Smooth Gastro Bar — Restaurant in Zaragoza

Buenas noches, tras estar en este Restaurante con mi familia en el día de hoy, se transcribe esta reseña a modo informativo para quien la desee leer, y en su defecto, actuar en consecuencia.

Al respecto del servicio del personal, ambiente, el trato y las sensaciones son bastante correctas en términos generales, los platos salen a tiempo, a una temperatura correcta, y bien presentados aunque siguen siendo escasos tanto en cuanto a cantidad como en esencia, como se manifiesta en otras reseñas; de una brocheta de langostinos, croquetas variadas ( 4 ud.), risotto, y pulpo, a excepción de la broqueta de langostinos, estos estaban frescos, bien presentados, y con generosa guarnición, el resto de platos absolutamente insípidos, sin esencia, por tanto y según la calidad, cantidad de producto, su precio en su carta es un disparate, a parte que esta no está ni ilustrada, es un folio donde el cliente marca a lápiz sus elecciones, es la primera vez que veo esto en un Restaurante. Respecto al postre, y la "torrija" parece ser que aún no se ha ni contrastado ni mejorado por parte del personal de cocina las manifestaciones de anteriores comensales ya que sigue estando / siendo mal elaborada, y no es esta ni la primera reseña en la que se menciona semejante aberración de elaboración de un postre, en nuestro caso la peor que nos han servido en ningún Restaurante además que, obviamente, no es casera, sería mejor que ni la ofrecieran ya que no es casera como mencionan, y cualquiera en su casa sin los medios que debería disponer una cocina de un restaurante podría elaborarla de forma correcta como lo merece un postre de esas características, calificar así a la torrija es indignante. Por último, y respecto a las bebidas, no se iba a hacer comentario alguno, aunque ya que la reseña es extensa, unas palabras más no ocupan demasiado lugar; comentar que quien marca la diferencia en ese aspecto es realmente el producto, por tanto una copa de Chardonnay, cerveza y refrescos, únicamente es cuestión de servir, y el propio producto hace el resto, y los camareros tanto en servir los platos como en las bebidas han sido diligentes, y a las temperaturas correctas.

Espero y deseo que este Restaurante, realmente escuche y reflexione los comentarios de sus clientes que acuden a su local con las expectativas que va a ser la experiencia va a ser agradable, y en la que su estómago va a agradecer haber elegido su local para su satisfacción, mientras tanto estaremos observantes para comprobar si se produce ese cambio y así poder realizar una recomendación positiva y/ó visita personal.

Muchas gracias por la atención de estas palabras, ánimo en el cumplimiento y mejora de las expectativas que se os sugieren reiteradamente, y lo siento, la experiencia ha sido...

Fue una noche de claroscuros pero mucho más oscura que clara. Empezamos con un huevo poché con foie y Pedro Ximenez que nos hizo pensar que esa iba a ser una gran cena. Un poco suave de sabor, pero esto le permitía matener todos los matices y aromas de los ingredientes principales vivos. Seguimos con unos rolling eggs, la revisión de los clásicos huevos rotos, con la patata asada con piel y viruta de jamón y foia, también bastante acertados pero planos (además el foia brillaba por su ausencia). Y cuando empezamos con los platos fuertes es cuando el menú se empezó a derrumbar. Este primer plato principal fué unos dados de solomillo con vinagreta de sésamo (sacado de las sugerencias del Chef), una carne cocida sobremanera (y eso que por dentro segía roja) y basta hasta el punto de que pedimos que nos la retiraran. El siguiente plato, fué un tataki de atún con salsa teriyaki, el atún parecía bueno, pero de nuevo parecía hecho con muy poco fuego y se había quedado bastísimo por la superficie. La salsa teriyaki parecía una salsa agridulce rebajada con agua: sosa y sin aportar nada al plato. Como nos habíamos quedado con hambre, añadimos unos burritos de chili con carne y salsa ranch. Que de nuevo nos parecieron correctos.

Además, el servicio también nos defraudó; después de retirar un plato de 15€, lo mínimo que se espera es una disculpa, y todo lo que nos sirvieron fué un "pues el plato es que es así". Tampoco matizaron disculpa alguna con ningún detalle en la cuenta, ni siquiera un chupito de cortesia.

En resumen. Un restaurante más que intenta subirse a la ola de la comida oriental, pero que sólamente acierta en estética y en el nombre...

Lo primero de todo decir que a este restaurante he ido muchas veces, en todas he acabado muy contento, pero la ultima vez que fui fue un despropósito total que ha hecho que no vuelva mas ni vaya a volver... 11 de junio, reservamos a las 15:00, grupo de 8 personas si no recuerdo mal, nos toman la comanda, raciones para el medio y un principal por cabeza, todo empieza a torcerse cuando sacan uno de los principales de primeras, no decimos nada, puesto que tampoco importa, pero los problemas fueron los siguientes, justo el día anterior mi pareja y yo fuimos a comer ahi mismo, ella siempre se pide un steak tartar, el dia anterior igual de bueno que siempre, pues en esta comida picaba una autentica barbaridad, incomible totalmente, se lo decimos a la camarera y nos dice "siempre se prepara igual" nuestra respuesta fue, "comimos ayer esto mismo y lo hemos pedido muchas veces, se le debe de haber ido sin querer el picante al cocinero" el cual justo pasa por detrás y la camarera se lo comenta, el camarero puso una cara de descojonarse de nosotros y de pasar del tema brutal, una prepotencia en su cara... (este es el principal motivo por el cual no volvemos) y no fueron capaces de ni pedir disculpas ni absolutamente nada, solo un "quieres que te lo ponga para llevar?" (el plato lógicamente estaba bastante lleno). Y luego por comentar el muy mal rollo que hay y se deja notar entre los camareros, incluso se escuchó perfectamente como el cocinero criticaba a una camarera latina junto a otra camarera.

En fin, una pena, me gustaba mucho...