GOXO BREAK — Restaurant in Sopela

Coffee, Kindness, and a Side of Sweet

Some places are about the food. Others, about the people. This one? A little of both.

We wandered in, looking for a mid-afternoon pick-me-up—coffee, something sweet, and a place to sit back and watch the world go by. From the moment we stepped inside, the staff made us feel welcome. Not the forced, corporate kind of welcome, but the real thing—the kind that makes you feel like a regular even on your first visit.

The coffee? Solid. Strong, hot, exactly what you want when you need a break from the day. The pastries? Good, not great, but satisfying in that simple, familiar way. Maybe not the kind that haunts your dreams, but enjoyable nonetheless. Flaky where they needed to be, sweet but not overwhelming—perfectly fine for pairing with a quiet moment and a warm drink.

But what really made this place shine wasn’t on the menu. It was the atmosphere—the easygoing hum of conversation, the subtle background music, the steady rhythm of life passing by. A front-row seat to first dates, old friends reuniting, the solo coffee drinkers lost in thought.

Would I come back? Absolutely. For the friendly faces, the solid coffee, and the chance to slow down and take it all in. And if a pastry happens to find its way to my table? I...

Comimos una tarta de queso que estaba mala, hasta moho tenia. Pedimos un trozo de tarta y le dijeron a mi esposo que era tarta de queso. Estando en la mesa la probamos y sabía fatal, no estaba cremosa (la textura era masuda), no sabía a absolutamente nada, era algo insípido y raro. (Solo comimos la punta de la tarta y nos dimos cuenta). Después nos percatamos que los bordes tenía unos puntitos verdes en zonas puntuales, así que dedujimos que estaba echada a perder. Fuimos a la barra tranquilamente a decir lo ocurrido, mi esposo se acercó al señor que estaba ahí y en voz baja y tranquilo les comentó lo que pasó, y que si podía ser que estuviera mala, solo para que tuvieran cuidado y ya no vendieran más, incluso les dijo que era solo para avisarles, que ni siquiera queríamos el reembolso. A lo que el señor muy grosero le dijo que no tenía esos puntos verdes, pero que iba a preguntar a cocina, vimos como entre el señor y el cocinero observaron el trozo de tarta, y luego el cocinero se acercó a nosotros. Y nos dijo que era tarta de queso Gorgonzola, que si alguna vez lo habíamos probado (eso de una manera grosera, no gritándonos pero si hablando fuerte) mi esposo le dijo que sí y pues nos explicó que por eso los puntos verdes. Y luego nos dejó el plato (de muy mala manera) en la barra y se fue. Como no somos expertos nos fuimos enojados más que nada por el trato, pero buscamos en internet y le preguntamos a un amigo que es chef sobre lo sucedido, y se llegó a la conclusión de que eso no era queso Gorgonzola y sí era moho. Más que nada porque desde que la pedimos nunca nos dijeron que era de queso Gorgonzola, después no sabía para NADA a ningún tipo de queso, y la textura tampoco concordaba con lo que decían que era. Se nos olvidó tomar foto de la tarta por el disgusto y el mal trato. Es una lástima porque solíamos ir bastante pero sí notamos las últimas veces el declive de la calidad y...

El café y el brownie del montón, una pena la mal educación de la camarera, debe pensar que los clientes somos tontos. No entiendo el comentario de que no tiene cuatro manos cuando haces una comanda después de esperar 15 min para que te atiendan y solo han pasado dos clientes antes.

Apreciaciones: Pedir dos cortados con hielo y un brownie, entiendo que pueda ser excesivo como comanda para cualquiera. Lo que no entiendo es que me entreguen los dos cortados, me pregunten si esta todo, yo responda que falta el hielo y me respondan que no tienen cuatro manos. Con respecto a los clientes, hubo un niño que apareció de repente, la camarera pregunto "¿Quién va?" y atendió directamente al niño. Entonces le indique a la camarera que llevábamos un rato esperando delante de ella, a lo que ella nos respondió, "¡pues se os han colado!", en ese momento llegó el padre del niño y le dijo que se esperase, entiendo que si no hubiera aparecido el padre la camarera hubiera atendido al niño y nosotros nos hubiéramos ido, indignados. Por otro lado, en ningún momento se le trato de forma vejatoria a la camarera, no sé lo que os puede haber reportado, pero ante el gracias tras recibir el servicio no se digno ni ha responder, tampoco se le respondió a sus comentarios fuera de lugar durante el servicio. En cuanto al personal había 3 camareros y solo servía uno, sorprende que habiendo 3 personas dando el servicio sea tan complicado servir dos cortados con hielo y un brownie. Evidentemente no volveremos nunca mas a este local y tampoco lo recomendaremos. Sobre todo, después de la respuesta dada a la reseña, en ved de disculparos nos pedís que no volvamos, esa era la guinda que faltaba, entiendo que la camarera ayer también se quedo...