Eth Cornèr — Restaurant in Vielha e Mijaran

Una experiencia desagradable como pocas, no es la primera vez que iba y pensaba que fue casualidad el servicio que dan en temporada alta y lo peor de todo es que es la responsabilidad directamente del dueño Javier.

El tamaño de las raciones parecen dignas del Diverxo por su escasez.

Llamamos para reservar, opciones las 20 o las 22, escogimos las 22 para llegar con tiempo. Llegamos a las 21:45, intentamos pedir unas cervezas mientras esperamos y nos suelta, "si os sirvo las cervezas voy a tardar mas tiempo en daros la mesa", primer atisbo de que la gestión de los turnos la llevan regular, pasan 15 minutos y viendo que no tiene mesa para sentarnos, nos dice que si que nos pone las cervezas, como si se tratara de una tasca, pedimos rapido y corriendo porque no era capaz de parar 1 minuto para atendernos, conseguimos las consumiciones, y esperamos, para entonces eran las 22:20 y seguíamos sin mesa.

Conseguimos que nos sienten en una mesa y empieza la odisea, nos dejan esperando para atendernos otros 25 minutos, gracias a que pedimos entrantes estos llegaron a las 23:24, de reloj, los platos principales a las 23:50-55. Terminamos de cenar pasadas las 00, y a pesar de la basura de atención, en un afán de calmar las aguas, decimos al servicio "a pesar de todo con unos chupitos de crema todo se arregla", a lo cual nos trasladaron el comentario del dueño de que aquí no se invita a nada.

Subimos a pagar para poder hablar con Javier, y no esperabamos menos, de espaldas a nosotros en la barra hablando entre ellos con miradas mientras sacaban la cuenta, y cuando vienen, una educación que brillo por su ausencia, dando a entender que nos habia hecho un favor dandonos reserva, penoso, y terminó la conversación el buen hombre, con un "lo que tu quieras, pero paga primero".

Lamentable que un restaurante asi funcione unica y exclusivamente por la afluencia de gente del Valle ya que de lo contrario ese buen hombre no tendría ese...

Fue un gran descubrimiento en Vielha. Los turistas no suelen conocerlo y por lo tanto no es el ambiente agobiante del centro.

🍽️ Los entrantes son muy buenos en relación calidad precio, así como su cheesecake, horneado, suave y dulce, casero. Son muy generosos con la ración de los medallones de foie de los platos como los huevos rotos y los tallarines con setas. La salsa y los tallarines en sí no nos gustaron mucho, no hacían el peso, pero el taco de foie que vino era increíble.

💵 El magret de pato estaba increíble, en su punto, pero un tanto caro 21€. Los espárragos entiendo que van con jamón pero 18€ también lo veo caro. En cambio el chuletón estaba bien de precio. La jarra de sangría era grande pero costaba 17€, lo cual nos dolió un poco, pero mereció la pena lo bien que lo pasamos.

🧑‍🍳 El servicio fue excelente, muy amable y atento. En todo momento con una sonrisa y con bromas, te hacen sentir uno más de la familia.

🏡 El local es bonito y bien ambientado, grande y los lavabos limpios.

🚗 Aparcar en la misma calle no es posible, pero bajando a la calle principal, a unos 700m, hay un parking enorme público y gratuito donde suele haber...

No había ningún comensal y no me extraña. Trato por parte de las dos trabajadoras súper desagradable. Estaban deseando que no entrara nadie y atosigándonos para que nos fuéramos rápido. A mi amigo le retiraron la cerveza sin que se diera cuenta a mitad. La olla aranesa estaba pasada de tiempo en el fideo que más bien era una pasta arinosa, en una cantidad ridículamente comparación con otros restaurantes Del Valle. Un plato tan rico como el pato a la brasa que como bien indica su nombre, no estaba hecho a la brasa, lleno de aceite con unas patéticas patatas aceitosas y lo que me impidió ni seguir con el plato CRUDO! El ciervo, a quien le guste, es un plato que debería ser exquisito iba acompañado de un puré de patata de sobre con esos precios tan elevados. El postre horripilante, una panacota de varios días a la que no se le podía clavar la cuchara de dura que estaba. Una experiencia súper desagradable y cara. Los dueños deberían ser muy conscientes de a quién dejan su negocio en manos inexpertas y de mala onda que sólo están deseando acabar su jornada laboral. Me hubiera gustado saber que les hubiera...