La primera piedra fue colocada el 3 de marzo de 1720 en la Plaza de los Canteros, junto a calle Gaona, llegando a culminar la obra diez años más tarde en lo que fue una capilla de pequeñas dimensiones.1 A partir de este momento las solicitudes de diferentes órdenes religiosas para ocupar la capilla eran cuantiosas, pero el conde las rechazó una a una, interesándose y finalmente concediéndola a la orden de los filipenses, ya que el conde sintió una premonición cuando estos pidieron instalarse en la capilla, debido a que pensaba encomendarla a San Felipe Neri. La petición de que esta capilla fuera ocupada por ésta orden, fue llevada a cabo por el cardenal Gaspar de Molina, haciéndola presente mediante una carta el 11 de noviembre de 1738.
A principios de julio del año siguiente el conde de Buenavista cede a los Padres Filipenses la iglesia, compuesta por una capilla superior y otra subterránea, una sacristía, numerosas ornamentaciones, esculturas, pinturas, una vivienda situada junto a la iglesia, y varias casas situadas en calles aledañas para el sostenimiento de la congregación. También cedió el uso de la capilla subterránea a la orden “Escuela de Jesús”, aunque esta fuera propiedad de los filipenses. El 11 de julio de 1739 se efectuó una procesión desde la catedral a la capilla, en la que participaron los dos cabildos, cofradías, parroquias y comunidades religiosas, un día más tarde se llevaba a cabo la primera misa oficial en la capilla.
Las dimensiones de la nueva capilla eran bastantes reducidas, por lo que el cardenal Molina determina la necesidad de una ampliación, cuyos gastos correrían a cargo del conde de Buenavista, pero la muerte de ambos en 1744 y 1745 respectivamente, frustró el proyecto. La idea siguió viva con la llegada del padre Rojas a la congregación de San Felipe, que consiguió con la ayuda de la donación del obispo Juan de Eulate el ensanche y ampliación de la iglesia y casa de estudios. Nuevamente el proyecto se ve truncado por la muerte del obispo, quedándose la congregación sin patrimonio para la realización de las obras. Tras la muerte de éste se pueden hacer efectivos cuarenta mil ducados, gracias a unas gestiones llevada a cabo en Madrid por el Padre Rojas, que fueron muy importantes para el reinicio de las obras.
Para la construcción de la casa de estudios se adquirieron cinco casas contiguas al convento que posteriormente fueron derruidas en 1750, en un año recaudaron cincuenta y cinco mil reales de diversos donantes, lo que permitió el comienzo de las obras. Las primeras trazas del proyecto las realizó el arquitecto José de Bada y Navajas, dirigiendo las obras Antonio Ramos, siendo este último el autor de los planos, ambos artífices de la Catedral de Málaga. Las obras fueron llevadas a cabo por el maestro Tomás Valenzuela, que murió antes de terminar de solar el patio, tarea que culminó su sobrino, Joaquín Daniel.
Hasta 1756 no se les otorga la licencia para las obras de la casa de estudio por temor a que afectara a las conducciones de agua de las calles de esta zona. Una vez obtenida la licencia, y gracias a las casas donadas por el conde Buenavista junto con las numerosas limosnas otorgadas por los fieles, dan comienzo las obras un año más tarde coincidiendo con la muerte del padre Rojas, teniendo que ser detenidas en 1758 por falta de medios, no obstante se siguieron realizando tareas de escasas envergaduras.
En 1771 se reanudan las obras dando comienzo a una segunda fase en la que intervinieron grandes figuras de la arquitectura barroca, como el arquitecto Ventura Rodríguez, el cual se limitó a aprobar las obras ya realizadas y a proponer ligeros cambios, y Martín de Aldehuela, posiblemente realizador unánime de la sacristía.1 Las obras culminaron en 1785, pero Martín de Aldehuela no comenzó a realizar el tabernáculo hasta cinco años más tarde. En 1795 la culminación del tabernáculo y el altar mayor fueron celebrados con una procesión para colocar al Santísimo en el...
