De weekend en el área Sur quisimos visitar diferentes lugares de comida para conocer, apoyar la gastronomía local y obviamente comer rico, como solo se come en nuestra Isla. Sin embargo, no todo fue como quisiéramos. El sábado 3 en la mañana decidimos ir a desayunar a éste lugar. Sabiendo que debido a las restricciones por la Pandemia, hay muchos lugares que trabajan por reservación, llamé y me indicaron que no tomaban reservaciones por teléfono, sino que tenía que llegar al local y anotarme. Me pareció raro, pero lo vimos como estrategia para hacer que llegáramos al local. Así hicimos, pues nos llamaba mucho la atención, su menú y sus posteos en Facebook.
Llegamos bajo un aguacero horrible. Mi esposo me dejó en la puerta y fue a estacionarse. En el estacionamiento no había personal alguno del restaurante, letreros o información que nos advirtiera lo que viviriamos al intentar entrar. Estando en la entrada, nos anotamos y mientras nos llamaban, nos quedamos esperando en el lugar porque la lluvia estaba fuerte. De repente, se nos acercaron varias empleadas y nos dicen que no podíamos estar allí, que debíamos esperar en el auto. Claro, nosotros entendemos que por el protocolo hay unas normas, pero estaba lloviendo fuerte. Lo cuál, trae una situación que debería ser motivo para buscar alternativas que no sea, "regresen bajo la lluvia a su vehículo y esperen a que se les llame". Nos fuimos bajo la lluvia, nos mojamos, y estando asombrados por el pésimo trato y falta de consideración, decididos a ir a otro lugar a comer, no habían pasado ni 2 minutos, (que era el tiempo que hubiéramos esperado dentro del lugar) nos llaman por teléfono para decirnos que la mesa estaba ready. Pedí hablar con la gerente y para añadir a esta mala experiencia, nos comunicaron una dama que dijo ser la dueña del lugar. Habló con nosotros, nos pidió disculpas por lo sucedido, explicó que no podía romper "las reglas"(en un tono no muy amigable) intentando justificar el porqué nos sacaron de su establecimiento por el "protocolo" sin ninguna consideración, sabiendo que estaba lloviendo fuerte. Estas cosas no pueden pasar. Hay un protocolo, pero debería haber sentido común, empatía, amabilidad y consideración. Por esas cualidades nos distinguimos los puertorriqueños. El COVID-19, ni ninguna otra cosa debería...
Read moreA solid breakfast spot in Ponce—the kind of place where you drag yourself in half-asleep and leave convinced you’re a morning person. They open at 9am, but by 9:15 it looks like they’re handing out free tickets to Bad Bunny. The menu isn’t groundbreaking, but it’s broad enough to keep both sugar addicts and bacon fanatics happy. Even the “basic” omelets and scrambled eggs show up like they’ve been through a glow-up. The service could polish a few details, but it’s friendly and welcoming. Parking? Think of it as playing the lottery—sometimes you strike gold, sometimes you’re basically in another zip code. And if you don’t score parking, don’t worry, you’ll still get something: a spot on...
Read moreAdorable little cafe with lots of personality.
This tiny coffee shop has gotten a lot of popularity lately because they're just that good.
Brunch here is great. Low prices, lovely service, wonderful food, and a little bit of soul that just rocks.
Now, do keep in mind that this is a small place. I've tried to visit 5 (edit: 6) times but I've only been able to enter twice. They need more space to accommodate their increasing number of customers, because finding a table here is tough.
But if you can visit, it's a lovely place. Overall, an easy to love...
Read more