Capricho n 8 — Restaurant in Xeraco

He salido profundamente decepcionado e incluso asustado de un restaurante que, por su ubicación, ambiente y calidad de la comida, tenía todo para ser una experiencia memorable. Ya en años anteriores había notado ciertas carencias en el servicio, que llegué a justificar entendiendo la dificultad de encontrar personal cualificado en zonas turísticas con alta estacionalidad. Pero lo ocurrido esta vez ha sido inadmisible.

Hicimos una reserva para cenar, y en ella mencionamos expresamente que una de las personas del grupo tiene una alergia grave a las frutas rosáceas (una alergia que puede causar anafilaxia y requiere el uso inmediato de adrenalina y asistencia médica). A pesar de esta advertencia clara, uno de los platos que pedimos, un tartar de atún, fue servido con cerezas. Tuvimos la suerte de que varios de los presentes probamos el plato antes que la persona alérgica, lo que probablemente evitó una situación médica de emergencia.

La reacción del personal, lejos de ser profesional, fue lo que más nos indignó. La camarera justificó el incidente diciendo que, al ser una cocina abierta, podía haber contaminación cruzada en todos los platos.

Esta respuesta, además de poco profesional, fue muy irresponsable: una alergia alimentaria provocada por agregar un ingrediente que se mencionó que daba alergia, no es lo mismo que una posible contaminación cruzada, y bajo ningún criterio es aceptable minimizar la situación o culpar al entorno en lugar de asumir la responsabilidad.

Aún más grave fue que se dijera implícitamente que la persona alérgica no podía comer ninguno de los platos sin riesgo, cuando ya estaba comiendo. Esta manera de justificar un error serio solo sirvió para agravar el malestar.

Una disculpa sincera y a tiempo habría sido mucho más adecuada que una serie de excusas que solo mostraron falta de formación y sensibilidad. La disculpa llegó tarde, cuando el mal ya estaba hecho y el susto había sido muy real. Me sabe mal por la camarera, porque al final sí se notó arrepentida, pero esta situación es muy grave y no puede pasarse por alto.

Una experiencia que, lamentablemente, nos dejó con más preocupación que disfrute. Ojalá se tomen en serio este tipo de situaciones y se formen mejor a los equipos en la gestión de alergias alimentarias, que no son un capricho (como se llama el restaurante) ni un...

The squid was amazing for our starter, then the boys had steaks, all good. My wife had sea bass, also very good. I had the tuna and it was very small for the price and very salty and sinewy, plus it was so tiny it was a joke. I told the owner/management and accepted what I have to say and he shrugged offered me somthing else,i declined. He walked off,when the bill came they charged me anyway wont be going back there again as i felt the attitude was arrogant and dismissive worst 160 euros definitely not worth it just because something looks and sounds good doesn't always work out that way...

Llevo viniendo años al Capricho incluso en otoño de 2020 con los confinamientos parciales que hubo veníamos semanalmente y es una pena como ha bajado la calidad este restaurante, no solo de su comida sino lo que es peor y más preocupante el servicio del personal con los clientes. El sábado 9 julio fuimos a cenar unas amigas y pedimos 5 platos. Después de traernos 3 y esperar un rato, pedimos una segunda botella de vino y les reclamamos los dos platos que faltaban hasta en 3 ocasiones. Cuando el camarero terminó de abrir la botella nos dijo que esos platos no iban a salir porque se habían agotado, después de estar más de media hora esperando sin nada. Al pedir explicaciones, como es normal ya que se debía haber informado al recoger la comanda se pone a la defensiva y nos manda al encargado. Que ni pide perdón, y lo único que dice cortante y seco es “vale bien pero vais a querer comer algo más o no?” La verdad que me sorprendió bastante la falta de empatía y del trato al cliente, se nota que el negocio no es suyo, el dueño no está ya tanto por allí y se nota mucho el trato con el cliente. Es una pena por que la buena fama que tenía está cayendo en picado y cada vez más gente sale decepcionado sin ganas de repetir. Sobre todo en temporada alta, no son capaces de gestionar mucha demanda. Añadir la bajada de calidad, pulpo frío, Carne fria, tarta de queso destrozada … en fin para no volver y...