Platja Gran de Torà — Attraction in Calvià

This beach is undoubtedly one of the quietest and most pleasant places in Mallorca. Despite several hotels being in the immediate vicinity, the atmosphere remains surprisingly relaxed and peaceful. Unfortunately, it has also become one of the most expensive without any clear reason. In the past, two sun loungers and an umbrella only cost 8 to 9 euros, while today you have to pay 22.50 euros for them. Despite the increased prices, the beach is always clean and well-maintained. There are easily accessible restrooms nearby, as well as a few restaurants and shops for small snacks and drinks. Unfortunately, like many other places on the island, the beach attracts a predominantly...

Beautiful beach - clear sea… Palm trees & loungers (you have to pay) - promenade has Resturant’s & bars. Several shops just above on the plaza. We visited Easter & some places on the plaza were still closed - you can access Platja Palmira (larger beach next cove along) via a side street or via the main street that runs along the top that also hosts lots of shops/cafe/bars/restaurants. Beach is surrounded by beautiful views & has a lifeguard in high season. To the left & right of this beach are several more beaches/coves & walks along the beach tops. Lots of hotels have direct access to this beach so can get busy. Evening sun...

La Platja Gran de Torà es como la hermana mediana de las playas de Peguera: no tan famosa como Palmira, no tan discreta como La Romana, pero con su propio rollo de “aquí se está de lujo”.

La arena es fina, el agua transparente y tranquila, y lo mejor es que está encajada entre hoteles y paseo marítimo, así que pasas de la hamaca a la caña en menos de dos minutos. El mar es tan calmado que hasta los abuelos se meten con gorra y gafas de sol puestas, y no se despeinan ni un poco.

El ambiente es un mix brutal: familias alemanas con sus sombrillas XXL, ingleses que se han puesto rojos el primer día, y algún mallorquín infiltrado que ha venido a criticar desde la toalla mientras se come un bocata de sobrasada.

Lo bueno: comodísima, con todo a mano y espacio suficiente para estirarte a gusto. Lo malo: en pleno agosto el concepto “espacio personal” se esfuma, y acabas oliendo el bronceador de coco del vecino como si fuera tuyo.

En resumen: la Platja Gran de Torà es playa práctica, bonita y con todo lo necesario para unas vacaciones sin líos. No es la más salvaje ni la más exclusiva, pero si lo tuyo es bajar del hotel en chanclas y tener el mar...