Sin pretenderlo, asistimos al último baile (penúltimo, en realidad) de Giramon, una verdadera joya gastronómica que ha situado en el mapa a Ayora, un barrio obrero en el que no abundan estas propuestas.
Llevábamos años con ganas de probar su cocina, pero nunca antes se dieron las circunstancias. El destino nos reservó, literalmente, uno de sus últimos pases. De hecho, cerró la persiana al día siguiente. Por ahora.
Y sus propietarios, José y Mihaela, nos brindaron todo un espectáculo para los sentidos:
Escabeche de mejillones. La fotografía no hace justicia a este lienzo de colores, sabores y texturas, al que daba pena hincarle el diente. Delicado al paladar, con un toque cítrico y fresco, nos sorprendió muchísimo. Todo conjuntaba a la perfección. De 10.
Curry amarillo de langostinos acompañado con verduras y arroz jazmín. Nos flipó hasta el extremo que le pedimos a Mihaela un tupper para llevarnos al día siguiente a la oficina. Seguramente pensó que bromeábamos, pero nada más lejos de la realidad. El curry, con el punto justo de picante para disfrutarlo sin que pase factura. Las verduritas, en su punto justo de cocción. Aunque el arroz aromático es en estos casos el acompañamiento perfecto, la salsa especiada invitaba a mojar pan. Así que manos a la obra dejamos el cuenco reluciente.
Magret de pato con verduritas, piñones y pasas. Debería aparecer en el diccionario como sinónimo de felicidad. Qué rico, por favor. La carne estaba extraordinaria, pero mención aparte merece de nuevo el acompañamiento de verduras en un país donde acostumbramos a pasarlas en exceso. Se nota que José controla los tiempos como un reloj suizo. A la perfección.
Pastel turco con melocotón en almíbar. Confesaré que en la elección del postre nos sedujo el exotismo del nombre porque no sabíamos muy bien a qué nos enfrentábamos. El pastel es en realidad la suma de múltiples capas de pasta filo emborrachadas con almíbar y coronadas con pequeños trocitos de melocotón. Para nuestro gusto fue el plato menos redondo, aunque también estaba realmente bueno.
Del pequeño local de Ayora salimos súper satisfechos por haber podido disfrutar (al fin) de Giramon, pero también tristes por su inesperado final. Confiamos en que el proyecto de José y Mihaela renazca en una nueva ubicación. Mientras, este último baile es ya...
Read moreIncreíble. José y Micka te atienden como en su casa. Lugar íntimo, cómodo, donde se puede parar el mundo un par de horas para que te mimen con una atención increíble y para que disfrutes de unos sabores que no sabías que existen y que podías disfrutar.
Micka es cuidadosa y atenta. Cómo me gusta cuando vas a un sitio y ocurre un baile entre la persona que te atiende y tú. Eso se agradece un montón porque es prestar atención y observar. Así que gracias Micka, me sentí atendida y cuidada.
José es un creativo y se nota que juega un montón (en el mejor sentido posible). Cada plato que salía era un mundo nuevo. Se sentía cada sabor, se acompañaban entre sí y eso se agradece. Es respeto a los ingredientes locales y a observar lo que hay para crear una obra maestra. No nos comimos los platos también porque eran hermosos jajajj. Gracias, José, por jugar en la cocina.
La cuestión es que cada uno está bailando un baile hermoso y uno está ahí viendo ese show disfrutando de una comida y atención increíble. No se puede pedir más.
El espacio es acogedor y los felicito por mantenerlo como lo tienen porque una vez que estás dentro se vuelve gigante por todo lo mencionado arriba.
Gracias por darnos pepas caseras para culminar una noche increíble de puro disfrute junto a unos postres caseros de otro mundo. Repito, se disfrutaba cada ingrediente mencionado. Golazo.
Gracias por creer en sus sueños y compartirlos con nosotros. Nos encantó poder ir a Giramon y disfrutamos de principio a fin.
Y si tienes dudas de si ir no, no dudes en visitar a...
Read moreMy travels are all about the food. Giramon was a memorable dining experience. The food was fresh snd innovative but not fussy. I watched the chef prepare each dish with such care and balanced flavors. The server was attentive and truly wanted to be sure we were enjoying our meal. This is a small restaurant with only 18 seats. Be sure to make a reservation by calling or sending a WhatsApp message. The menu changes everyday with what is fresh at the market and in season. Can't wait to dine...
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