Restaurante Dong Fang — Restaurant in Valladolid

Restaurante con varias mesas en su interior, siempre suele haber sitio. Fuimos a cenar y había dos mesas más. Nos sentaron en una mesa muy apartada y detrás de una columna, por lo que no había manera de llamar a la camarera sin levantarse de la mesa. Hicimos el pedido y trajeron un plato para uno pero no el resto. Normalmente suelen esperar hasta tener al menos un plato cada miembro de la mesa y empezar a comer a la vez. En este caso pasaron bastantes minutos hasta que llegó el siguiente plato. Ambos platos eran similares, por lo que no entendimos por qué había tanta diferencia de tiempo. Las cantidades, muy diferentes también. Parecía que un plato era una media ración del otro. Los alimentos que acompañaban a los fideos, brillaban por su ausencia: una seta en todo el plato. No puntúo peor porque había estado otra vez y la experiencia no había sido así. No sé si han cambiado de manos o ha sido un mal día pero desde luego, una cena...

No pongo menos estrellas porque no se puede. Decepcionante comida, una mala experiencia. No repetiré. El cocinero no tiene ni idea de concinar y menos cocina china. No estaba bueno ni sabroso. Los rollitos de primavera estaban quemados. El arroz mil delicias apenas tenía sabor y estaba sosísimo. El cerdo agridulce estaba fatal cocinado y si no es por la salsa no se puede comer. Los fideos de la casa tampoco tenían nada de sabor, lo que es difícil en comida china por las cantidad de condimentos y salsas que se usan. Las setas era imposible comerlas. Y la ternera salteada picante tampoco tenía nada de potencia de sabor. Y de picante solo tiene el nombre. Por su salud no pidan en este establecimiento, al rato de terminar la cena me empecé a sentir mal y pase una mala noche, cosa rara en mi ya que me puedo comer un mamut lanudo recién sacado del permafrost que no me sienta nada mal y nunca enfermo...

Horrible, peor no puede ser. Llegamos a comer y nos metieron abajo en un comedor todo destartalado, tres de las sillas estaban rotas, con celo en el respaldo, el mantel blanco sucio, yo creo que no lo retiraron de la mesa anterior y comimos en el mismo mantel que los comensales anteriores. El servicio pésimos, un montón de tiempo esperando hasta que nos trajeron el primer plato y entre el primero y el segundo ya nos había hecho la digestión. Para empeorar el panorama, no tienenen ningún sistema de doble puerta o algo que impidan que el aire frío penetre en el salón cada vez que se habre la puerta, es día seis de enero, por Dios!!! Dos grados en la calle, no se pueden ni imaginar el frío que tengo, encima no paran de abrir la puerta. No voy a volver!!! lo tengo clarísimo y tampoco se lo voy a recomendar ni a mis peores enemigos, no soy tan cruel. Definitivamente no le doy ni un dos...