Dehesa de Navalcarbón — Attraction in Las Rozas de Madrid

El Parque Dehesa de Navalcarbón, ubicado en Las Rozas de Madrid, es un espacio natural de gran valor ecológico e histórico. Con una extensa superficie de pinares, áreas recreativas y senderos bien acondicionados, es un lugar ideal para pasear, hacer deporte y disfrutar de la naturaleza.

Sin embargo, más allá de su belleza paisajística, el parque esconde un importante legado histórico: los restos de búnkeres y nidos de ametralladora construidos durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Estas estructuras formaban parte del sistema defensivo del frente de Madrid, un testimonio tangible de los combates que se libraron en la zona.

Las Rozas fue un punto estratégico en la defensa de Madrid, y durante la guerra se construyeron fortificaciones para frenar el avance de las tropas franquistas. En la Dehesa de Navalcarbón se pueden ver varios refugios y nidos de ametralladora, diseñados para proporcionar cobertura y fuego defensivo en la batalla. Estas posiciones fueron utilizadas principalmente por el Ejército Republicano, aunque con el tiempo pasaron a manos del bando franquista.

Búnkeres y/o bases de disparos

Los restos de los búnkeres están dispersos por el parque y se pueden encontrar siguiendo las rutas de senderismo señalizadas. Algunas de estas fortificaciones han sido restauradas parcialmente para su conservación, mientras que otras se encuentran en estado de ruina. Su construcción con hormigón y su ubicación estratégica revelan la importancia militar de la zona en su momento.

Además de su valor histórico, la Dehesa de Navalcarbón ofrece múltiples opciones de ocio: • Senderismo y ciclismo por caminos señalizados. • Zonas recreativas con bancos y mesas para picnic. • Áreas deportivas y circuitos de ejercicio al aire libre. • Observación de fauna y flora, gracias a su diversidad de especies autóctonas.

El Parque Dehesa de Navalcarbón no solo es un pulmón verde en Las Rozas, sino también un lugar de memoria histórica. Sus búnkeres de la Guerra Civil permiten reflexionar sobre el pasado y valorar la importancia de conservar este patrimonio. Es un destino recomendable tanto para quienes buscan naturaleza como para los interesados en la historia de España.

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Hoy hemos hecho una ruta de senderismo por la Dehesa de Navalcarbon de Las Rozas. Este ayuntamiento trata muy bien a los jubilados ( que yo llamo “ los veteranos de la vida “ ) . Nos han acompañado dos guías fenomenales, Ana y Rubén . Hemos caminado muy cerca de un riachuelo que viene del canal de Isabel II y lo construyeron en el siglo 18 para transportar mercancías a Madrid especialmente piedras de granito para la construcción de edificios . Construyeron una presa dirigida por un ingeniero francés pero el proyecto no tuvo mucho éxito pues pretendían que este pequeño canal llegase hasta el Guadalquivir. La marcha ha sido muy interesante pues nos han explicado la fauna y flora de la zona . La cantidad de animales que la pueblan jabalíes , zorros , perros, ardillas , conejos . Nos han enseñado en una charca medio seca las huellas de las patas de estos animales . Una maravilla y además muy amenos los comentarios de Ana y Rubén . Tenemos que dar las gracias al Ayuntamiento de Las Rozas por estas actividades . Las organizadoras han sido Alicia del centro de mayores de Las Rozas y María del centro de mayores de Las Matas Gracias .

Después de la marcha un grupo ha realizado la actividad de tiro con arco y otro grupo hemos practicado “ piragüismo “ el polideportivo propiedad del ayuntamiento de Las Rozas nos han falicitado todo canoas , remos , un casco y chaleco para cada participante los demás equipamientos de vestimenta cada participante lo ha traído de su casa , trajes de baño etc. La actividad también ha sido organizada y dirigida por Alicia y María . Y el equipamiento e instrucciones nos lo ha falicitado Álvaro . Gracias a todos pues han sido muy amables...

La dehesa de Navalcarbón, antiguamente llamada Dehesa Vieja, es un extenso pinar situado en la localidad madrileña de las Rozas, la cual pasó a denominarse de Navalcarbón, por la cantidad de carboneras de producción de carbón vegetal que había por la zona. En su interior, se puede realizar un recorrido histórico por la llamada ruta de los fortines de la Guerra Civil, una senda de 2 kilómetros, en la que se pueden ver diversos restos militares de la Guerra Civil Española. Las fortificaciones que hoy en día se conservan, formaron parte de una segunda línea defensiva, denominada Línea de Detención, que el Ejército Popular de la República, construyó en este sector del frente, entre mediados de 1938 y principios de 1939. En total se pueden observar once estructuras, correspondientes a dos nidos de ametralladoras de hormigón armado, 5 fortines de mampostería para arma automática, un observatorio blindado, un puesto de mando y dos construcciones auxiliares. En esta localización, además de estas estructuras, se conservan abundantes trazados de trincheras y otras huellas en el terreno correspondientes a abrigos, refugios, parapetos, una posible zanja antitanque, que constituyen un conjunto histórico y arqueológico de primer orden en lo que se refiere a arquitectura militar de la Guerra Civil. Fue en el año 2017, cuando se efectuaron excavaciones para el estudio y adecuación de estos fortines, después de ochenta años de total abandono. Es necesario conocer este rico patrimonio, para poder disfrutarlo, respetarlo y reflexionar sobre la tragedia que supuso la...