The restaurant was busy when we arrived and the hostess kindly managed to squeeze us in on the otherwise full terrace. Service was pleasant and prompt to begin with. We passed on starters and opted to share a 1kg speciality Chuleton together with a salad.
Unfortunately when the meat arrived, it was a huge disappointment. Sinew and gristle were the predominant features with precious little lean meat. At the first opportunity we brought our dissatisfaction to the attention of our server who switched from pleasant to passive aggressive upon receipt of our views. When we insisted in our opinions, she summoned a colleague who we understood to be a manager. This gentleman kindly went to great lengths to explain the technical niceties of Spanish cuts of this type even calling my dining partner into the cooking area for an inspection. He was, however, unwilling to countenance the fact that the meat was badly cooked and largely inedible. We both have eaten Chuleton at a variety of restaurants throughout the Iberian peninsula over the years and this was a lamentably poor example of same. Reference the photo below for the sheer quantity of inedible residue that remained upon our plates at the conclusion of our meal.
I won't say too much about the accompanying "chips" which are apparently homemade. They really add nothing to the meal.
Price/quality...
Read moreDecía el maestro de Poble Sec que "de vez en cuando la vida toma conmigo café y es tan bonita que da gusto verla, se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena". Y es que un poquito de esto es lo que Vilanova hizo conmigo. De vez en cuando te sorprende, subyuga y hasta te ofrece una vida extra en forma de placer culinario. Entiendo al fotógrafo que se dedica a captar momentos de esas maravillas de la evolución que pasean ante él y quizá hagan algo que jamás volverán a reproducir en su vida y que para ello deben estar horas, días, semanas o meses escondido, en lugares no aptos para la subsistencia humana, buscando ese subidón de adrenalina. Aprecias que el lugar promete nada más pedir la reserva: para una hora después solo queda lugar en la barra, taburetes mediante. Local en pleno casco antiguo, de reciente remozado. Llama la atención la (aparente) no muy extensa carta de platos, pero luego, una vez le dedicas 5 minutos, aprecias que en realidad hay de todo y que tampoco necesitarás mucho más. Primera visita por lo que optamos por platos no muy "exigidos" y que se suelen encontrar en cartas de nuestra variada cocina: anchoas del cantábrico, bravas, oreja de cerdo crujiente y tartar de lomo bajo madurado. Y comenzó el espectáculo. Las bravas, algo tan típico como denigrado plato español, estaban terriblemente ricas, cremosas y con ese punto canalla-crujiente-picante que les daba un caché delicioso. El tartar, mezclado con yema de huevo, cremoso y finamente picado para adaptar esa melosidad al paladar y que pasaba sin necesidad de contraseña. Con las anchoas tengo un resquemor, un reconcome, un quítame allí un aquél, hasta un regomello... No me gustó la base de las mismas. Vienen servidas sobre un tipo de bizcocho muy tierno y que le aporta un toque dulzón que no me acabó de convencer. Eso sí, la anchoa buenísima. Seré yo que perdí hace tiempo ese punto aventurero. Dejo para el último lugar el plato, en mi opinión, de la noche. Loas, algaradas, vivas y ofrendas a cualquier deidad que deseen a la oreja de cerdo con 12 horas de cocción, en apariencia reseca, sin vida y candidata a cuidados intensivos, pero que cuando cruje y suelta su cremosidad en boca notas que algo ha bajado desde los cielos porcinos para que te entregues a semejante divinidad. Regamos la velada con un Pedrabona (Priorat) que estaba realmente escandaloso. Por favor, permítanme mencionar su amplia carta de vinos dedicada para todos los gustos. Los más exigentes paladares o bolsillos más delicados encontrarán cabida en su variedad de zonas geográficas o tipos de uva ya sea la elección de blancos o tintos que fueron, principalmente, los que centraron mi atención. De postre una torrija de brioche con vainilla caramelizada y helado de avellanas. Todo esto a la vista de 3 cocineros que en un ir y venir sin parar no dejaban de cocinar, aderezar, preparar y ultimar platos y más platos. carnes a la brasa de variedad nacional con meses de maduración o pescados que tenían un aspecto demoledor. Esto último, sin duda, quedará para una futura visita que no tardaremos en concretar. Relación calidad-precio espectacular. Debemos pensar que se sirve calidad, un alto nivel culinario y una presentación acorde con lo que se ve y trabaja. Y esas cosas hay que pagarlas. Si no acuden al menos una vez les subirá el IBI. Avisados (y...
Read moreLa Singular is one of those restaurants you don’t easily forget. It’s well designed with an open kitchen centrally placed so you can watch the chefs at work. It has a young and vibrant feel to it, topped off with an exceptionally professional and friendly team under the watchful eye of Sylvia.
The quality ingredients used are blatantly obvious in the food/dishes which are so full of flavour. Their selection of wines offered were excellent.
We were 6 in our party for lunch and chose a variety of plates to share. To start we had “Bravas La Singular” which were wonderfully crispy (probably twice fried) along with house fried almonds “Almendras Les Garrigues”. Then the mixed croquets “Croquetas SantaCroc“ which were the creamiest and possibly best croquets I have ever tasted. For the main course we started with Scorpion Fish, followed by rib of beef “Chuletón de vaca vieja” and rib of pork “Chuletón de cerdo Ral d'Avinyo”, which were sublime.
In my opinion, the restaurateurs of Sitges should have a look and take heed as Sitges has no restaurant to match the quality of La Singular. We...
Read more