Peñafiel Castle

Valladolid es una de las provincias en la que se pueden ver un mayor número de castillos, ya que muchos de ellos fueron construidos y reformados a lo largo de los siglos XIV al XVI por la alta nobleza castellana, que pasaron a ser utilizados como castillos palaciegos señoriales. El castillo de Peñafiel es un buen ejemplo de un castillo medieval magníficamente restaurado y conservado, siendo uno de los más bonitos que se pueden ver en España. El castillo de Peñafiel es el arquetipo de una fortaleza roquera. Está ubicado en un largo y estrecho cerro, por lo que su construcción está perfectamente adaptada al terreno en el que se asienta. Se tiene constancia documental de una fortaleza en este mismo lugar desde mediados del siglo X. Al estar en tierras fronterizas esta antigua fortaleza pasó a pertenecer, indistintamente, tanto a cristianos como a musulmanes. A finales del siglo XIII el rey Alfonso X el Sabio cedió el Señorío de Peñafiel a su sobrino don Juan Manuel, quien reedificó la fortaleza y el recinto amurallado. Aunque la estructura del castillo actual es fruto de una reforma que realizó don Pedro Girón en el siglo XV, dando su escudo de armas a la villa y al castillo y levantando la majestuosa torre del Homenaje, aislada a través de un puente levadizo, y reforzando las almenas defensivas. En este castillo de Peñafiel nació en el año 1421 Carlos de Viana, hijo de Blanca I de Navarra y Juan II de Aragón, y por tanto, hermanastro de Fernando el Católico. A la muerte de Blanca de Navarra se produjo una lucha entre padre e hijo que desembocó en una guerra civil entre Beaumonteses y Agramonteses. Finalmente, Juan II mandó detener y encarcelar a su hijo Carlos, que acabó muriendo en extrañas circunstancias. Al estar ubicado en un estrecho cerro, el castillo, de planta alargada, se adaptó al terreno, con lo que, cuando se contempla desde lo alto de su torre del Homenaje, se asemeja a un barco con la proa acabada en un torreón en la punta. El castillo tiene algo más de 200 metros de longitud y poco más de 30 de anchura. La torre del Homenaje es de planta rectangular, alzándose a 34 metros de altura, con matacanes almenados y torrecillas circulares en sus esquinas. La entrada al castillo está junto al parking y se accede a través de una puerta flanqueada por dos torreones circulares que forman parte de un lienzo defensivo exterior más antiguo y tras subir unas escaleras se cruza un puente levadizo. A la entrada se encuentra la antigua plaza de armas del castillo la cual ha sido reutilizada como sede del museo provincial del vino, un museo interactivo muy interesante que promueve el enoturismo con una visión global de la elaboración de los vinos a través de nueve secciones con paneles informativos y videos. Los fines de semana se realizan catas de vino guiadas por un sumiller, con un coste de 9,20 euros/pax. Contiguo a la entrada al castillo hay un parking no muy grande pero suficiente para que aparquen unos 20 coches. Sin embargo, en ciertos días de especial afluencia no se permite la subida al castillo en coche. Para ello hay un servicio de autobuses gratuitos que salen desde el parking público que hay al comienzo de la carretera que sube al castillo. La entrada al castillo con visita guiada tiene un coste de 6,60 euros/pax e incluye la entrada al museo del vino que se encuentra en el interior del mismo castillo, para menores de 12 años es gratuito. La visita guiada dura alrededor de una hora y las entradas se pueden adquirir en el propio castillo o a través de la página web de la Diputación de Valladolid. En nuestro caso el guía que realizó la visita lo hizo de una forma muy amena y didáctica, comentando curiosidades y anécdotas muy interesantes. Está abierto de martes a domingo de 10:30 a 14 horas y de 16 a 20 horas. Los lunes está cerrado al público. Desde la parte más alta de la torre del Homenaje se tienen unas magníficas vistas del pueblo de Peñafiel y de las tierras de la ribera del Duero, con sus viñedos y bodegas. El castillo de Peñafiel fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1917.