Restaurante Pizzería Esencia — Restaurant in Valderrobres / Vall de Roures

Ponerle una estrella es ser muy generoso, pero no se pueden poner menos. En primer lugar diré que es un lugar maravilloso ajardinado, y tanto puede convertirse en un espacio íntimo, reunión de amigos para cenar o lugar de celebración. Dicho esto, analizemos la velada. Nos trataron de forma desagradable rayando la falta de respeto desde un inicio. El camarero y propietario nos mostro dos códigos QR, uno con dos imagenes deslucidas y de baja resolución del menú, y el otro (que no utilizamos a pesar de que el propietario en principio no queria tonarnos nota) para pedir la comanda y pagar. Una vez tomada la nota nos sirvieron las bebidas a destiempo, de echo, algunos repitieron mientras a otros todavía no les habian servido. Eramos ocho comensales. Antes de servirnos las pizzas, nos tiro, (literalmente) los cubiertos y servilletas en medio de la mesa. Todos pedimos pizza, y nos sirvieron una masa ultracongelada de baja calidad (que algunos de nosotros todavía estamos digiriendo, mal por supuesto, al día siguiente) Respecto a los ingredientes intentaron pasarnos canonigos por rúcula sin ningun miramiento, y al quejarnos de la falta de parmesano, la respuesta fue del todo indignante: "es que en España cuesta mucho encontrarlo" Bien, todas las pizzas eran pobres de ingredientes y con muy poco queso, sin ir más lejos, en la pizza de gambas solo había un trozito quejumbroso de crustaceo. El postre fue otro desproposito, no pude disfrtuar de mi tiramissu de tantos cristales de hielo que encontre. Al pagar también tuvimos una agria discusión (rayando el desprecio) con el propietario que pretendia cobrar la cena en conjunto y no individualmente por cada comensal. En definitiva , un lugar para olvidar, sobre todo después de lo que pagamos (pizzas entre 12 y 16 euros) por un servicio de m. Y una comida de la misma calidad. La conclusión es que me...

Bueno, fuimos hace unos días a cenar, pedimos en la terraza porque nos dijeron que era bonita y así es, pero a partir de ahí fatal. Las mesas muy pegadas, sin intimidad, lo mismo puedes relacionarte con los de tu mesa que con los de la mesa de al lado. En cuanto al servicio, un completo desastre, hay un chico joven que se encarga de la gestión del comedor/terraza (Mossa) creo que se llama, que parece que no goza de buena educación, o quizá sea esa su naturaleza, el caso es que no atiende bien a los clientes, a nosotros en dos ocasiones nos contestó de muy malas formas, a la mesa que teníamos al lado, lo mismo, otra pareja se marchó porque no los atendía después de haberlo llamado varias veces. Desde mi punto de vista, a este profesional le va grande la responsabilidad que tiene asignada, incluida la de gestionar a los otros chicos que están para atender el servicio de mesas, igualmente muy jóvenes, pero educados. Esperamos media hora para que tomasen nota de las bebidas y a partir de ahí todo así, lo peor de todo es que este encargado, que tiene estas aptitudes tan negativas para un negocio, se piensa que lo hace muy bien y su jefe, que hablamos con él, también. En fin, es una lástima que por un mal servicio y una mala gestión del mismo, se generen estas malas experiencias hacia los clientes, nosotros de seguro que no repetiremos, nos gusta que cuando vamos a un sitio a comer o cenar se nos trate con respeto, como mínimo. Por cierto, en la cocina no utilizan el gorro reglamentario que...

Ubicada en el encantador pueblo de Valderrobres, la pizzería Esencia ofrece un ambiente acogedor, ideal para disfrutar de una cena tranquila. Su servicio destaca por la rapidez y la amabilidad, con un personal atento que se esfuerza por hacer sentir cómodos a los comensales.

Uno de los platos que más nos sorprendió fue la Crujicoca de Ternera, una propuesta realmente lograda. Su textura hace honor a su nombre: extracrujiente, con un equilibrio perfecto entre los ingredientes y un sabor que deja huella.

Sin embargo, la experiencia con la pizza no fue tan satisfactoria. Nos dejó un poco choff, ya que la masa era demasiado esponjosa, hasta el punto de recordar más a un brioche que a una base de pizza tradicional. A pesar de ello, los ingredientes utilizados eran de buena calidad, algo que siempre se agradece. Otro punto a mejorar es el tamaño: la pizza grande resulta algo justa, mientras que la pequeña se queda en una ración demasiado escasa en relación con su precio.

El servicio fue muy agradable, con una camarera atenta y con buena disposición para que nos sintiéramos a gusto. Sin embargo, hubo un detalle que desentonó en la experiencia: ver al dueño del local tomando cerveza en medio del salón como si estuviera en el sofá de su casa. Este tipo de actitudes restan.

Insisto, la relación calidad-precio es un poco...