Mi hijo de 15 años ha estado este verano en el campamento de 15 días de surf en Santander.
Tras 6 años de diversas experiencias en campamentos multiaventura, todas positivas en general, decidió que este verano quería probar uno "temático", optando finalmente por el de surf de Natuaventura, empresa con la que ya tenía experiencia de dos veranos en su campamento de Barco de Ávila.
El día en este campamento tenía tres partes claramente diferenciadas: El momento en que se hacían actividades y juegos. Estas eran muy variadas, muchas de ellas novedosas, muy dinámicas, algunas muy competitivas, bien organizadas... en general muy buenos momentos en los que los chicos lo pasaban bien, probaban experiencias nuevas, se cansaban... todo bien.
Luego estaban los periodos de tiempo libre, que dadas las instalaciones de las que dispone el albergue parece ser que había pocas opciones de entretenimiento. Sería bueno que en las hojas informativas se recomendase llevar algún entretenimiento para estos periodos. Haber llevado algún juego de mesa, libro... para esos ratos habría sido de agradecer.
Y luego venía la noche. Entiendo que no todos lo chicos "vivieron" las mismas noches, pero a mi hijo le tocó una habitación de 14 personas donde la mayoría ya se conocían de años anteriores. Había entre ellos tres elementos "disruptivos" que marcaban el ritmo, consistiendo este en actividades tan típicas como salir de las habitaciones, carreras por los pasillos, llamar a las puertas o invadir las habitaciones de las chicas.... razonablemente normal dada la edad en la que se encuentran. Luego venían "otras actividades" como poner espuma de afeitar o crema solar a los que duermen; podemos pensar que también entra dentro de lo normal. Y luego viene el resto de gamberradas que podrían considerarse bulling directamente, como pintar a los chicos esvásticas por el cuerpo, hacerles pintarrajos con rotuladores indelebles, mojar las camas con las cantimploras, untar mantequilla o mermelada en las camas para que al girarse se manchase todo, pintarle las uñas a alguno.... por no mencionar los robos de la comida comprada o directamente de dinero. Habrá quien piense que todo esto son "cosas de chicos", pero dado que la mayoría de las veces las cosas venían de estos tres "elementos" hacia los demás creo que no se deben considerar así. Todo esto iba pasando factura en el sueño a los sufridores de las "bromas". La cosa se desmandó cuando tras conocer el tipo de incidentes que se estaban dando hablamos con el coordinador del campamento. A partir de este momento la situación se recrudeció, llegando los chicos a tener que hacer guardias por las noches para evitar en la medida de lo posible los ataque, pero en ocasiones el sueño podía con ellos y no lograban evitar los abusos.
Como se puede entender, este comentario es una critica a los tres "matones" de la habitación, pero principalmente a los organizadores. No fueron capaces de detectar el problema mientras se estaba produciendo (o no supieron ver la gravedad del mismo) y una vez que se hizo público tras nuestra conversación con ellos no fueron capaces de atajar sus consecuencias, pues desde este momento lo que había sido malo se convirtió en algo mucho peor. No parece normal que los chicos tuviesen que hacer guardias nocturnas para protegerse de las gamberradas y poder dormir al menos unas horas. Al deshacer la maleta encontramos una nota que le habían dejado varias compañeras: ...eres un chico estupendo y lo hemos pasado muy bien contigo; que pena que te lo hayan hecho pasar tan mal tus "compañeros" de habitación.
Después de contar todo esto, decir que mi hijo sigue valorando muy positivamente el campamento. De hecho dice que si no hubiese sido por este grupito de gamberros le daría un 9 sobre 10 al campamento, por actividades, organización...
Read moreNuestra experiencia con Natuaventura ha sido decepcionante. Mi hija estuvo en el Campamento de Manjiron en Julio y la tarde antes de finalizar el campamento tuvimos que ir a recogerla a ella y a su amiga. Las niñas lo pasaron bien durante la semana pero el último día un grupo de niños que llevaba dando problemas durante todo el campamento, se dedicaron a atosigarlas e insultarlas durante todo el día, hasta el punto que las niñas se encerraron en la cabaña mientras las gritaban insultándolas y golpeaban las puerta y ventanas. Nos llamaron y fuimos a recogerlas porque tenían un ataque de nervios y un llanto incontrolable. Cuando llegamos, la coordinadora nos cuenta que esos niños llevan comportándose mal toda la semana y que se ha dado aviso a sus padres en tres ocasiones; preguntamos porque eran nuestras niñas las que se marchaban y no los niños que habían estado molestando al resto, creo que tres avisos es suficiente para poder expulsar a alguien de un campamento, máxime cuando se firman una normas de participación y convivencia. Finalmente fueron ellas las que se perdieron el última día y la fiesta de despedida. Creo que los monitores no supieron manejar la situación desde el principio y se les fue de las manos, quizá hacía falta algo más de experiencia y la potestad de poder expulsar a quien no cumpla las normas aceptadas por todos. Escribí dos emails para pedir un explicación y/o comentar lo sucedido y a fecha de hoy nadie me ha contestado. Lo dicho, muy decepcionados, espera mucho más a...
Read moreMi hijo de 15 años asistió al campamento de surf de dos semanas en Santander, y ha sido una experiencia que no quiere repetir.
Hubo un problema de falta de autoridad por parte de los monitores desde el principio, lo cual derivó no solo en actos de vandalismo, con mobiliario roto y pintadas, sino que además todas las noches se convertían en una pesadilla para muchos de los niños que querían dormir y tuvieron que estar hasta las 3:00 de la mañana aguantando bromas molestas de unos pocos compañeros. Y no estoy hablando de una cosa puntual que haya podido pasar una sola noche, que entraría dentro de lo razonable, sino que es algo que se ha repetido durante todas las noches del campamento. Han llegado a casa agotados de no dormir. Les mojaban las sábanas, les echaban espuma, les llegaron a pintar las uñas. Vamos, bullying del libro. Ante una situación así, como padres esperas una reacción inmediata de los monitores que, o controlen la situación, o manden a su casa a los niños problemáticos. La última sorpresa se la llevó mi hijo cuando abrió la maleta (que había tenido todos los días cerrada y con contraseña en la habitación, precisamente por la situación que había) al llegar a casa y vio que le habían robado varias camisetas de deporte, tanto de la selección como de equipos, que son muy caras.
Ha sido una pena , porque nuestro hijo disfrutó mucho de las actividades que ofrece el campamento durante el día y podía haber sido una experiencia muchísimo mejor si se hubiera sabido controlar...
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