Food was good, place ok, but the waitress was beyond rude. She gave us attitude since we arrived, despite that my friend is a regular client. We had several plates and a bottle of wine, and shortly after she brought the dessert the waitress came with the bill and ask us to pay. We said we wanted to finish the dessert and wine first, but she said our time was over as the second round of reservations was soon arriving. My friend indicated that we would be ready to pay once we finished the meal, and the waitress left annoyed. A few minutes later she came back and literally took away the plate from which my friend was eating and said we needed to finish the meal because we had exhausted the time allocated to our reservation (!!!! So much for the Spanish experience of a nice long meal catching up with a friend !!!). She then sent her colleague, a very nice lady, who politely (and embarrassed) took the payment. The irony is that the restaurant was half empty and there were no new customers arriving as it was quite late at night. I understand the hype about the story and concept of this place, but not worth the attitude and rudeness we experienced. I normally don’t post criticism reviews, but felt...
Read moreReservamos con unos amigos para cenar hace unas semanas. El primer problema fue ese, la reserva, que por arte de magia se perdió y cuando llegamos al local no nos habían guardado una mesa. Por suerte fueron muy amables y nos habilitaron una en unos 20 minutos, pero ya empezamos regular en ese aspecto, lo que quizá nos predispuso para nuestras sensaciones generales esa noche.
Tras tomarnos nota dos camareros distintos, un chico que nos indicó el menú y una chica que nos anotó las bebidas, muy atentos, aunque la chica ya veíamos que o no entendía muy bien el castellano, o tenía problemas de retención, porque nos preguntaba una y otra vez lo mismo, le contestásemos o no, generando a lo largo de la cena varias confusiones.
Pedimos las bravas, torreznos (fuera de carta), croquetas, ensaladilla verde, titaina, unas hamburguesas, el tartar y un bocadillo.
Los platos, cabe decir, estaban todos de lujo, la calidad del ingrediente es buena y tanto la presentación como los platos en sí son bastante agradables, tanto a la vista como al paladar, no sin sus fallos.
Primero el servicio, fue rápido (no en el buen sentido de la palabra), corriendo y casi sin dar tiempo a organizar los platos. Nos pareció un poco agresivo sacar un entrante, luego el plato principal de una de las chicas, "porque es un plato frío", para luego sacar dos entrantes calientes más y al final las hamburguesas y el bocadillo. Al final te juntas en una mesa con 9 platos en menos de 15 minutos y se te juntan entrantes y principales, dando una sensación de descontrol en el servicio que baja el nivel de la atención al público, al cual se nota que quieren darle una atención especial, pero a veces, menos es más. Es entendible que tengan una organización para platos fríos y otra para platos calientes, pero tendrían que tener en cuenta el orden de preferencia que ha indicado la mesa. No es agradable que te saquen un entrante, un principal, dos entrantes, otro principal, el entrante que falta, y dos principales, en ese orden. ¿Cómo vamos comiendo? No todo es para compartir, y se comentó en el momento de hacer la comanda.
Y segundo, los torreznos, lo siento, pero su vuelta de tuerca es un insulto a un producto que recientemente se ha ganado la calificación de Indicación Geográfica Protegida como es el torrezno de Soria. Sí, visualmente es muy llamativo al quedar retorcido como si fueran unas virutas de madera, pero el sabor del torrezno y de su adobo se pierden, al final sólo sabía a grasa y aceite, no a torrezno. Hay productos donde la invención no siempre es buena consejera.
Por lo que respecta al resto de los platos. Las hamburguesas están geniales, quizá algo faltas en cantidad de carne para mi gusto, pero es un toque personal. Carne buena, pan de calidad, sabores bien integrados y muy disfrutable en general. La titaina simplemente buena, el bocadillo no lo probé pero mis amigos dijeron que estaba fantástico, como el tartar, y tanto las croquetas como la ensaladilla, se te iba la olla, francamente.
Es la tercera vez que vengo a la Negri y la primera vez desde la remodelación, y creo que la calidad general ha disminuido un punto en algunos aspectos (la calidad general del servicio), se ha mantenido en otros (la comida) y ha mejorado en otros (el espacio y comodidad). Sigue siendo un sitio muy recomendable, y de mucho de los más agradables...
Read moreHay obras de arte que no están en los museos!
En pleno mes de agosto y con media ciudad cerrada por vacaciones, estaba siendo realmente complicado encontrar un sitio para tomar unas tapas/cenar.
El karma nos llevo al Bar La Negri y no pudo ser de mejor forma. Habíamos leído alguna reseña y revisado la carta y nuestros favoritos antes de llegar, por lo que íbamos a tiro hecho, pero eso no hizo que flipásemos en colores.
Nada más llegar el camarero nos preguntó que queríamos beber, algo que me parece muy acertado para no estar sentados en la mesa mirando la carta en el móvil.
La carta no es muy extensa para que no resulte complicada la elección y además pueda haber rotación de platos. Decidimos probar el pan con mantequilla de trufa, las croquetas de pollo, la stracciatella con sardina y las gyozas de pato.
Primero salió el pan y la stracciatella. El pan es super crujiente y calentito, simplemente delicioso y sabroso, más aun acompañado de la mantequilla de trufa que me la comería a cucharadas. La stracciatella estaba muy buena, con un sabor muy fino y delicado.
A continuación llegó la bomba de la noche: LAS CROQUETAS. No sé como describirlas, ya que soy un enamorado y las pido allá donde vamos. De jamón, de pollo, de trufa, de ropa vieja… de lo que sea! Pero estas, son simplemente una obra de arte. Crujientes por fuera y super melosas por dentro. Y el sabor??? No hemos probado unas croquetas mejores y más sabrosas que estas. No tengo palabras para describirlas… solo tenéis que probarlas.
Las croquetas dejaron el listón super alto a las Gyozas de pato, y efectivamente no defraudaron. Buen relleno en cantidad y sabor. El pato super meloso y con mucho sabor.
Aunque habíamos pedido relativamente pocos platos, no somos de comer mucho, llegó el postre y aunque habitualmente soy de chocolate a muerte, elegimos la tarta de queso (Tarta Alfredo) y vaya con la tarta, si las croquetas son de museo, la tarta es de exposición. F-A-N-T-A-S-T-I-C-A
El resto de detalle acompañan a la comida de igual manera, la vajilla: bonita y cuidada; la limpieza: lleno de detalles del camarero, que por ejemplo nos cambia las servilletas, limpió la mesa de migas y restos de bebida antes del postre, además de poder comentar con el lo que iba sacando y lo que nos iba pareciendo. Todo acompaña y funciona a la perfección para que la experiencia sea completa. Y el precio, super accesible, 38€ con bebida y postre para dos.
Ha sido un grandísimo disfrute y solo nos queda una cosa pendiente, como dijo Pedro Almodóvar: VOLVER.
Gracias y enhorabuena por vuestro gran...
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