Buff... No sé por donde empezar, así que empiezo por el final. Ya desde mi tierna adolescencia, siempre he sido de hacer la ronda por los bares del barrio y alrededores, más tarde amplíe el círculo a la comarca y provincia para acabar entrando a los bares sólo por su café y he de decir que aquí lo hacen muy bueno, no será fruto de la digestión de ningún mapache pero fue el colofón a una comida como no recordaba... Lo primero que llamó mi atención fue la decoración; colorido, desenfadado y acogedor, un buen presagio para un jueves cualquiera en la mejor compañía. Pido disculpas porque no me quedé con algún que otro ingrediente y el menú no sea del todo fideligno, así, además, os insto a que lo descubráis. Después de la exposición de motivos paso al desarrollo de lo que nos ocupa. Haciendo acopio de horario Europeo, pillamos cita para comer a las 13:30, siendo los primeros del servicio. El jefe de sala y camarero, rezumando educación y saber estar, nos acercó las cartas de viandas y caldos... Y sorpresa!, mi más favorito de los vinos nos facilitó la elección; Garnacha Particular de las bodegas San Valero. Si no has tenido el placer de degustarlo, déjalo en tareas pendientes. Una vez decidido el menú, que no fue nada fácil por el abanico de platos, a cual de ellos más apetecible, nos dejamos aconsejar (sabiamente) por el camarero y empezó el espectáculo gastronómico. Habiendo descorchado la botella para la cata, nos agasajó con una tapa que bien podría haber sido de kilo y medio. Uno de mis postres preferidos versionado de forma impecable, irrumpía por sorpresa: Torrija salada al queso (...) y compota de manzana... aquí se me escurría la primera lágrima... Compartimos el primer plato: ensalada de burrata con tartar de tomate (y fresa? ) con aceite de albahaca. Un equilibrio perfecto de sabores, sin protagonismos. Intuía que el aceite se apoderaría del plato... Y me equivoqué de pleno. Una ensalada fresca que abría camino a una media ración de panceta cocinada dieciocho horas, desgrasada tres veces, acompañada de vinagreta de encurtidos... Con ésta, ya iban tres lágrimas. Como plato fuerte escogimos Magreb de pato salseado con judías verdes al dente, todo al punto. Supongo que el resto de la carta también sería de nota pero el fileteado de pato, fue el artífice de la lágrima número cuatro y penúltima. Como buen adicto al chocolate, el postre también fue de fácil resolución, Coulan con helado de caramelo para el que suscribe y Gintonic al plato para mi acompañante de vida... Otro acierto pleno. Apuntillo que la Ginebra no me seduce lo más mínimo pero la gelatina estaba delicada, imagina comerte el cubata que más te gusta... Todo esto tiene su justo precio, aunque no es económico (ni prohibitivo), resulta asequible para un capricho o celebración, en nuestro caso. Repetiremos seguro cuando encontremos otra excusa. Después de toda una vida en un barrio de lo más normalito, lo primero es que, no sé ni cómo ni por qué, no lo habíamos visitado antes. Lo segundo es que la situación tal vez no le dé la visibilidad y/o notoriedad que merece, en otro enclave, con toda seguridad, acabarías pagando el distrito. Si has llegado hasta aquí, te doy la enhorabuena porque ya te queda poco para volver a tu vida y, sobretodo, las gracias por haberlo soportado, necesitaba soltar prosa......
Read moreEn conjunto está bien de echo es fácil que repita he incluso lo recomiende a mis muchos amigos que les gusta probar sitios nuevos estén donde estén .
El lugar cae un poco a desmano ,bienes cierto que si quieres probar algo supuestamente de calidad pues te desplazas donde sea .
El local no me gustó ,la decoración simple y fría ,la temperatura no era confortable ,tuvimos frió ,eso para mí es un punto muy importante ,hay que cuidar la temperatura del local .
Se cena sobre unos mini manteles no se cuida el detalle ,me resultó demasiado frió un servicio muy escueto para la puntuación que tiene .
El servicio del camarero ,correcto ,un poco insistente para mí gusto en preguntar la calidad de cada plato .
La comida buena de calidad ,bastante elaborada ,raciones justas ,pero para compartir esta bien y poder probar varios platos .
Los postres muy buenos .
El café no lo recomiendo .
El precio para lo que estamos acostumbrados a pagar en cualquier sitio está contenido ,para mí un poco caro por el lugar ,la comida no digo que no lo merezca pero una cena tiene una parte muy importante de comodidad ,servicio etc.
Espero les sea útil ,creo que se ajusta a la realidad uno va a un local con una valoración tan alta y espera mucho más que lo recibido ,aún así volveré seguro ,pero ya sabíendo de propia mano lo...
Read moreUna experiencia agradable, no tuvimos que esperar mucho rato a que nos sirvieran los platos, de hecho, esperan a que acabes un plato para traerte el siguiente, así no se te enfrían. Al principio, te preguntan si tienes alergias a alguna comida y a cuales, te traen una especie de jugo de la casa (no cuesta nada) y luego te empiezan a traer los platos que has pedido. Fuimos 3 y pedimos una botella de vino y otra agua para beber. Para comer pedimos una ración de: Croquetas cremosas de chuleton de vaca madurada Bazkaleku (encina tienen una poquita carne cruda, vienen 4). Panceta de cerdo Duroc asada a baja temperatura con encurtidos. Magret de pato "reposado", de miglace de regaliz y manzana ácida, judía verde y pesto. Pata de pulpo a la plancha con crema de Idiazabal y polvo de jamón. Foundant de chocolate al momento con helado de caramelo y flor de sal (hay que esperar 10min a que esté hecho). Sopa de chocolate blanco con frutos rojos y tierra de galleta danesa (te traen por un lado la galleta con los frutos rojos y por otro la leche con chocolate blanco para luego echarla por encima). Los aseos tienen una decoración muy extravagante y...
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