Read moreEstuvimos el pasado 4 de Marzo, para acompañar al Cristo de la Victoria en su traslado desde la parroquia a la Casa Hermandad de la Pollinica (cedida para que el cristo realizara su primera salida en el Vía Crucis extraordinario por el Centenario de la Agrupación de Cofradías). La parroquia tiene su origen en una capilla que el Conde de Buenavista edificó entre 1720-1730, al lado de una casa palacio que poseía en la calle Gaona.
La fachada de la iglesia responde a un diseño clásico, con portada en dos cuerpos entre dos torres salientes. Las portadas laterales, rematadas con robustos elementos curvos responden a un diseño más integrado en las formas finales del siglo XVIII. Son interesantes los escafriados que decoran la primitiva capilla en su muro exterior, formando dibujos geomêtricos entrelazados en rojo y ocre; cronológicamente responden a la decoración del primer cuarto del siglo XVIII.
Como obras destacadas encontramos tallas de vestir, la Virgen de Consolación y Lágrimas de la Archicofradîa de la Sangre, del siglo XVIII (restaurada en 1972 por Álvarez Duarte) y el Crucificado, obra de Francisco Palma Burgos (1941). En el presbiterio es de destacar el baldaquino de corte neoclásico, obra realizada en 1795 en mármoles polîcromos y madera, atribuido a Josê Martîn de Aldehuela.
En el otro lado de la iglesia encontramos un Ecce-Homo en barro policromado del siglo XVIII. La capilla central la ocupa el retablo de la Orden Tercera de Siervos de Marîa, realizado en el siglo XX, talla dorada del siglo XVIII, y lo preside la Virgen de los Dolores, imagen de vestir de Fernando Ortîz. Sobre el balcón del Coro, un escudo de la orden de los filipenses es el único resto de la caja del órgano que realizó Aldehuela.
Merece la pena visitarla, tanto por su valor arquitectónico como por la cantidad de obrar que...
Read moreLa chiesa di San Filippo Neri , conosciuta anche come chiesa della Santa Croce e di San Filippo Neri , si trova nel quartiere di San Filippo Neri , nel quartiere Centro di Malaga ( Spagna ). L'edificio, del XVIII secolo , è il risultato di numerosi ampliamenti e ristrutturazioni avvenuti a partire dalla costruzione della sua cappella originaria , commissionata da un membro della nobiltà di Malaga, Antonio Tomás Guerrero Coronado y Zapata II , conte di Buenavista . La prima pietra fu posata il 3 marzo 1720 nella Plaza de los Canteros , accanto a via Gaona, completando l'opera dieci anni dopo in quella che era una piccola cappella. Da questo momento in poi, le richieste di diversi ordini religiosi per occupare la cappella furono numerose, ma il conte le respinse una ad una, interessandosi e infine concedendola all'Ordine dei Filippesi, poiché il conte sentì una premonizione quando chiesero di stabilirsi nella cappella, perché pensava di affidarla a San Filippo Neri . La richiesta che questa cappella fosse occupata da questo ordine fu eseguita dal cardinale Gaspar de Molina , rendendola presente tramite una lettera l'11 novembre 1738. All'inizio di luglio dell'anno successivo, il Conte di Buenavista cedette la chiesa ai Padri Filippini. Essa comprendeva una cappella superiore e una sotterranea, una sacrestia , numerosi ornamenti, sculture, dipinti, un'abitazione situata accanto alla chiesa e diverse case nelle strade vicine per il sostentamento della congregazione. Cedette anche l'uso della cappella sotterranea all'ordine della "Scuola di Gesù", sebbene fosse di proprietà dei Padri Filippini. L'11 luglio 1739, si svolse una processione dalla cattedrale alla cappella, alla quale parteciparono capitoli, confraternite, parrocchie e comunità religiose. Il giorno dopo, nella cappella si tenne la prima...
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