Trinquet Basque Restaurant — Restaurant in Tudela

Amor al primer mordisco

Siempre que volvemos de Peñiscola en Semana Santa soñamos con parar a comer verdura en Tudela. Los últimos años siempre íbamos al mismo sitio, pero tenían un pequeño defecto NO ADMITÍAN MASCOTAS, y con este calor dejar a nuestra Lili en el coche no era opción. Así que buscamos en Tripadvisor otra alternativa que con suerte admitiera a nuestra pequeña peluda.

Cuando leí las opiniones de @Trinquete cruzamos los dedos y llamamos para ver si nos aceptaban una reserva con nuestra enana, y si, nos dijeron que sin problema.

El sitio es mono, pero cualquiera puede tener buen gusto para decorar, pero en lo que aparecieron Fernando y Adriana con sus recomendaciones ya cuentas con la seguridad de haber llegado al sitio indicado.

Arrancamos con una degustación de espárragos acompañados de una emulsión de alioli exquisita, seguido de ajetes y cebolletas bañados de una reducción de garnacha que MadreDelAmorHermoso, y para terminar de enamorarnos, unas alcachofas con papada ibérica de ApagaYVamoNos.

Luego los segundos… pierna de pollo ecológico relleno de gambas y boletus (10/10) y cochinillo crujiente (35/10!). Ya al llegar aquí has besado el cielo, y estás a punto de reventar de gusto pero… ¿te marchas sin probar un postre? Ni de coña. Pues al lío, algo nuevo, HELADO DE BOLETUS CON HIGOS… ya no diré nada más, tendrás que aventurarte y darle una oportunidad a este maravilloso lugar, donde comerás comida aderezada con amor y servida con alegría y respeto por las tradiciones. Sin duda un lugar donde se queda un pedacito...

Excepcional una de sus últimas creaciones, la tarta de queso.

He visto el programa “Juego de Cartas”, en el que el Trinquete ha ganado el concurso, y tengo que decir que el programa no le hace justicia, ya que, a través de TV no se pueden transmitir las sensaciones que se viven en el propio restaurante. La diferencia en cuanto a la puntuación debería haber sido muy superior, entiendo que todos van a ganar, y cada uno tiene su propia estrategia. Conozco los cuatro restaurantes participantes, y el Trinquete está muy por encima de los otros tres, juega en otra liga muy superior.

PRIMERA VISITA Espectacular. Nos han explicado, con todo lujo detalles, tanto los ingredientes, como la elaboración de cada plato, con gran profesionalidad y amabilidad. El resultado ha sido un auténtico placer para los sentidos, desde el aperitivo hasta el postre. Precio muy ajustado para la gran calidad de todos y cada uno de platos. Perfecto en todos los aspectos. Totalmente recomendable.

SEGUNDA VISITA Lo que creíamos insuperable, se ha superado. Hoy hemos saboreado un menú de siete platos, todos ellos a base de las fantásticas verduras de La Ribera, incluido el postre. Estos grandes profesionales, nos han vuelto a sorprender.

A partir de la TERCERA VISITA a este restaurante, creiamos que ya lo habíamos visto todo, pero no, ellos siguen innovando, por lo que sigue mejorando lo que creíamos inmejorable. Por supuesto seguiremos visitándoles, y dándonos un auténtico homenaje cada vez que...

Restaurante con ínfulas de alta cocina. Carta y precios de nivel muy alto, que generan unas expectativas muy por encima de la realidad. En una cena de 50€ por persona todo debería estar a la altura. El local es soso y más apagado que un tanatorio, ni siquiera un poco de música ambiental. Sólo se oye la conversación de los cocineros y el partido de fútbol que escuchan durante el servicio. Dos camareros educados y amables pero sin ninguna formación profesional ni acerca de los productos que sirven. Llegamos los primeros y pasó media hora hasta que nos tomaron nota. No sabían recomendarnos con profesionalidad (nada más allá de "está muy bueno"). No nos informaron de los platos del día fuera de carta. El vino blanco que sirven por copas es áspero y mediocre. El producto es bueno, pero la elaboración deja mucho que desear: una ensalada de tomates de la huerta no debería llegar a la mesa aliñada con vinagre, si la carta no lo especifica. Eso estropea el fantástico sabor del producto que, por sí solo, habría sido excelente. En todo caso, dejar el aliño a gusto del cliente. El arroz salvaje que yo esperaba suelto y meloso resultó una suerte de amasijo que se pegaba a los dientes como cemento. El precio sí estuvo a la altura de los aires de grandeza que auguraba la carta. Lo dicho: tienen muy buen producto, pero también un largo camino que recorrer hasta llegar a ser un buen...