Como amante del cine, siempre he disfrutado de la experiencia de sumergirme en una buena película en la gran pantalla. Sin embargo, recientemente me he sentido frustrado y decepcionado por la política de este cine que prohíbe la entrada de comida y bebida compradas fuera de sus instalaciones. Esta restricción, lejos de ser beneficiosa para el negocio, en realidad tiene un impacto negativo tanto en la experiencia del espectador como en la percepción del cine como un lugar acogedor.
Al ser obligados a adquirir alimentos y bebidas exclusivamente dentro del cine, se genera una sensación de explotación, lo que puede llevar a una disminución en la asistencia a las proyecciones. La normativa que nos permite acceder con nuestra propia comida se fundamenta en que el impedimento es una limitación abusiva del derecho de admisión. De la misma forma que si nos obligaran a descalzarnos en la entrada para que compráramos dentro los zapatos que ellos definen como aptos para caminar por el cine, y encima a precios desorbitados. Hay que tener en cuenta que la actividad principal de un cine es la exhibición de películas, no la venta de alimentación, por lo que no puede ampararse en la misma limitación que un bar, en el que, si entramos con comida, perjudicamos a su fuente de ingresos primaria. El Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias dice en su artículo 82, el apartado primero indica que son abusivas aquellas estipulaciones que generen «un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato».
Además, esta política también afecta negativamente la experiencia general del cine. Para muchos espectadores, disfrutar de una película va más allá de solo verla en la pantalla. Forma parte de la tradición de llevar tus propias golosinas favoritas y compartir una bolsa de palomitas caseras con amigos y familiares. La prohibición de traer alimentos de fuera impide la libertad de elección y limita la comodidad de los asistentes. En lugar de sentirse bienvenidos y cómodos, los espectadores pueden sentirse coaccionados y restringidos, lo que afecta negativamente a su percepción del cine como un lugar de entretenimiento agradable.
Asimismo, esta política genera una sensación de desconfianza entre el cine y su público. Los espectadores se preguntan por qué se les impide llevar su propia comida, incluso cuando están dispuestos a pagar por una entrada y apoyar la industria cinematográfica. La falta de transparencia y justificación por parte de los cines solo aumenta la insatisfacción del público y puede llevar a la búsqueda de alternativas, como servicios de streaming en línea, donde no hay restricciones alimentarias.
Es importante destacar que existen ejemplos exitosos de cines que han optado por políticas más flexibles en cuanto a la entrada de alimentos y bebidas, además de cumplir la ley. Estos cines han reconocido que brindar una experiencia más inclusiva y permitir a los espectadores traer sus propia comida puede fomentar un ambiente más positivo y aumentar la lealtad de los clientes. Al ofrecer una amplia selección de películas, una calidad de proyección y sonido superior, y alentando la interacción social en el cine, estos establecimientos han logrado destacar en el mercado.
Los cines AXION de la playa de San Juan, deberían considerar adoptar enfoques más flexibles y centrados en el cliente para mejorar la experiencia del espectador. Conclusión, si tengo que ir al cine no será una opción, por lo que prefiero ir a otro cine de la competencia donde además disfrutas de una pantalla más grande y mejores sonido y butacas más cómodas. Piense en los clientes y su comodidad. Lo único que hicieron ayer fue arruinar una cena que no ocultamos pensando que cumplían la ley, y no consiguieron vender nada de su tienda, por lo que solo nos perjudicaron sin ganar nada a cambio.
Consejo, si quieres disfrutar de una película con tu comida, ve...
Read moreNo os recomiendo nada este cine, el personal es impresentable, concretamente la chica de rojo que hay hoy jueves 8 de Julio a las 20:00h. He ido con mi pareja, ella llevaba una bolsa pequeñita de palomitas dulces porque no le gustan otras y en este cine no hay. La empleada no nos ha permitido entrar al cine con eso. Entiendo que haya sitios donde no se pueda meter comida del exterior para que consumamos de ahí pero era una bolsa pequeñita de palomitas dulces, si hubiéramos ido sin la bolsita esa mi pareja tampoco hubiera consumido nada de ahí igualmente, con lo cual les daba lo mismo. De todas formas yo iba a pedir el cubo más grande de palomitas y también íbamos a pedir dos bebidas de ahí. Después que si el cine se va a pique, con empleadas así normal, han perdido 2 entradas y todo lo que íbamos a pedir por no dejarnos pasar una bolsita de palomitas dulces cuando de todas formas mi pareja igualmente no hubiera consumido nada de ahí porque no le gusta nada de lo que hay. Lo único que iba a consumir ella es la bebida y la íbamos a comprar en el propio cine. Y todo diciéndonoslo de...
Read moreA Toni Cantó, el usuario que acaba de escribir la reseña. Yo también sufrí ayer la misma incidencia técnica en este cine (misma sesión y misma película casualmente). Y me indigna y repugna la gente como usted y su acompañante (ví el númerito que montó en el mostrador, estaba allí, detrás de usted) que se creen con el derecho de exigir lo que les venga en gana. Si se va la luz en 3 calles a la redonda, el establecimiento no puede hacer nada. Acepte las disculpas de los empleados y el dinero que ha pagado y váyase a molestar a otro sitio con sus exigencias absurdas. El descuento para otro día debería usted pedírselo a Iberdrona/Endesa, no al cine y a sus empleados, que manejaron la situación lo mejor posible en esas circunstancias. Yo volveré hoy si la luz no vuelve a...
Read more