Este es uno de esos lugares que tenía en mi punto de mira pero que no tenía como prioritario y ahora que he ido, la verdad, es que me he llevado una sorpresa tremendamente grata. Es un local bonito, moderno y agradable, el ambiente que se respira es genial. Además todo está impoluto, la carta de presentación era genial. La carta es bastante amplia y, leyendo, parece que todo apetece, todo suena genial. Pedí la hamburguesa americana que se me hace la boca agua recordándola porque estaba increíblemente sabrosa, en serio, un sabor no se puede explicar con palabras, evidentemente, pero es que es de esas veces que comes y disfrutas, notas que el paladar está recibiendo un premio, realmente me ha encantado. Sin duda tengo que volver a probar más porque la flameada con Jack Daniels que pidió un amigo mío tenía una pinta brutal y, según él, estaba de escándalo. La comida es genial, de las mejores hamburguesas que he probado y es mucho decir porque el listón estaba realmente alto pero es que, sorprendentemente, por encima de eso (que sería suficiente por volver) está el trato de su personal, super cercanos, agradables y simpáticos que hacen que ir a comer/cenar a este local sea una experiencia muy agradable y que recomiendo encarecidamente a cualquier amante de este tipo de comida porque me cuesta creer que alguien no quede satisfecho con la visita; yo volveré, sin duda.