes llamó la atención —y no precisamente de forma positiva—. Para un lugar que exhibe con orgullo una placa de “Galicia Calidade”, la comida no estuvo a la altura. La espinaca que acompañaba el bonito, por ejemplo, parecía congelada y salida directamente de una bolsa, algo inesperado en una región reconocida por su excelente producto local.

Como propietarios de restaurante, fue especialmente triste ver la falta de organización y el mal trabajo en equipo, que parecía venir desde la propia dirección. El ambiente que se respiraba en sala era tenso, con un equipo claramente agotado, sin liderazgo visible ni buena coordinación.

El servicio, aunque correcto, se notaba superado. Tuvimos que esperar 40 minutos entre platos, lo que solo aumentó la sensación de descontrol. Entendemos que los restaurantes suelen promocionar su carta de vinos, pero la insistencia en que pidiéramos alcohol fue incómoda. Al rechazarlo, la actitud del personal se volvió fría y distante.

Lo más desagradable de la noche fue el comportamiento, según creemos, de la dueña. No dejaba de mirar el bolso de mi mujer de una forma inapropiada, proyectando una mirada que generó incomodidad durante toda la cena. Ya sea por envidia o por otra razón, no es la energía que uno espera en un entorno de hospitalidad.

La comida carecía de sabor y de intención. El primer plato ya fue suficiente para marcarnos que no sería una buena experiencia culinaria. Es frustrante invertir tiempo y dinero esperando una buena velada y salir con la sensación de haber sido poco valorados.

Lamentablemente, no volveremos. Galicia y sus productos merecen mejor representación que lo que...

Fuimos recomendados por el hotel donde nos alojamos. Llamamos para reservar, y nos dieron mesa a las 15:00h. Entramos en el rte a las 15:02, y entre que nos atendieron e indicaron mesa pasaron 4 minutos más (indico el tiempo por una situación que paso a detallar después). Tras 20minutos de espera, nos cogieron comanda. Nos sirvieron el vino y el pan, y después 20 minutos de espera, reclamamos al camarero el ritmo de cocina, a lo que nos responde que al ser la última mesa, somos los últimos en ser atendidos. Al poco nos traen una ración de almejas que no habíamos pedido. En ese momento y tras decirle nuevamente que ya era mucho retraso, nos dice que además de ser los últimos en entrar, nos retrasamos 7min (indicando con su mano que lo tenía grabado en su cabeza con aire chulesco y de superioridad, y de malas formas) y de ahí el retraso de cocina, además de que no tenía muy claro de quien era la culpa de que en nuestra comanda aparecieran almejas, de ahí que hubiéramos tenido más retraso (habíamos pedido navajas y bien pasadas). He trabajado años en hostelería y vengo de familia de hosteleros, en caso de llegar tarde y ser la última reserva, habríamos dado tiempo a la cocina de liberarse de comandas y estar más desahogados logicamente, por lo que no tiene lógica alguna su llamada de atención. La comida muy buena y el resto de personal correcto,pero la falta de respeto de esta persona en cuestión ha sido determinante para no recomendar el restaurante y tomar la decisión...

Bajo mi reseña de 5 estrellas a 3. No por que haya dejado de gustarme su comida, ayer noche hemos vivido un episodio muy desagradable mientras cenábamos; la que parece ser la encargada, ha hablado fatal a uno de los camareros delante de toda la terraza, nosotros lo hemos oído y la mesa de nuestro lado también, nos estropeó la cena. A esta chica le diria que hay que ser más humilde. No se lo que pasó pero se felicita en público y se corrige en privado. Es horrible utilizar un cargo de poder para tratar así a alguien, además este camarero se acercó a nuestra mesa en varias ocasiones y nos trató genial, todos coincidimos en lo majo que era antes de que pasase esto. Juraría que el chico cuando volvió a la mesa, venía de llorar, pues tenía los ojos rojos, pero eso es sólo suposición por qué yo no lo vi. No preguntamos su nombre, pero le daría la enhorabuena, trabajar de camarero no es nada fácil, hacerlo con una sonrisa como el y con tanta atención merece una felicitación y no un trato así.

Hoy en día no sobran camareros, y menos así de simpáticos y agradables. La cara visible de un restaurante son ellos, los que tratan a vuestros clientes por eso debéis tratarlos incluso mejor que a los propios clientes.

Realmente si no pongo una estrella es por el demás equipo, camareros, cocina.... Por qué si fuese por esta chica le pondría un 0 y...