La Imperial — Restaurant in Zaragoza

El pasado 21 de julio de 2023, decidí visitar La Imperial, ubicado en C. de las Murallas Romanas, 6, 50003 Zaragoza, para disfrutar de un agradable desayuno. Sin embargo, mi experiencia resultó ser decepcionante y costosa.

Lo primero que llamó mi atención fue el precio elevado del desayuno, lo cual generó altas expectativas sobre la calidad y el servicio ofrecidos. Lamentablemente, la realidad no estuvo a la altura de lo esperado.

Mi principal descontento surgió al pedir un zumo de naranja, que resultó ser una verdadera decepción. El producto ofrecido como "zumo de naranja" parecía más bien un pseudo zumo aguado, carente de sabor y frescura. Incluso dudé que proviniera de naranjas naturales debido a su extraña apariencia. Además, me sorprendió ver una máquina de zumo que, según su letrero, supuestamente ofrecía zumo natural en el momento, pero claramente no funcionaba correctamente. Esto creó una sensación de engaño y decepción.

Al hacer una observación sobre la calidad del zumo, me encontré con malas caras por parte del personal, lo que fue bastante desagradable y poco profesional. Es comprensible que las cosas pueden salir mal, pero esperaba un enfoque más amable y comprensivo por parte del personal.

La situación empeoró cuando, debido a la insatisfacción con el zumo, decidimos no consumirlo y lo dejamos sin terminar. Dado que el costo del desayuno no era precisamente económico, esto aumentó aún más la sensación de haber pagado por un servicio y producto de baja calidad.

En conclusión, mi experiencia en La Imperial fue decepcionante. El desayuno fue caro y el zumo de naranja resultó ser una verdadera decepción, tanto en calidad como en sabor. La presencia de una máquina de zumo que no funcionaba y la actitud poco profesional del personal frente a mi observación, contribuyeron a una experiencia poco satisfactoria.

Espero sinceramente que La Imperial tome en consideración esta crítica constructiva y trabaje en mejorar la calidad de sus productos y el servicio al cliente. Como cliente, aprecio un enfoque más genuino y una experiencia gastronómica que esté a la altura de su...

Bastante que no doy 1 estrella, porque comer "comimos". El trato vale, bien, pero hasta que vino el problema mayor y es que en el menú anuncian "cachopitos de jamón y queso con pimientos de piquillo". Tras probarlo preguntas que dónde está ésto último, es decir, los pimientos de piquillo. Preguntan a cocina, te dicen que debe estar en el interior (en el interior de lo que es básicamente un San Jacobo, mundialmente conocido, no sé a qué llamarían "cachopitos", porque yo lo que comí fue un San Jacobo), cosa que me dispongo a comprobar y después de diseccionarlo vuelvo a llamar al servicio para indicar que no, que no está en el interior el pimiento de piquillo. Su respuesta es "si quiere se lo puedo cambiar por otra cosa" a lo que, después de 6-7 minutos entre unas consultas y otras de que si dónde está el pimiento, que si en el interior, que si no... pues mi decisión es que no, que me lo como y ya está...

El resto de la comida que pedimos, y la cual también probé, como fue secreto ibérico, estaba muy aceitoso, no grasiento, sino aceitoso. El "guiso de patatas con productos del mar (calamar, pota y sepia)" tenía más bien patata y calamar, y lo que es el caldo parecía visualmente agua de haberse lavado las manos (sin ánimo de querer ser desagradable, sino simplemente expresarme tal cual la comensal lo dijo cuando le pusieron el plato). En resumen, no puedo recomendar la visita a este sitio, al menos para comer un menú del día que, de no haber revisado la cuenta en el momento de ir a pagar, nos habría costado cada uno 17€, cuando eran 14€ más 1€ de recargo por tomarlo en la terraza. Vamos, un cúmulo de cosas que de resultado dan el que no volvamos a visitarlo, ni de lejos, si volvemos a pasar por Zaragoza,...

Mi experiencia aquí fue, por decir lo menos, decepcionante debido al trato irrespetuoso y poco profesional de una de sus camareras. Fui a tomar algo incluyendo a mi abuelo, y lo que debía ser una tarde agradable se convirtió en una situación incómoda y estresante.

Al final mi abuelo solicitó la cuenta. Al revisarla, nos dimos cuenta de que la camarera había cobrado de más, incluyendo varios ítems que no habíamos pedido. Luego nos indicó el error con una reacción increíblemente grosera. En lugar de ofrecer una disculpa y corregir el error, adoptó una actitud defensiva, insinuando que mi abuelo no sabía lo que decía.

A pesar de que el error en la cuenta era evidente, la camarera se negó a devolver el dinero, insistiendo en que la cuenta estaba correcta. No solo fue incapaz de manejar la situación con profesionalismo, sino que también le faltó al respeto a mi abuelo tratándole de manera condescendiente y ruda.

No puedo creer que en un establecimiento como este se permita un trato tan irrespetuoso hacia los clientes, especialmente hacia una persona mayor.

En resumen, lo que podría haber sido un simple error manejado con cortesía y respeto se convirtió en una experiencia sumamente desagradable debido a la pésima actitud de la camarera. No recomendaría este lugar a nadie que valore un trato respetuoso y una atención al...