Casa Loren — Restaurant in Tres Cantos

Been here before, was a great place (especially the service) but completely lost it’s way. We sat in the terrace and it took ages for the waiter to take our order and bring drinks. We had to go in twice to ask for the service. When we asked the waiter said; it is was it is, basically; shut up and deal with it. They didn’t bring bread so we had to ask, because we were with a kid of 1,5 year old that was very hungry. We didn’t get de special ‘salt’ you normally get when you order the bread. Plates came out and food was good, but then it started to crawl with wasps. We asked to be moved inside, that was no problem but they forgot to move half our stuff including drinks. So we had to move them inside ourselves. When we asked the waiter to clean the plastic plates we brought and used for our kid, he rudely said he was never asked something like that before. It seems the waiter was in a really bad mood. The desert we ordered was half the size we saw on other tables, it was really tiny, so he was clearly angry with us. When we ordered the bill we didn’t get the sorbet and sweets that you normally get, also clearly on purpose. We paid and mentioned it to another waiter when we were on our way out and he said it was weird we didn’t get the starter and sorbet, he offered us to still bring it at least but we were already on the street. I would definitely not recommend this place or ever go back after such a bad treatment. It’s a place which supposedly has high standards but today the services was worse then in any chain restaurant in Madrid. It’s better to go to the Italian Tagiatelli restaurant in front. Sorry but no more casa Loren for us...

Estuve el viernes pasado y sinceramente no me gustó demasiado por varios motivos: El menú a las 15:00 ya no tenía ninguno de los segundos que anunciaba. De primero es una degustación de 3 miniplatos (como si estuvieras jugando a las muñecas): Este primero es sí o sí, es decir, que como algo no te guste o tengas alguna intolerancia/alergia, tienes un problema. Además, tenías que esperar un montón entre miniplato y miniplato... en total una hora nos llevó acabar con el primero. La terraza estaba llena y dentro quedarían dos o tres mesas libres, a lo que si le sumas que todo era atendido por dos camareros (uno de ellos yo creo que era el dueño porque iba vestido de calle), el servicio se resiente porque no te atienden como deberían. Como anécdota comentar que pedí pan sin gluten, el cual tardaron más de 30 minutos en servirme tras reclamarlo tres veces y cuando me lo trajeron me lo dejaron con desgana y sin tan siquiera mirarme o disculparse.

Tengo que decir, que al menos de sabor, la comida no estaba mal (por eso valoro con dos estrellas y no con una). En cuanto al segundo, que en mi caso me ofrecieron churrasco de pollo (contramuslo a la parrilla), estaba soso y tirado en el plato con unas patatas fritas y una salsa por encima, que hubiera agradecido que me hubieran servido aparte y no por encima del pollo.

En definitiva, hay sitios mucho mejores en Tres Cantos para comer de menú aunque cuesten más, pero al menos no te vas ni enfadado ni con hambre. Por supuesto, sobre la carta no puedo opinar, pero viendo el menú, no me atrevería a pedir. Difícil que vuelva...

Tenía muchas ganas de ir a este sitio, porque en el menú del día te ponen una degustación de tres primeros y un segundo. Bien al entrar el local está bien decorado y con música de ambiente. He ido al aseo y primera decepción, no había jabón y tenía un olor muy desagradable que no tapaba el ambientador. Vamos a la comida: primero tapa de ensaladilla, le faltaba frío pero de cantidad estaba bien, después lacitos de pasta con salsa de queso manchego,aunque creo que era un grana padano, al que le faltaba algo de color en la salsa por último pisto,rico pero con demasiado pimiento, también tenía unas hierbas provenzales que para mi gusto no pegaban mucho. Turno del segundo plato, he pedido entrecot al punto, la presencia me ha decepcionado porque esperaba más cantidad. Ell corte era más tipo picaña, además había 8 patatas fritas montadas en dos filas de 4. Pero al cortar y probar me ha encantado tanto la carne como las patatas. Lo he pedido "al punto". A mí me suele gustar al punto + pero me lo han traído al punto-, y no he podido estar más contento. Ha sido un acierto porque para pasarlo siempre hay tiempo. Finalmente el postre, he pedido crepes con nata. La pena es que además de la nata me lo han rellenado con unas láminas de fresa y sirope de fresa y "me lo han estropeado". Aun así de textura estaba muy bueno aunque para mi gusto le faltaba dulce. Porque tanto el crepe como la nata creo que e iban sin azúcar. El café entra en el menú pero no es extraordinario. Todo 14 € que...